2010: La DGT gastó más de la mitad de su presupuesto, 807 millones, en personal
de ahí que, casualmente, parezca que los radares tengan finalidad recaudatoria..
Así caza la DGT a los conductores: dos tercios de los radares está cuesta abajo
Si usted como conductor tiene la sensación de que la mayor parte de los
radares fijos que se encuentra en autovías y autopistas está
malévolamente colocado en tramos cuesta abajo –en los que es más fácil
que un pequeño despiste o la propia inercia del vehículo le hagan
superar el límite establecido- ya puede confirmar que está en lo cierto:
Libertad Digital ha estudiado la ubicación de más de 200 radares en
toda España instalados por la DGT y dos tercios de ellos -el 64,28%-
están ubicado en tramos en pendiente negativa.
Por el contrario, sólo el 13,33% de los radares estaría instalado en
tramos de carretera cuesta arriba, mientras que un 21,9% estaría en
tramos en llano, algunos de ellos, eso sí, en túneles en los que,
habitualmente, hay reducciones bruscas en los limites de velocidad.
Los radares que más multan
¿Qué incidencia tiene esta ubicación en el porcentaje de multas? Es
difícil saberlo a ciencia cierta, pero hay elementos que nos puede dar
una idea: por ejemplo, según los datos de Automovilistas Europeos
Asociados (AEA) el 70% de las multas por exceso de velocidad se producen
cuando el conductor superaba en no más de un 10 kilómetros hora el
límite marcado.
Es decir, no resulta descabellado pensar que no pocas de esas sanciones
se deban a ese pequeño, o no tan pequeño, incremento de la velocidad que
puede causar la pendiente favorable de la carretera y que en ocasiones
se produce incluso cuando el conductor utiliza los limitadores
automáticos con los que están equipados hoy en día la mayor parte de los
vehículos.
Otro dato hace pensar que la ubicación de los radares en pendiente no es
baladí a la hora de considerar su efectividad como máquinas de
sancionar a los conductores: los cinco radares qué más multas ponen de
las carreteras españolas –según los datos de AEA- están, coincidencia o
no, en tramos cuesta abajo.
Lejos de los puntos negros
Del mismo modo, si la verdadera intención de los radares fuese preservar
la seguridad lo lógico sería, probablemente, colocarlos en las zonas
más peligrosas de las carreteras, pero no es así: sólo 19 de los 210
radares estudiados está ubicado en las cercanías de un punto negro
–tomando como referencia los mapas y las estadísticas que genera
anualmente EuroRAP- lo que supone un pírrico 9%.
Según otros estudios los datos son aún más demoledores, de AEA se
asegura a Libertad Digital que únicamente 7 radares fijos estarían
ubicados en los 180 tramos más peligrosos de nuestras carreteras según
sus propios datos.
El estudio de Libertad Digital ha abarcado 210 radares colocados en
autopistas o autovías en las zonas en los que la responsabilidad sobre
el tráfico es de la DGT -toda España a excepción de Cataluña y el País
Vasco. Además, se han excluido la mayor parte de las vías de
circunvalación dado que tienen una problemática muy diferente.
La muestra supone prácticamente la totalidad de los radares fijos
colocados en estas vías rápidas, que son cerca de la mitad de los
aproximadamente 450 radares instalados por la DGT en carreteras
españolas, según datos facilitados a Libertad Digital por la propia
Dirección General.
Así, siempre según los datos de la DGT, el reparto de radares entre
autovías y carreteras de doble sentido es prácticamente al 50%, algo que
tampoco resulta muy lógico si lo que se pretende es favorecer la
seguridad, ya que el 70% de las muertes en accidente se producen en las
carreteras de doble sentido que, por tanto, tendrían que acumular más
radares.
Desde la DGT, no obstante, se aduce que la tecnología para alimentar de
electricidad a los radares fijos en carreteras convencionales es más
reciente que la de autopistas y autovías, y por eso el despliegue se
inició, allá por 2005, en estas vías rápidas.
Más que en Cataluña y el País Vasco
Los porcentajes de radares en cuesta abajo de la DGT superan con
claridad a los de los servicios correspondientes tanto en el País Vasco
como en Cataluña. Así, de los 25 radares en autopista del Servicio
General de Tránsito de la Generalidad sólo 11 estarían en pendiente
negativa, lo que supone un 44%.
El organismo similar del gobierno vasco, Trafikoa, sí tiene la mayoría
de sus radares en pendiente descendiente, 20 de 33, pero tampoco alcanza
el porcentaje de la DGT al quedarse en un 60,6%.
¿Persecución o decisión técnica?
En conversación telefónica con este periódico, una portavoz de la DGT ha
asegurado que no hay ninguna intención recaudatoria y que la ubicación
de los radares "la deciden los técnicos".
Por el contrario, las asociaciones de automovilistas sí ven que en los
radares hay un claro afán recaudatorio, así lo ha expresado Mario
Arnaldo, presidente de AEA, que insiste en que la única acción
preventiva directa es "poner a más guardias civiles en la carretera".
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