"El accidente del Metro de Valencia fue evitable, hubo negligencias"
Un testimonio reconoce en 'Salvados' la presión que sufrieron los trabajadores del suburbano para mentir y evitar responsabilidades políticas // 43 personas murieron en 2006 a causa de la tragedia
Fue el accidente de Metro más trágico de la historia en España, el tercero en Europa y el cuarto en todo el mundo. 43 personas murieron en la línea 1 del suburbano de Valencia el 3 de julio de 2006 después de un vuelco fatal por culpa de un exceso de velocidad. La versión oficial echó la culpa del siniestro al maquinista, fallecido en el acto, pero la realidad parece bien distinta.
"Había palabras tabú, se hicieron ensayos, nada podía salir de ahí" |
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"Había palabras tabú, no se podia utilizar deficiencia, ni tragedia ni baliza; se hicieron ensayos, y se estableció un pacto para que nada saliera de allí. El que contestara mal se llevaba una bronca impresionante" ha explicado Rocher en el programa, confesando que después de todo el proceso que duró tan solo 4 días la empresa organizó una comida para celebrarlo, y reconociendo que varios trabajadores fueron ascendidos o premiados con un sueldo mayor por su lealtad.
[Relacionado: Puedes ver aquí el reportaje completo]
"El libro de averías desapareció tras el accidente" |
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Las revelaciones de Salvados no se quedaron ahí, ya que el programa consiguió hablar con Jorge Álvarez, un maquinista actual de la FGV que vivió en primera persona toda la pesadilla del accidente. “El accidente era evitable, yo creo que fueron negligentes”, ha asegurado, basándose en la tesis de que se elaboró un informe con puntos negros varios meses antes del accidente que no se aplicó, ya que a su juicio había una baliza en la vía que debía haber obligado al tren a reducir la velocidad hasta los 40 km/h (el tren iba a 80), lo que hubiera evitado el accidente. Por si fuera poco, Álvarez culpó de la magnitud del accidente al deficiente sistema de enmarcado en los cristales del metro, los cuales al romperse provocaron que muchos pasajeros cayeran por el hueco de la ventana y fueran literalmente triturados por el vagón a lo largo de más de 100 metros. Por si fuera poco, y para aportar aún más incertidumbre, Álvarez explicó cómo tanto el libro de averías de la máquina como las copias desaparecieron tras el incidente.
Évole también habló con la Asociación de Víctimas Metro 3 de julio, cuya presidenta, Beatriz Garrote, apuntó a Juan Cotino, actual presidente de las Cortes Valecianas, como responsable de intentar silenciar en su día a los familiares de las víctimas de la tragedia a cambio de ofrecerles puestos de trabajo en su red de empresas. En este sentido, el momento más tenso del programa se produjo cuando Jordi Évole abordó a Cotino en un acto público en el que el politico se negó en rotundo a responder pregunta alguna sobre el tema al periodista, lo que provocó a su vez la indignación y el reproche de varios valencianos que se encontraban allí presentes.
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