1000 Euros anuales por habitante, sólo en intereses de una deuda que sigue creciendo y creciendo (el gráfico es aterrados), no digamos ya de devolver el principal.. y ésta es la "senda de la recuperación" de Rajoy..
disfruten lo votado..
La deuda pública le cuesta a cada hogar 3.000 euros al año en intereses
Casi mil euros por habitante; unos 3.000 por cada hogar español medio.
Eso es lo que cuestan este año los intereses que hay que pagar por la
deuda de las administraciones públicas españolas, que sigue creciendo y
encara la barrera del billón de euros. Un listón que, en realidad, ya se
ha alcanzado si se cuenta también el endeudamiento de las empresas
públicas.
Crece la deuda total y cada año se agranda el «recibo» que hay que pagar
a los que prestan el dinero. Hay que devolver el principal y para eso
se tiene que recurrir a más deuda porque los ingresos del sector público
no dan de sí. Los impuestos de empresas y particulares contribuyen a
pagar los intereses, pero la caja del sector público español no da para
devolver el dinero prestado cuando toca hacerlo. Así que se recurre a
nueva deuda, y de más calibre, porque parte se necesita también para
cuadrar las cuentas del resto de gastos públicos.
Cuando acabe el año el Estado en su conjunto habrá pagado 128.000
millones de euros por lo que le tocaba devolver de capital prestado
-vencimientos de deuda-. La cifra sube a 133.000 millones si se suma la
parte de las empresas públicas que tienen las distintas
administraciones. Pero esto es sólo una parte del «recibo» de la deuda.
La otra es la factura por los intereses, un gasto que al acabar este año
habrá rondado los 43.000 millones. De ellos, unos 2.000 millones por
los intereses que pagan las empresas públicas y, el grueso, los otros
41.000 millones, por los que habrán abonado durante todo este año las
distintas administraciones públicas: la Administración central, las
autonómicas y las corporaciones locales (ayuntamientos, diputaciones,
cabildos y consejos insulares, mancomunidades y comarcas).
Todo este gasto financiero del sector público acaba repercutiendo en los
impuestos que pagan empresas y particulares. Es una parte de la
recaudación que, en vez de dedicarse a servicios y prestaciones
públicas, se va en pagar intereses por la deuda. Este año, esos
intereses que abona el sector público salen a una media de casi 900
euros por español. Contando también las empresas públicas y haciendo la
cuenta por cada hogar medio de tres miembros, el coste sale a 3.000
euros en números redondos.
El Gobierno de Rajoy ha conseguido reequilibrar las cuentas lo
suficiente como para recuperar la confianza de los mercados financieros.
Gracias a eso la factura por intereses de la deuda no se ha disparado
más. La rebaja de la prima de riesgo ha aliviado estos costes en varios
miles de millones de euros. También lo están notado el resto de
administraciones.
El Estado pagará este año 31.000 millones de euros por los intereses de
su deuda pública; las comunidades autónomas, 8.245 millones; otros 1.600
millones de euros las corporaciones locales y algo más de 2.000
millones entre todas las empresas públicas.
Herencia envenenada
Esta «factura» no ha parado de crecer desde 2007. Lo ha hecho porque el
volumen de deuda pública ha aumentado considerablemente y porque, a la
par, el precio al que los mercados prestaban dinero al sector público
llegó a dispararse por la crisis y las dudas que generaba España.
Zapatero apostó por el gasto público en la crisis, cuando se reducían
los ingresos tributarios. La fórmula tuvo una consecuencia lógica, que
se paga ahora con más deuda y más intereses. Más deuda, porque además ha
habido que digerir los abultados impagos que acumulaban las distintas
administraciones públicas, las facturas que estaban en los cajones. Y
más deuda, también, porque además la crisis evidenció el abultado
déficit estructural de un sector público que necesita cada año casi
medio billón de euros para sostenerse en un país que en los últimos años
es capaz de generar un billón de euros (PIB). En la etapa de Zapatero
se disparó la deuda y aún así el sector público fue sumando facturas en
los cajones a las que ha habido que dar salida en los dos últimos años.
Poner las cuentas al día en todas las administraciones públicas ha
obligado a recurrir a más deuda sobre la que ya había, que era mucha.
Deuda sobre deuda.
Hoy por hoy, el endeudamiento público le cuesta a un hogar medio 3.000
euros al año en intereses. Y si se quisiera amortizar de golpe toda la
deuda pública que suma España, cada hogar tendría que poner casi 68.000
euros. Es la abultada «mochila» que arroja nuestra casa común. Cada
español que nace ahora viene al mundo recibiendo una particular herencia
colectiva, su porción de deuda pública: unos 21.400 euros anotados en
su «debe» como ciudadano.
Préstamos en escalada
En menos de seis años, desde finales de 2007, la deuda del sector
público español ha aumentado en un 140%, casi 600.000 millones de euros
más. En cifras absolutas, la parte más abultada se concentra en la
Administración central. Pero, proporcionalmente y con mucha diferencia,
han sido las autonomías las que más han disparado su endeudamiento: un
218% en cinco años y medio, 133.000 millones de euros más. La de la
Administración central, en el mismo período, ha aumentado en menos del
150%. La deuda de las corporaciones locales ha crecido en un 46%. Y el
endeudamiento que suman las empresas públicas en su conjunto es, ahora,
un 74% mayor que el que tenían a finales de 2007.
Las empresas públicas estatales acumulan una deuda financiera de unos
34.000 millones de euros. Casi 10.000 millones las pertenecientes a los
gobiernos autonómicos y de unos 7.800 millones de euros las empresas que
tienen contraídas las corporaciones locales.
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