Los jóvenes fineses son los profesionales mejor preparados de Europa
gracias a que el gobierno del país escandinavo, "sea del signo que sea",
ha seguido siempre un mismo objetivo sin escatimar recursos: "educar
para aumentar el bienestar social".
Pero los recortes van a funcionar en hispanistán, porque alguno que no tiene ni el graduado escolar, pero que cobra muchos miles de euros al mes, tiene un papel que así lo pone.. así va el país..
Laukkanen: "Si en Finlandia aplicamos los recortes en educación de España, sería una catástrofe"
Los jóvenes fineses se convertirán en los profesionales mejor preparados
de Europa. Al menos, esa es la realidad que reflejan los informes PISA
desde hace más de diez años. Sin embargo, actualmente el país
escandinavo se enfrenta a los problemas comunes en la Unión Europea como
el envejecimiento de la población y la crisis económica. ¿El secreto
para sobrevivir? "Educar para aumentar el bienestar social". Según el
exconsejero de la comisión de Nacional de Educación de Finlandia, Reijo
Laukkanen, para lograrlo se necesitan cuatro pilares imprescindibles:
Una educación pública cien por cien gratuita, una buena gestión de los
recursos, los mejores profesores y la equidad en exigencia y
oportunidades acceso a la enseñanza.
P.- ¿Cuáles son los factores que han convertido al sistema educativo finés en el más envidiado de Europa?
Hay una cosa muy importante. Y es que nuestros gobiernos, uno tras otro,
han aceptado siempre el mismo objetivo en materia de educación. No ha
sido como en otros países en los que un cambio de gobierno significa un
cambio del sistema educativo. Cuando lo planteamos hubo un gran debate
político y después análisis técnico por parte de los expertos. Se vio
que era importante subir el nivel educativo de toda la población.
Primero, porque Finlandia es un país pequeño, solo somos 5,4 millones de
habitantes -más o menos como la población de la ciudad de Madrid- y,
segundo, porque cuando empezamos a cambiar esto Finlandia era un país
pobre que se basaba en la industria agropecuaria y en la madera. Por
eso, pensamos que mejorar la calidad de la educación de los niños de
primaria y de los maestros era imprescindible.
Otro aspecto importante es que exigimos mucho de nuestros chicos, de
todos, de los mejores y de los peores. Buscamos el mismo objetivo: somos
una pequeña nación que quiere subir el nivel educativo de todos ellos
porque queremos sobrevivir en un mundo con gran nivel competitivo. Si
nos comparamos con Corea del Sur, Japón, Shangay o Hong Kong podemos ver
que ellos también salen muy bien parados. Pero en Finlandia hay una
gran diferencia, el Estado se basa en la ley de la equidad en la que el
Gobierno está para apoyar a los que menos recursos tengan. Buscamos el
trato justo con el fin de mejorar sus destrezas y habilidades para
llegar al nivel común de exigencia y que vuelvan a la corriente. Para
aumentar nuestro bienestar necesitamos todos los cerebros de los
jóvenes. Estos han sido los principales aspectos que nos han llevado
hasta lo que somos hoy en día.
P.- ¿Cuánto tiene que pagar un padre para enviar a su hijo a un colegio público?
La educación en Finlandia es totalmente gratuita, desde preescolar hasta
la Universidad. El comedor es gratuito en la mayor parte de los
municipios y en algunos casos incluso tampoco tienen que pagar los
libros de texto.
P.- ¿Qué peso tienen los centros educativos privados en el sistema finés?
No hay ninguna universidad privada, para empezar. En el nivel de
Formación Profesional, tenemos algunos institutos, pero en total serán
como mucho 15. En cuanto a la educación primaria, creo que la cifra anda
en torno a las 90 escuelas privadas. Aunque éstos no son completamente
privados, sino que son concertados por lo que la sociedad y el Estado
aporta su parte a la educación de estos niños. Suelen ser escuelas con
una pedagogía especial con respecto a la religión como las cristianas
luteranas que inculcan sus principios religiosos en las aulas. No
obstante, los programas escolares son los mismos en todos estos centros.
