nadie es responsable de que el tramo careciera de los mínimos sistemas automáticos exigidos para esas velocidades, que sí que existen en otros tramos.. cuando de hecho una empresa cobró (y bien) por ello.. disfruten lo votado..
PP y PSOE pactan una revisión política del accidente del Alvia de guante blanco
El
enfrentamiento político entre los dos grandes partidos se ha mantenido
por ahora al margen del accidente de tren de Santiago. Y seguirá siendo
así en los próximos días. El Gobierno y el principal partido de la
oposición han acordado no convertir la tragedia del Alvia en nuevo
motivo de confrontación política. PP y PSOE creen que la sociedad no entendería un intercambio de acusaciones sobre su presunta responsabilidad en el siniestro y presienten que un cruce de argumentos acabaría perjudicando en realidad a ambas formaciones
por la historia reciente de la línea de alta velocidad Ourense-A
Coruña, el tramo en el que se produjo el fatídico descarrilamiento.
Según ha podido saber El Confidencial, la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha hablado por teléfono en los últimos días con su antecesor en el cargo, José Blanco, y también con la secretaria de Organización del PSOE, Elena Valenciano,
para cambiar impresiones sobre el accidente. Blanco, que asistió al
funeral en la Catedral del Apóstol aunque se mantuvo en un segundo
plano, expresó a Pastor su solidaridad con la tragedia y se ofreció a
colaborar en lo que pueda necesitar. En cuanto al contenido de la
conversación entre la ministra de Fomento y Valenciano, ambas se comprometieron a cooperar para que la desgracia no entre en el terreno de la contienda partidista.
Ese es el clima que se respirará esta semana en la comparecencia de la
ministra de Fomento en la Comisión del Congreso del mismo nombre. Pastor
quiere explicar la actuación de su departamento y responder las dudas
de la oposición. Estará acompañada por Julio González Pomar y Gonzalo
Ferre, presidentes de Renfe y Adif, respectivamente. Pero, al menos en
lo que respecta a la relación Gobierno-PSOE, se espera que la cita
discurra en un ambiente de normalidad, sin críticas exacerbadas al
adversario, según las fuentes consultadas.
Una inauguración cargada de contenido político
El principal motivo de la baja confrontación que rodea de momento al
accidente de Santiago en comparación con otras catástrofes, como la del
Prestige o la del metro de Valencia, es el contexto político que
acompaña a la tragedia. El tramo de la línea de alta velocidad en el que
el Alvia se salió de la vía fue inaugurado por Blanco el 10 de
diciembre de 2011, un mes después de las elecciones generales, cuando
sólo era ministro de Fomento en funciones.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (d), y el exministro de
Fomento José Blanco (i). (Efe)Blanco no quiso perderse ese acto por
culpa del adelanto de las elecciones generales. Era el proyecto al que
más tiempo le había dedicado en sus dos años y medio al frente de
Fomento. Veía en ese logro histórico para Galicia la catapulta que debía
auparle a la presidencia de la Comunidad Autónoma. El caso Campeón
frustró sus aspiraciones, pero en diciembre de 2011 su ambición estaba
prácticamente intacta.
Las dudas que ha generado la precariedad del sistema de control en el
tramo del descarrilamiento podrían haberle salpicado por la celeridad
que puso Blanco para inaugurar el servicio antes de tener que abandonar
el Gobierno. Sin embargo, el ex secretario de Organización del PSOE ha
conseguido que nadie le pida explicaciones ni responsabilidades
políticas por la configuración actual de ese tramo.
Lo cierto es que el Partido Popular se encuentra en circunstancias
similares. Pastor participó en aquella inauguración en calidad de
diputada del PP por Galicia, aunque sólo unos días después asumió la
cartera de Fomento. También asistió lógicamente en un lugar destacado el
presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que interpretó la llegada
de la Alta Velocidad a Galicia como el final de una reivindicación
histórica que había conseguido sellar su Gobierno. Acusarse ahora
mutuamente sobre las deficiencias de ese tramo inaugurado tanto por el
PP como por el PSOE con todos los honores no beneficiaría a ninguno de
los dos partidos y podría perjudicar a ambos.
¿Alta Velocidad o Velocidad Alta?
Hay otro elemento que va a contribuir a rebajar la
tensión política. El accidente ha demostrado que la seguridad y calidad
del tramo Ourense-A Coruña dista mucho de estándares de la Alta
Velocidad, la etiqueta que había acompañado a esa línea desde su
inauguración. Pero la propia ministra de Fomento ha tenido que admitir
después de la tragedia que ese tramo es en realidad de Velocidad Alta,
una alteración del orden de los vocablos que sitúa la línea en un
escalafón inferior al AVE. Pastor ha insistido incluso en aclarar la
terminología para tratar de salvar la imagen de la industria española de
Alta Velocidad en el exterior, porque se juega un contrato en Brasil
que asciende a 11.000 millones de euros y hay otros concursos en juego
en Turquía, Estados Unidos y Kazajistán.
Sin embargo, tanto el anterior Gobierno del PSOE como el actual del
Partido Popular, así como el Ejecutivo autonómico gallego, también del
PP, habían defendido hasta el día del accidente que el tramo Ourense-A
Coruña formaba parte de la red nacional de Alta Velocidad. Nadie precisó
el día de la inauguración que la línea sólo era de Velocidad Alta. Y de
hecho, Adif sigue vendiendo en su página web oficial que esa vía
pertenece a la máxima categoría del sistema nacional de ferrocarriles.
Ni PP ni PSOE parece que estén, por ahora, en condiciones de cuestionar
la actuación del adversario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario