Alemania tiene 100000 políticos.. hispanistán tiene 450000 políticos, además muchos de ellos tienen dos, tres, cuatro cargos (y sueldos); hay infinidad de empresas públicas y semi-públicas, con "amiguitos" enchufados.. hay mil sitios por los que recortar anter de poner un nuevo impuesto (que al final acabará pagando el borrego de turno).. pero es que como los sueldos son míseros, el dinero para pagar el impuesto saldrá de detraer el consumo.. con lo que al final se acabará peor que al principio.. eso sí: ya sale Rajoy diciendo que "ya nos estamos recuperando".. pues no se nota, oiga.. disfruten lo votado..
El nuevo tributo ‘ecológico’ que nos subirá otra vez la compra y el restaurante
Es un nuevo impuesto ecológico, o así lo llama el Gobierno. Es el último
de los más de 30 recargos fiscales que ha subido o creado el equipo de
Mariano Rajoy. En este caso el objeto a gravar son los aires
acondicionados, en concreto los gases que llevan en su interior para que
se genere frio o calor.
Y el sector más afectado por el nuevo recargo, que entrará en vigor en
enero, es el de distribución de alimentación, es decir, tiendas,
supermercados e hipermercados para los que supondrá un coste de unos 140
millones, casi el 40% de los 340 millones que Montoro prevé ingresar al
año con esta tasa. Pero también afectará a la atribulada hostelería, es
decir a restaurantes, cafeterías y bares, que también usan neveras de
gran capacidad. Será otro factor de presión añadido que puede hacer que
suban los precios en la barra y en la mesa.
Porque si no lo hacen, el sablazo de Hacienda lo va a tener que asumir
el hostelero, reduciendo beneficio o aumentando pérdidas, y no parece
que esté el patio, ni en la distribución ni en la hostelería, para
asumir más costes. Basta recordar los malos resultados anunciados por
gigantes de la distribución como El Corte Inglés o Carrefour. El grupo
español, por ejemplo, ganó en su ultimo ejercicio 171 millones, el 18%
menos. Por no hablar de los miles de bares que han desaparecido. Es
decir, que indirectamente el nuevo tributo nos va a afectar a todos.
Se producirá una cadena de recargos. El coste de los gases fluorados se
sumará al precio del gas y al IVA, y las empresas que lo suministren lo
repercutirán a los compradores. Las tiendas, que a su vez querrán
recuperar en todo o en parte ese gasto subirán los precios de los
productos en los lineales.
El impacto del nuevo impuesto, y llueve sobre mojado, no será pequeño
para todos estos negocios. Según cálculos del propio sector de la
distribución, citados por El País, el impuesto le supondrá unos 1.000
euros al año a las tiendas de pequeño formato, entre 5.000 y 9.000 euros
al año a los supermercados y hasta 9.000 euros a los grandes
hipermercados. Según las cuentas del sector, hay cerca de 20.000 puntos
de venta de alimentación en España.
Para el particular, sin embargo, el impacto directo será bastante
limitado, ya que quedan exentos los aparatos que usen menos de tres
kilos de gas. Según la asociación de consumidores OCU, las instalaciones
domésticas de aire acondicionado podrían encarecerse de media unos 65
euros. El aire acondicionado de los coches se libra del tributo. Por
ahora la cosa queda aquí, pero Montoro y su equipo barajan crear nuevos
impuestos que lleven la etiqueta de 'ecológicos'.
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