para los que crean en la "versión oficial": oficialmente no hubo heridos.. como para fiarse..
La POLICÍA disparó a dar. He estado al borde de la muerte por culpa de un pelotazo
“Me movió el instinto. Vi una escopeta y sabía que me iban a disparar y
así fue. No fue un accidente. La policía tiró a dar. Yo he estado al
borde de la muerte por un pelotazo de los antidisturbios”. Consolación
Baudín de la Lastra, Chelo, nunca olvidará el 11 de julio del año
pasado, cuando decidió ir al paseo de la Castellana de Madrid para
aplaudir la marcha de los mineros, procedentes de León y Asturias, en
plena reivindicación de ayudas para el sector de la minería del carbón.
“Salí a aplaudirles. Ya de retirada, con grupos de personas que alzaban
los brazos frente a la policía como muestra de rechazo a la violencia,
vi una escopeta, me giré y sentí en el costado un impacto terrible,
indescriptible, y perdí el conocimiento”, recuerda ahora.
A Chelo le contaron más tarde que unos manifestantes la trasladaron a un
banco de la calle y llamaron al Samur. Después de sus primeros
auxilios, fue trasladada al hospital de La Princesa de Madrid. No salió
hasta 60 días después, el 11 de septiembre, tras pasar un mes y medio en
la Unidad de Cuidados Intensivos en estado “muy grave”. El brutal
impacto de una pelota de goma en el costado de esta mujer, sumamente
delgada, hizo estragos. De entrada, le causó un neumotórax, con fractura
de vértebras, que requirió ventilación mecánica durante 40 días y hubo
que practicarle una traqueostomía.
Baudín sufrió un neumotórax a causa del impacto de una pelota de goma
Sin embargo, el caso de Chelo no consta en ningún sitio. Oficialmente no
existe. El Ministerio del Interior sostiene de forma pertinaz que aquel
11 de julio de 2012 no hubo heridos graves en los enfrentamientos entre
la policía y los manifestantes, ni le consta que hubiera algún
lesionado por un pelotazo de los antidisturbios.
Pero esta mujer asegura que no va a cejar. La batalla está planteada en
los tribunales y también en el Parlamento a través del diputado
socialista Pedro Muñoz, portavoz del grupo socialista en la Comisión de
Interior. “Quiero que se reconozca que se cometió un delito: ¿Qué
peligro público representaba yo para que me dispararan?”, pregunta sin
obtener aún respuesta.
Parte médico.
La marcha de los mineros terminó abruptamente esa mañana calurosa del 11
de julio de 2012. “Ocho detenidos y 76 heridos leves en las cargas
policiales contra la marcha minera”, escribió EL PAÍS ese día. Fuentes
de Interior aseguraron entonces que en la manifestación había “grupos
antisistema” que trataron de derribar las vallas de protección del
Ministerio de Industria, que era el lugar al que los mineros querían
llegar.
Es verdad que hubo grupos violentos que se mezclaron con los miles de
ciudadanos que acompañaron a los mineros, muchos de ellos con sus
esposas y niños, y a su lado, profesores con camisetas verdes y
activistas del 15-M. Entre estos, la jurista Chelo Baudín de la Lastra,
que se declara “de izquierdas” y “pacífica, por supuesto”. Sus hermanos
tardaron unas semanas en ir a los tribunales, conmocionados y con el
alma en vilo por la delicada situación clínica de esta mujer de 54 años,
viuda con un hijo veinteañero, sobre cuyo grave estado los médicos del
hospital de La Princesa de Madrid no pusieron paños calientes. Las
complicaciones en su organismo se encadenaron.
Parte médico.
Cuando esta mujer, que cree firmemente en el derecho de los ciudadanos a
protestar ante “las injusticias y los atropellos”, se acercó a aplaudir
a los mineros no pensó que su vida iba a correr riesgo. “Salí a
manifestarme para mostrar mi simpatía hacia los mineros que llevaban
muchos días de camino hacia Madrid”. No pertenece a ninguna organización
sindical o política, pero sí declara abiertamente su cercanía a las
posiciones socialistas. “Fui sola, aunque a otras protestas había ido
con mi hijo y años antes con mi marido, que murió de un infarto hace
cinco años con 50 años”, relata Baudín, cuyas formas denotan alto nivel
cultural y buena posición social.
