Santiago Niño-Becerra: «No ens diuen la veritat»

Santiago Niño-Becerra: «No ens diuen la veritat»

EL PROFETA DEL CATACLISMO
El economista que alertó del crack dice que hay motivos para desconfiar de los cantos de sirena del Gobierno central. Según él, hasta 2023 no levantaremos la cabeza y, cuando lo hacemos, habrá que ser muy flexible para adaptarse a un panorama en el que sólo lo que sea necesario será importante.

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-Cada vez que expresa una opinión dan ganas de comprar Prozac.

-Si fuera así, correría a pedir una comisión a Pfizer.



-Y allí hay usted para disparar a bocajarro la verdad.

-De los famosos brotes verdes de la señora Salgado en la traca final de las flores de invernadero del señor De Guindos, no nos dicen la verdad.

-Entre a cortar la pierna.

-La evolución de esta crisis es como la del cáncer. De manual. Primera fase, la negación. Segunda, el «¿por qué me ha tocado a mí?». Tercera, la búsqueda de soluciones milagrosas. Y cuarta, que es la actual, la de la quimioterapia, que durará hasta 2015. El problema es que no todos están en la cuarta fase. Los unos tienen claro que nunca volveremos a 2006 y los otros no quieren saber la verdad.

-No hay para menos.

- ¿Se ha dado cuenta del cambio de mensaje del Gobierno? En abril presentó unas previsiones a la Comisión Europea para pedir los dos años de gracia que, aun sin aproximarse a las del FMI, eran muy duras. Fue el momento en que ha hablado con más claridad. Después, cuando ya se alcanzaron los dos años de gracia y bajó la prima de riesgo, empezaron a decir que nos recuperábamos.

- ¿Seguro que no tienen indicadores para un relativo optimismo?

-L'FMI ​​ha dicho que el año que viene el PIB crecerá el 0%.



-O sea, que sus predicciones no salen de la bola de cristal.

-Yo no analizo cifras secretas, sino datos muy fáciles de conseguir. La deuda privada, por ejemplo, se publica cada dos por tres. Y una vez comenzó a estallar el tema, en 2007-2008, fue fundamental fijarse en el aumento de la morosidad y la refinanciación de créditos. Ahora estoy muy pendiente de la deuda pública.

-Da miedo saber qué revela ...

-Año 2008, la deuda pública en España, 36,5% del PIB. 2014, está presupuestado en el 98,9%, teniendo en cuenta que el PIB crezca el 0,7%. ¿Qué indica la evolución de la deuda pública? El nivel de deterioro de la economía española.

-Total, que no es clarividente.

- ¡En absoluto! Estoy convencido de que lo que yo vi lo vieron otros economistas. Un ejemplo: 1996, deuda privada en España, 66%; 2005, deuda privada en España, 205%. Rumbo de colisión. Esto no se podía aguantar, y menos en una economía como la española, que dependía de la construcción, el automóvil y el turismo. Es imposible hacer 750.000 viviendas cada año.

- ¿Por qué no lo aireó nadie antes?

-Hay una cosa que se llama dependencias, y yo tengo la suerte de no depender de nadie. Trabajo para la Compañía de Jesús [el IQS pertenece a la orden], donde tengo libertad absoluta para decir lo que me dé la gana, y sólo tengo dos carnets: el de conducir y el DNI. Yo no me caso con nadie.

VAMOS HACIA PORTUGAL. Aclarado este extremo, bebamos un vaso de qué con sus previsiones. «Nos estamos portugalitzant. Vamos a una situación de carencias muy fuertes-avisa-. El Gobierno nos vende la película que con el turismo y la exportación España se salvará, y la oposición no dice que no, ¿eh? Es absolutamente falso. En los mismos presupuestos del Gobierno, las previsiones son que el saldo exterior cae, porque las importaciones crecerán ". A su juicio, la situación es muy complicada por tres motivos. Primero, este año la deuda pública alcanzará el billón de euros - «nadie, ni España ni otros países pueden pagar lo que deben». Segundo, España no crece - «de entrada creo que no crecerá el 0,7%, que no es nada, y si no crece, la recaudación fiscal será baja, y los intereses de la deuda son de 36.000 millones de euros. ¿A costa de que se puede pagar? A costa de más recortes sociales ». Y tercero, no se generará empleo: «Porque España pueda bajar el 26% de paro, se deberían hacer 800.000 viviendas al año. Y eso no es previsible ».

