ya se escuchan las miles de asociaciones de "defensa de la mujer maltratada".. ah no, que son hombres y merecen morir como perros..
Activistas piden parar la crucifixión de un joven en Arabia Saudí
Los activistas de derechos humanos saudíes se han movilizado para
intentar salvar a siete jóvenes que, si una intervención de última hora
no lo remedia, van a ser ejecutados este martes por un delito que presuntamente cometieron cuando eran menores de edad.
Su condena es aún más problemática porque el proceso ha estado plagado
de irregularidades y los jóvenes aseguran que fueron torturados para
confesar. El supuesto cabecilla del grupo, Sarhan al Mashayekh, será además crucificado, uno de los crueles castigos físicos que aún contempla el sistema penal saudí.
“Vivimos en una sociedad medieval, aunque estemos en los albores del
tercer milenio”, lamenta Mohammad al Qahtani, el director de la
Asociación por los Derechos Civiles y Políticos en Arabia Saudí (ACPRA),
en conversación telefónica. Este activista explica que la crucifixión “se reserva para los crímenes más odiosos y que crean alarma social”.
No dispone de cifras. “Es infrecuente, pero se dicta, aunque a veces el
Gobierno, consciente de la degradación del sistema judicial, conmuta
ese tipo de condenas”, añade.
¿Cuál es el delito odioso que cometieron los siete condenados? Al
parecer, una serie de atracos a joyerías en la ciudad de Abha, al sur
del país, por los que fueron detenidos entre marzo de 2005 y enero de
2006. La sentencia de muerte se pronunció hace tres años, pero las
autoridades probablemente han esperado para que todos sean mayores de
edad en el momento de su aplicación. En Arabia Saudí, esa pena se
ejecuta por el procedimiento de decapitación a espada. En el caso de
Sarhan, después se procederá a la crucifixión.
“Le dejarán expuesto [en la cruz] durante varias horas, como medida de escarnio”, explica Al Qahtani. “No
es solo la severidad del castigo, sino que no han tenido acceso a un
abogado, ni un juicio justo; además les han intimidado y torturado para
que confiesen”, subraya. Lo que su organización y otros activistas
están pidiendo es que se repita el juicio y se les permita contar con
defensa letrada.
“El caso es tan débil que han tenido que recurrir a la intimidación para
conseguir las confesiones; si tuvieran pruebas sólidas, no hubiera sido
necesario”, añade este activista que lleva años denunciando los abusos
de la Dirección de Investigación General —los servicios secretos
saudíes— y su interferencia en el sistema judicial.
Amnistía Internacional se ha hecho eco de esas preocupaciones y ha
lanzado un llamamiento urgente para que se frene la ejecución. Ali al
Ahmed, un opositor saudí que dirige el Institute for Gulf Affairs en
Washington, ha escrito a varios embajadores europeos en Riad pidiéndoles
su intervención ante las autoridades saudíes.
“Estos hombres van a ser ejecutados después de un juicio que duró
tres horas y en el que no contaron ni con abogado ni con asistencia
letrada. Entre los motivos de su ejecución está que son originarios
del Sur, una región marginada por el Gobierno saudí”, explica en su
misiva.
Al Ahmed insiste en la minoría de edad de los condenados cuando se
produjeron los hechos. A la fecha de la sentencia a muerte, Sarhan al
Mashayekh y Saeed al Omari tenían 22 años, Ali al Shehri, 20, Naser al
Qahtani y Ali al Qahtani, 24, Saeed al Shahrani, 21, y AbdulAziz al
Amri, 23. Dado que los delitos se cometieron entre 2004 y 2005, sus
edades rondaban entonces entre los 15 y los 19 años.
Además de Arabia Saudí, solo Irán, Yemen y Sudán continúan ejecutando a
personas que delinquieron siendo menores, algo que prohíbe la Convención
Internacional de los Derechos del Niño.
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