20131008

Economía de urgencia

Economía de urgencia




Hoy sale a la venta un nuevo libro de varios autores de este blog, Economía de urgencia. Está organizado alrededor de las respuestas que dimos los autores la primavera pasada a las preguntas que nos hicieron alumnos de primero de bachillerado de tres institutos. No obstante, está pensado para que pueda entenderlo cualquier lector que no sepa gran cosa de economía (en la medida en que somos capaces de hacerlo, claro, pues es algo que a los economistas nos cuesta muchísimo, como saben bien los sufridos lectores de este blog). Explicamos temas tan variados como qué es la economía, las causas y los remedios de la crisis, o por qué ganan mucho más Cristiano Ronaldo o Messi que la mayoría de los médicos, cuando estos hacen algo que resulta mucho más útil a la sociedad que los primeros. A continuación reproducimos el capítulo introductorio del libro. Ojalá os tiente leerlo y os guste. (Ver una nota sobre los autores al final del texto)

Economía de urgencia. Suena raro, ¿verdad? Pues sí, pero vivimos en tiempos raros y por eso ahora este título tiene sentido. En España, hoy, tenemos unos gravísimos problemas económicos y necesitamos echar mano de los mejores conocimientos sobre economía que estén disponibles.

En nuestro país, los más jóvenes, digamos de alrededor de 16 años, normalmente están estudiando pero ven a diario los problemas que crea la actual crisis económica. Y les surgen un montón de dudas. Veamos algunas de ellas.

¿De dónde viene este lío? Hace unos años todo iba tan bien, en casa nunca se hablaba de dinero. De repente todo se ve negro. Mi hermano mayor se ha quedado sin trabajo. Al principio cobraba el paro pero ya se le ha acabado y, además, los 400 euros que cobraba tampoco le daban para mucho. Mi padre y mi madre no dejan de hablar de un ERE que amenazan con hacer en la empresa de mi padre. ¿Por qué no interviene el Gobierno y obliga a su jefe a mantener los trabajos?

Hace unos años, algunos amigos de mi hermano, aburridos de ir a clase todos los días, dejaron de estudiar y se pusieron a trabajar en la construcción. Ganaban unos sueldos que le daban mucha envidia a mi hermano. Ahora están parados y como tampoco acabaron la ESO, la formación profesional o el bachillerato, ya nadie quiere contratarles. Algunos incluso han vuelto a estudiar, metiéndose en un módulo de FP. Pero mi hermano acabó el bachillerato y está también parado. Así que, ¿vale la pena seguir estudiando? Y si termino el bachillerato, suponiendo que me la puedan pagar mis padres, ¿me valdría la pena ir a la universidad? Si decido estudiar la carrera que me gusta, ¿tendrá salidas?

Después de acabar los estudios, si tengo suerte y consigo un trabajo, me van a hacer un contrato temporal de tres meses con un sueldo bajísimo. Yendo de contrato en contrato todo el tiempo, no podré ni pensar en irme de casa, y mucho menos en comprarme un piso, aunque mi pareja y yo juntemos los dos sueldos. ¿Y si me voy a Alemania o a Inglaterra cuando acabe de estudiar?

Según dicen, esta situación proviene de que hace años en España muchas empresas se dedicaron a construir casas y los bancos estaban encantados de financiarlas, mientras que los políticos aprovechaban la situación para sacar más votos y más dinero. Mucha gente vivía a todo tren. Por el camino, los precios de las casas subían como la espuma pero la gente las compraba, aunque costaban cada vez más, porque todos pensaban que seguirían subiendo para siempre. Incluidos los bancos, que daban hipotecas con facilidades a todos los que se las pedían.

Y de repente se paró todo. Ahora los precios de las casas están bajando, los bancos no dan crédito a nadie, resulta que muchos políticos estaban cobrando comisiones bajo mano y hasta el yerno del Rey parece que engañaba a Hacienda. Encima, aparentemente por culpa de Europa, el Gobierno dice que tiene que reducir el déficit y se ha puesto a recortar gastos en sanidad y educación como loco y a subir el IVA de todo lo que se mueve. ¿Quién es el culpable de esta situación? ¿Los políticos y los banqueros? Si los banqueros son culpables de haber dado tanto crédito a la construcción y las cajas de ahorros están quebradas, ¿por qué hay que salvar a los bancos en vez de a las personas? ¿Por qué no ha ido ningún banquero a la cárcel? Y los políticos, ¿por qué son tan corruptos? Y, sobre todo, ¿por qué parece que todo va peor en España que en otros países cercanos?