Llegó el momento de acudir a los tribunales y el caso recayó en el
Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid. “De lo actuado se desprende
que los hechos investigados son constitutivos de infracción pernal, si
bien no existen motivos suficientes para atribuir su perpetración a
persona alguna determinada, a la vista del visionado de la grabación
aportada por el letrado de la denunciante, no es posible identificar al
funcionario del Cuerpo Nacional de Policía que presuntamente realizó el
disparo que lesionó a la denunciante”. Por tanto, “se acuerda el
sobreseimiento provisional y archivo de la presente causa”. Así lo
acordó el juez el 23 de noviembre pasado y de inmediato Baudín presentó
recurso, aún pendiente de resolución. “No voy a parar. En una democracia
no se pueden dar instrucciones a la policía, si es que se dieron, para
que disparen a ciudadanos porque se manifiesten sin la menor actitud
agresiva”, señala Baudín. En la denuncia archivada, ella presentaba a
varios testigos que vieron cómo un agente disparaba en dirección esta
mujer, su caída, su desvanecimiento y la llegada del Samur.
Una vez que estuvo fuera de peligro, aunque ha estado muy delicada hasta
el pasado enero, ni ella ni sus dos hermanos han cejado en denunciar su
caso ante la justicia, el Defensor del Pueblo y el Parlamento.
La defensora del pueblo, Soledad Becerril, ha requerido información a la
policía. Lo mismo ha hecho el portavoz socialista en la Comisión de
Interior. Las dos respuestas que Pedro Muñoz ha recibido del Gobierno le
han producido la máxima preocupación. “¿Qué información ofrece la
policía de lo que ocurre en las manifestaciones?”, inquiere el
socialista. Muñoz preguntó si Interior tenía identificadas a las
personas heridas en esa manifestación, así como las actuaciones del
Samur. Al Ejecutivo no le consta que hubiera ningún herido grave en esa
manifestación de mineros.
Un agente dispara el día que resultó herida Baudín.
El pasado 21 de marzo, el Gobierno respondió por escrito al diputado:
“No se tiene constancia de que los servicios del Samur utilizaran la
Unidad de Soporte Vital Avanzado. Se desconoce si alguno de los
manifestantes fue herido por el impacto de una pelota de goma, ya que
este extremo no figura en los partes facultativos expedidos por los
servicios médicos”.
Muñoz considera de “extrema gravedad” semejante respuesta, a la vista
del parte médico del Samur en el que el sanitario da cuenta de las
lesiones sufridas por Baudín de la Lastra.
El parte tiene fecha de 11 de julio de 2012, el día de la manifestación,
a las 14,16, y el lugar del suceso es el paseo de las Castellana 224 de
Madrid. “Paciente que procede de la manifestación”, refiere el parte
escrito a mano, como es habitual en los sanitarios del Samur. Se
describe a una mujer “delgada” que “recibe un bolazo en la espalda”.
Antes de "bolazo" el sanitario había escrito “gomazo”, palabra que tacha
para sustituirla por la citada. Señala que la paciente tiene “mucho
dolor, refiere estar muriéndose por dentro” y que podría sufrir
“fractura costal”.
Los sanitarios trasladaron a la herida al hospital de La Princesa, de
donde tardó dos meses en salir. Eso contradice lo que afirma el Gobierno
de que “no consta que se trasladara herido alguno con cuadro clínico
grave al Hospital de La Princesa y, por tanto, que nadie haya
permanecido dos meses en el citado hospital”.
El juez archivó la causa al no poder identificar al policía que le disparó
Consolación Baudín de las Lastra ingresó el 11 de julio por Urgencias.
Pasados ocho días, el 19 de julio, se emitió un parte que refleja la
gravedad de la paciente: “Traumatismo torácico con fracturas costales en
hemitórax derecho, fracturas de apófisis transversas de vértebras
lumbares, neumotórax…”. “Desde las primeras 24 horas de ingreso ha
precisado intubación orotraqueal y ventilación mecánica... Presenta
inestabilidad hemodinámica… La situación clínica de la paciente a día de
hoy sigue siendo grave”.
Sin embargo, nada de esto ha ocurrido, según la versión gubernamental.
El diputado Muñoz presentará esta semana otro bloque de preguntas sobre
el caso concreto pero, también, en torno a la “información que se ofrece
sobre lo que ocurre en las manifestaciones, sus consecuencias y el
estado de los heridos”.
“Si la respuesta de Interior no es verdadera, entonces no se puede
producir el control parlamentario”, explica Muñoz que hace de este caso
una categoría por si hubiera vulneración de la obligación del Gobierno
de responder a la oposición y de suministrar los datos que le soliciten.
Entre tanto, Chelo Baudín intenta volver a recuperar la normalidad,
ahora, que “casi” ya se encuentra repuesta. En este año de protestas
ella no ha estado en condiciones de salir a la calle a apoyar las causas
que cree justas. Después de esa manifestación a favor de los mineros,
hoy volverá a respaldar la marea blanca del personal sanitario. “Apoyo
su causa”, explica, “para que la sanidad pública siga siendo como es
ahora. ¿Cómo no les voy a apoyar si me han salvado la vida?”.
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