2014, momento cero

El economista predice que el momento cero de esta crisis-la número 18 en los últimos 2000 años será en julio del 2014, cuando el Banco Central Europeo publique los resultados de la auditoría del primer trimestre. «A partir de ahí, las cosas quedarán claras y comenzarán a tomar medidas». El buen dato: el PIB no bajará más, el paro crecerá poco y la tasa de pobreza no subirá mucho. La mala: aunque la situación esté estabilizada, «la gente lo notará poco», como susurró el ministro De Guindos la semana pasada. «Creo que la gente no solamentho notará poco-añade Niño-Becerra-, sino que le parecerá que vamos a peor, porque cada vez le costará más coger el coche y salir a tomar una cerveza».

El horizonte, explica, es el de un crecimiento estable del 0, o del 1%, ya partir de allí, a ir tirando, con un paro estructural elevado. «En esta dinámica, España lo tiene mal, porque necesita crecimientos muy elevados para absorber tanta mano de obra. Pero el Gobierno no habla de eso y la oposición no pregunta », se queja nuevamente del silencio administrativo.

¿Y qué pasa con Cataluña, la tercera autonomía en la que menos invertirá el Gobierno, después de Asturias y de Murcia? ¿La solución es la independencia? Niño-Becerra menciona el estudio de las doctoras Núria Bosch y Marta Espasa, de la UB, que concluye que una Cataluña independiente generaría un superávit medio anual de 13.000 millones de euros. Pero puntualiza: «Cataluña tiene un problema económico, pero para resolverlo no es necesaria la independencia. De entrada, si cogiéramos el concierto vasco y eltraduïssim del euskera al catalán, el problema quedaba resuelto y luego podrían abordarse otros puntos ».

Ahora bien, dice, para resolver el problema económico, Cataluña necesita mucha más autonomía económica y financiera. «Si para obtener esta mayor autonomía es necesaria la independencia, entonces la independencia se convierte en un instrumento, no un objetivo», afina. «Por otra parte, la independencia plantea problemas sobre los que no se habla. Por ejemplo, ¿OTAN sí o no? ".

- ¿Y dice que la gran inversión ve con buenos ojos el proceso?
-Pienso que le interesa. En España hay tres regiones que dan-Madrid, Baleares y Cataluña-y el resto que recibe. Esto no es sostenible. La gran inversión internacional sabe que si Cataluña tuviera más autonomía económica y financiera, estaría mejor. En Cataluña pueden aparecer clusters en el sector industrial y agrario, al porcino, por ejemplo. El problema vendría después ...
- ¿Qué quiere decir?
-Si coge un compás, clava la aguja en la plaza de Cataluña y traza un círculo de 50 kilómetros, allí tiene el 50% del PIB de Cataluña. Lo que queda fuera, ¿qué?

EL MODELO DEL 2023 Con todo este equipaje, iremos avanzando hacia el 2023, dice, cuando estrenaremos una nueva página de la historia económica en Quero será el que fue. Un panorama que, haciendo un símil, se parecerá más al siglo XVII que al XX. Porque al XX, el objetivo político era que la gente estuviera bien-si estaba bien, consumía, pagaba impuestos, votaba, se reproducía y no escuchaba propaganda del otro lado del telón-, pero hoy es el Banco Central Europeo quien dicta el ques'ha de hacer. «El modelo de protección social que hemos conocido ha terminado. Lo dijo hace dos semanas el jefe de Estado de Holanda, el rey Guillermo, cuando se inició el curso parlamentario ». Y para rematar la pesadilla, la tecnología está desplazando la mano de obra. «Cuando salió el Volkswagen Golf se necesitaban 36 horas por unidad, hoy se hace en siete horas», señala. De hecho, Jeremy Rifkin, teórico que respeta, asegura que el 100% del PIB la acabará generando el 5% de la población mundial.

-En el futuro «sólo serán necesarias las cosas importantes», anuncia usted.
-Sí. Hasta ahora lo importante era tener 20 trajes de Armani en el armario y dos Cayenne en el garaje, y eso era bueno para el PIB. Pero el consumo se disparó a base de crédito. El endeudamiento privado fue la gran trampa. Esto ya no volverá.
- ¿Tampoco el trabajo fijo?
-Habrá un porcentaje de horas de trabajo que no serán necesarias. Y eso es nuevo. Pienso en el trabajo a tiempo parcial. El problema es que hay exceso de mano de obra.
- ¿Quién tendrá más oportunidades?
-Quien tenga una alta cualificación. Especialmente, en campos como las ingenierías, la logística, el reciclaje, la biotecnología. El albañil que pone ladrillos no tiene futuro porque, entre otras cosas, se están diseñando máquinas que imprimen edificios.
-Eso exigirá otra mentalidad.
-Se deberá ser muy flexible. Las posturas maximalistas e inamovibles no irán a ninguna parte. Y tendrá que ir hacia una sociedad participativa. Creo que se reforzará el peso del municipio, que se prefigura como la unidad próxima al ciudadano. No será difícil, por ejemplo, ver salir una ordenanza que obligue a barrer tu trozo de acera.