¿Y para qué demonios sirven los economistas? ¿Por qué no se dieron cuenta y pararon esta locura antes de que estallara? ¿Tienen propuestas para salir es esta crisis? Ahora mismo, ¿por qué no se crea más dinero para que no cierren las empresas? Antes el Banco de España emitía pesetas, pero ahora los euros los produce el Banco Central Europeo, que está en Alemania. Y dicen que no se pueden emitir más euros. ¿No sería mejor salirse del euro y volver a la peseta? Así se podría estimular la economía y no se tendrían que recortar los sueldos de los profesores o los médicos.

Todos los días sale en la televisión algo llamado “la prima de riesgo”, que por lo visto tiene que ver con los altos intereses que se pagan por la deuda que tenemos todos los españoles. Esos intereses tan altos los fijan los mercados. ¿No sería mejor librarnos de los mercados de una vez? Se deja de pagar la deuda y se hace borrón y cuenta nueva. No podría ser peor que como estamos ahora, ¿no?

Como nació este libro

En la primavera de 2013, los seis economistas agrupados aquí bajo el seudónimo Jorge Juan fuimos, en parejas, a tres colegios, a reunirnos con alumnos de primero de bachillerato. No les hicimos ninguna exposición, simplemente les dejamos que nos preguntaran lo que quisieran y contestamos lo mejor que pudimos. Nos encontramos con preguntas como las recién expuestas. Y también con otras que no tienen nada que ver con la crisis, como ¿por qué cobra tanto Cristiano Ronaldo en el Real Madrid o Messi en el Barça? ¿Y por qué cobran mucho más que un médico, que hace algo mucho más útil para la sociedad?

El libro está organizado alrededor de un conjunto de temas económicos importantes y de actualidad en los que agrupamos las preguntas. Así, cada apartado es la respuesta a una pregunta hecha por algún alumno en uno de los tres colegios.

Como economistas académicos, es decir, profesores de universidades y de centros de investigación, nos hemos hecho muchas veces preguntas parecidas y hemos intentado responderlas de forma científica. Metidos en nuestras clases e investigaciones, hemos volcado siempre nuestros mejores esfuerzos en entender lo mejor posible los problemas económicos, mucho más que en comunicar a la sociedad nuestros resultados o los de otros.

Sin embargo, la gravedad de la crisis económica que viene sufriendo España desde 2008 nos animó a intentar divulgar lo que sabemos. Por ello en 2009 algunos de nosotros fundamos junto con otros economistas y bajo los auspicios de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), un blog llamado Nada es Gratis, dedicado a dar a conocer al público en general el análisis económico sobre los principales asuntos que a todos nos preocupan. Este libro es una continuación natural del blog y del libro homónimo al que dió lugar, escrito junto con otros colegas bajo el mismo seudónimo. Una diferencia es que, gracias a las preguntas que nos hicieron los alumnos de los tres colegios, en el libro nos ocupamos no tanto de lo que creemos importante sino de lo que se lo parece a los jóvenes. Por tanto, estamos muy agradecidos a todos los alumnos que asistieron a las sesiones.

Este libro no tiene ni la estructura ni el estilo de un manual de economía, sino que pretende relatar, con cierto orden, las conversaciones que tuvieron lugar en los colegios. El resultado tiene un formato que persigue fomentar la reflexión del lector, sin que se sienta intimidado por un texto de corte académico. Leerlo es mucho más parecido a mantener una conversación que a leer un libro de texto. E igual que, a veces, una mano invisible pone orden en la aparente descoordinacion económica, confiamos en que del relato de las conversaciones que mantuvimos emerjan unas cuantas ideas claras. Es más, esperamos que no solo esos jóvenes sino cualquiera que mantenga la curiosidad y el asombro ante el mundo que tiene un chico de 16 años pueda disfrutar de esta lectura. Advirtamos también que los capítulos pueden ser leídos independientemente, por lo que a veces el lector encontrará algunas ideas que se repiten.

Aún así, es importante avisar de que la lectura de este libro puede dejar al lector con más preguntas de las que tenía antes. Y esta es precisamente una de las ideas fundamentales que merece la pena transmitir. Que en economía, como en muchas otras disciplinas, plantear las preguntas adecuadas es tan importante como intentar dar contestación a las preguntas.

Qué tipo de economía contiene este libro

Los economistas no tenemos ahora mismo muy buena reputación. Se nos acusa de no haber visto venir la crisis, de no entenderla y de no saber qué hacer para salir de ella. En este libro explicamos lo que sabemos al respecto, con el enorme reto de que lo puedan entender los jóvenes, de quienes depende nuestro futuro. Esperamos que cuando acaben de leerlo esa reputación sea algo menos mala. O, al menos, que vean en las limitaciones de nuestras explicaciones un hueco para plantearse ellos estas u otras cuestiones, pero siempre evitando las respuestas facilonas y el “todo vale”.

