Los tenedores de estos títulos han hecho un excelente negocio con rentabilidades acumuladas del 681%, lo que supone un retorno superior al 14,7% anual
Desde que llegara al poder en 1999, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se ha incautado de más de 1.000 empresas en nombre de su supuesta revolución socialista. Está por ver y por demostrar el beneficio real que han sacado los ciudadanos. Pero de lo que no hay ninguna es que los tenedores de bonos venezolanos han
hecho un excelente negocio, con rentabilidades acumuladas del 681%, lo
que supone un retorno superior al 14,7% anual, según informa Blomberg. Y
entre estos bonistas están nombres ilustres como Goldman Sachs.
Los inversores en deuda venezolana contaron desde el
principio con la voluntad de Chávez para extraer la riqueza petrolera
del país y mantener contentos a los acreedores. ¿Puede haber alguna
inversión más segura en renta fija? "Es una gran inversión de elevada
rentabilidad para tu cartera", asegura Sara Zervos, gestora de la firma
OppenheimerFunds, otra de las que lleva más de diez años 'pescando' en
los caladeros venezolanos.
La actividad de los bonistas venezolanos no tiene nada de
particular. Están para eso, para ganar dinero allí donde surgen
oportunidades, aún cuando tampoco les importe mucho las circunstancias
precisas de la economía a la que apuntan. "Chávez no ha hecho mucho bien
a su país pero tiene el objetivo de dar servicio a los bonos. Nuestros
intereses están alineados", explica Zervos.
El problema se presenta con los problemas de salud de
Chávez, pues los inversores no saben lo que puede pasar en manos de un
nuevo régimen. Aunque de momento, paradójicamente, la cuestión ha generado más beneficios.
Solo en el último año, los bonos venezolanos han generado retornos del
41%. El mercado teme que el país que tiene las reservas de petróleo más
grandes del mundo reduzca su producción. Y ponen precio a esta
circunstancia exigiendo más compensaciones a cambio de su dinero.
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