Solo la manera de trabajar dentro del colegio es lo que puede ser
diferente. Pero desde luego la diferencia no es tanta como la pueden
llegar a tener en las escuelas públicas españolas.
P.- ¿Supone una gran inversión para los ciudadanos fineses sostener una educación pública de calidad?
En Finlandia las escuelas públicas se sostienen entre el Estado (que
aporta el 57% de media) y los municipios (con el 43% restante). El
Estado solo se ocupa al completo de la gestión de los centros de
educación especial. Pero si hablamos de la inversión general, la
educación solo supone un 12,2% del PIB (Producto Interior Bruto). Según
mis datos España gasta un 10,8% de su PIB.
P.- A simple vista, no hay mucha diferencia entre ambos...
Sí, todo depende de la gestión que se haga de los recursos. Finlandia no
es un país rico, por eso nos pensamos dos veces las cosas antes de
gastar el dinero y buscamos la eficiencia. Nosotros apostamos
especialmente por invertir en la Educación Secundaria, mientras que en
España es al contrario. Hasta los 16 años nosotros gastamos más que
España, que Korea, que Japón y que muchos otros países, que es la edad
en la que se mide el informe PISA. En Finlandia decidimos priorizar e
invertimos en la etapa más vulnerable.
P.- La media europea de abandono escolar en edad obligatoria está en
torno al 30%. España supera este ratio y es un problema que preocupa.
¿En Finlandia también se da en cotas tan altas?
Este tema nos preocupa muchísimo. Consideramos que es un gran problema
que los chicos dejen el colegio antes de los 15 años porque sabemos que
no encontrarán trabajo y que acabarán marginados. Y trabajamos para ver
de qué manera podemos erradicar esto. En muchos países de la Unión
Europea permiten repetir de curso, entre ellos, España. A nosotros esto
nos parece un error. Solo permitimos que lo hagan un 0,4% de los alumnos
fineses, siempre bajo circunstancias especiales y en los primeros
cursos de la educación primaria, que es donde mejor les podemos apoyar.
Al principio es más fácil reconducirles. Por supuesto, todo se hace bajo
el consentimiento de los padres. Allí no lo suelen aceptar con
facilidad porque no creemos en los efectos positivos de repetir curso.
Las investigacines internacionales que se ha hecho han descubierto que
los chicos se lucen al principio del curso porque creen que se lo saben
todo, pero después pierden la autoconfianza y el respeto consigo mismos.
Por eso, la estrategia finesa es distinta. Queremos que todos los
alumnos se suban en el mismo tren.
P.- ¿Y Cómo lo pretenden conseguir?
Les otorgamos profesores de apoyo si lo necesitan. Tratamos de ocuparnos
de todo. Aunque es cierto que hoy en día, en ciertos municipios, por
razones económicas no cuentan con tantos profesores de apoyo. Pero está
probado que la solución pasa por apoyarles y no hacerles repetir.
P.-Antes ha mencionado que los profesores son una pieza angular para
lograr una educación de calidad. ¿Qué se necesita para ser maestro en
Finlandia?
Primero, tienen que presentarse a un examen con plazas limitadas.
Después, la universidad selecciona a los mejores candidatos mediante una
entrevista personal. Si uno quiere ser maestro de primaria tendrá que
haber sido un gran estudiante de educación secundaria. Finalmente, solo
un 10% de los que se presentan serán seleccionados. Queremos a los
mejores profesores. En Finlandia es una profesión muy deseada y
respetada por la sociedad. Cuando hablo con mis colegas de otros países
dicen que lo que quieren ser los estudiantes es médico, abogado y si se
les cierran las puertas puede que acaben en la enseñanza como mal menor.
En otros países todos pueden convertirse en profesores y la selección
se hace al cabo de un año. En cambio, aquí (por Finlandia) tenemos un
numeros clausus, solo unos pocos podrán entrar.