Para empezar, una de las cosas que explicaremos es que la economía no tiene como objetivo principal predecir el futuro, sino más bien entender lo que sucede en el mundo para tomar decisiones más apropiadas. Justamente porque somos muchas personas tomando decisiones, cada uno por su cuenta, es muy difícil acertar con la predicción. Veremos, por ejemplo, que el mero hecho de predecir algo y ser escuchado puede crear una “profecía que se autocumple”. O lo contrario, si predigo que el precio de un valor bursátil caerá mañana y soy escuchado, todo el mundo venderá y el precio caerá hoy, no mañana.

Y aunque no pretendemos ser adivinos, algunos economistas sí que vieron venir la crisis y ya en 2003 publicaron artículos en prensa (que pueden encontrarse fácilmente buscando en internet), además de otros más académicos, avisando al público de que la excesiva concentración de los recursos en el sector inmobiliario nos iba a costar caro y convenía pararla. Algunos de ellos, paradójicamente, luego tuvieron responsabilidades de gobierno y no supieron o no pudieron hacerlo. En parte porque es muy difícil decirle a la gente que termine la fiesta en el momento más “alegre”. Y en parte porque las recomendaciones de los economistas no siempre son agradables.

Y esto nos lleva a lo que sí hacen los economistas. La definición más tradicional de economía, debida a Lord Robbins, es que la economía es una ciencia que estudia la asignación de recursos escasos que tienen usos alternativos. Vamos, que nada es gratis, como dice el título de nuestro blog. A todos nos gustaría tener una estación de AVE en la puerta de casa y autopistas de diez carriles para ir a trabajar, hospitales llenos de médicos bien pagados que nos dedicaran mucho tiempo, escuelas con quince alumnos por clase y profesores excelentes y bien motivados económicamente. Podríamos seguir, pero ya se hacen idea de lo que queremos decir. La misión de los economistas es poner evidencia y rigor intelectual detrás de las decisiones, para saber a qué renunciamos y qué ganamos al tomarlas. Esto no nos hace muy populares, porque es como explicar a la gente que los Reyes Magos no existen, en contra de lo que los políticos y las empresas nos cuentan cada día.

A lo largo del libro indicamos que sabemos que los cambios que nuestra sociedad necesita para que la economía crezca más y mejor, y para que las crisis futuras –que las habrá– no tengan unos efectos tan devastadores como esta última, son difíciles y con frecuencia impopulares. Es comprensible que algunas personas se resistan a sufrir un coste ahora a cambio de un beneficio futuro que pueda resultar incierto. Pero los que hoy son más jóvenes sí disfrutarán de una sociedad más avanzada si hacemos las cosas bien y sufrirán las consecuencias de no hacerlo. Es su (vuestra) elección y, ya puestos a hacer cambios, cuanto antes mejor, porque las reformas no surten efecto de la noche a la mañana. Vamos, que también aquí se aplica lo de la “urgencia”.

Esperamos que después de leer estas páginas podrán comprender un poco mejor cómo y por qué hacemos nuestro trabajo y cómo llegamos a hacer las propuestas que hacemos a la sociedad. Por nuestra parte hemos ganado mucho con esta experiencia. Hemos aprendido que muchos chicos y chicas de 16 años están genuinamente interesados en la economía, que hacen preguntas inteligentes y están dispuestos a escuchar críticamente y de manera educada nuestras respuestas. Como somos científicos, nos resistimos a extrapolar sobre la base de tan pocos datos, pero si realmente los estudiantes con los que hablamos son representativos, el futuro de nuestro país es brillante. Ahora solo tenemos que ponernos todos a trabajar para construirlo.

Madrid, septiembre de 2013



Nota sobre los autores. El libro aparece bajo el seudónimo Jorge Juan, asociado a autores vinculados con Fedea. Aunque obviamente también se refleja en el interior que los autores somos Javier Andrés, Samuel Bentolila, Antonio Cabrales, Marco Celentani, José Ignacio Conde-Ruiz y Juan Rubio-Ramírez, por un error editorial la portada dice que es un libro de los autores de Nada es gratis. Lamentamos mucho este error, que esperamos se corregirá en breve, pues implica a nuestros compañeros del libro anterior y del blog, quienes no son en absoluto responsables del contenido del libro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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