Si se trata de un profesor especialista en una asignatura, tendrá que
licenciarse en su especialidad y después estudiar la carrera de ciencias
de la información. Aunque se pueden hacer en paralelo durante 5 años. Y
por último, el máster. Con todo esto lo que queremos fomentar es una
cultura de confianza, en la que la sociedad crea en los profesores y los
profesores crean en los gobiernos. Cuando las autoridades creen en los
docentes, todo va bien.
P.- Entonces, ¿Cree que aumentar el nivel de formación de los profesores incrementará a su vez la calidad de la enseñanza?
Sí, por supuesto. Es uno de los grandes pilares. Son varios aspectos
interdependientes y si sacamos uno de los pilares básicos todo se
derrumba. Uno de ellos -como ya hemos hablado- es cómo utilizamos el
dinero, qué objetivos queremos que alcancen nuestros jóvenes
estudiantes, la formación de los profesores y apoyar a aquellos que
tienen dificultades. Por eso, cuando descubrimos que algo no va bien
tenemos que actuar inmediatamente. Si no exigimos un alto nivel a
nuestros estudiantes, todo se desmorona. Si nos preguntamos cómo mejorar
el nivel de nuestros profesores, la formación continua es la respuesta.
El gobierno se preocupa por ofrecer a los docentes una formación
continua y los profesores finlandeses están muy motivados y se preocupan
por mantener una actualización permanente. Además, es muy importante
que los docentes comprendan cómo funcionan los métodos y técnicas de
investigación para aplicar mejoras en la formación que ellos mismos
imparten.
En cuanto a la equidad, empezamos con sistemas diferenciados en 1972: el
superior y el bajo. Los estudiantes podían elegir cuál querían.
Evidentemente, el más bajo no les dejaba avanzar más que a cierto
estatus muy básico. Si hubiéramos continuado con ese sistema cuando
comenzaron los rankings de PISA habría estudiantes que dominaríán las
sumas de 2+2 y otros que comprenderían las funciones matemáticas. Y esa
desigualdad no se podía permitir. En 1985 eliminamos estas categorías.
La equidad parte de exigir a todos los chicos el mismo nivel.
P.- Ha influido la situación económica en la calidad de la educación?
La situación socieconómica de las familias no influye en Finlandia tanto
como en otros países como España porque, para empezar, no importa el
dinero que ganen los padres para que tengan una buena formación. Además
todos ellos, padres y profesores, tienen una actitud muy positiva frente
a la educación. Nunca hemos sido un país rico y pensamos que una
educación de calidad es la única manera de que la sociedad progrese.
También es verdad que la sociedad se preocupa por complementar la
educación por otras vías. Nuestras bibliotecas son muy usadas por las
familias en su tiempo libre, también tienen un convenio con las
escuelas. La mayoría de ellos suelen estár suscritos a los principales
periódicos. Es una tradición tomar el café con un periódico en la mano
y, a la vez, esto sirve de ejemplo para los pequeños. Así los niños
comprenden que es importante leer y estar al tanto de lo que ocurre en
su país y en el mundo.
P.- Según la experiencia finesa, ¿Cree que la política de austeridad y
recortes en las partidas destinadas a la educación que se están
aplicando en España son las más adecuadas?
No quiero juzgar la política española, pero si aplicáramos esas medidas
de recortes en Finlandia sería una catástrofe para la educación.
P.- En los años 90 se en Finlandia se aplicaron recortes similares a los actuales en España...
Sí, durante la primera crisis del petróleo en la década de los 90. Había
más alumnos por aulas y menos recursos. Fue una catástrofe porque no
podíamos contratar a más profesores para ayudar a los chavales
rezagados.
P.- ¿Qué ha sido de la generación que estudió mientras se aplicaron aquellas medidas de austeridad?
En los años 90 tuvimos una situación muy mala. Muchas personas que
tenían empresas privadas perdieron su negocio y aún siguen pagando las
deudas. No existe un estudio sobre esto, pero si te digo mi opinión,
estoy seguro de que han sufrido y seguirán sufriendo. Aun existen
algunos municipios que no se han recuperado de aquello.
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