pues nada, que mantengan los planes PIVE, así mucha gente tendrá coche nuevo para ir al trabajo (ah, no, que de eso ya no hay, y para eso tampoco hay incentivos)..
disfruten lo votado..
La razón por la que Soria mantendrá los planes PIVE: el Estado ingresa 4 euros por cada uno que invierte
El
ministro de Industria, José Manuel Soria, aseguró ayer que el Gobierno
mantendrá las ayudas a la compra de automóviles mientras sean rentables.
Hasta ahora lo han sido, y mucho: los 640 millones invertidos por el
Estado en el sector desde 2007 le han reportado unos ingresos de 2.700
millones gracias al impulso de las ventas y a los ingresos fiscales
derivados de esa demanda adicional
Los incentivos públicos a la compra de coches para sostener las
maltrechas cifras de venta del mercado español y favorecer la renovación
y modernización de su parque automovilístico han dado sus frutos.
Y no sólo porque las matriculaciones han vuelto a crecer en el acumulado
enero-octubre por primera vez en casi tres años, con impulsos tan
importantes como el registado en octubre, mes en el que las ventas de
vehículos se han disparado un 34%, sino porque el Estado ha ingresado
vía impuestos cuatro veces más de lo que ha invertido en dichas ayudas.
En 2009, el Gobierno de Zapatero puso en marcha el Plan 2000E, dotado
con 240 millones de euros para ese ejercicio y el siguiente. A esa
iniciativa se han sumado después los cuatro planes PIVE de la
Administración de Rajoy, así como el programa PIMA Aire, destinado
específicamente a vehículos comerciales ligeros, dotados en conjunto con
unos 400 millones de euros (75 millones el primero, 150 millones el
segundo, 70 millones el tercero y otros 70 millones el cuarto, junto a
los 38 millones del PIMA Aire).
Una inversión notable durante la crisis que, sin embargo, ha
proporcionado al Estado suculentos réditos. Y es que según las
estimaciones de Anfac, la patronal de la industria automovilística, el
erario público ha recibido del sector alrededor de 2.700 millones de
euros a cambio de esas ayudas, gracias a la demanda adicional que han
generado y que se han traducido en una recaudación extra, esencialmente
por la vía del IVA y del Impuesto de Matriculación.
Con estos mimbres, no es de extrañar que el ministro de Industria haya
anunciado este jueves que los incentivos al sector se mantendrán
mientras sean rentables para la economía española y para el sector. Un
propósito que cuenta con el beneplácito del ministro de Hacienda,
Cristóbal Montoro, quien, según Soria, ya se mostró convencido del
impacto positivo de estos planes de estímulo desde las primeras fases de
los planes PIVE y PIMA Aire.
Recaudación por IVA De los 2.700 millones que el Estado ha ingresado por
sus ayudas al sector desde 2007, la mayor recaudación deriva
fundamentalmente del IVA, ya que el Impuesto de Matriculación cae, no
sólo por las menores ventas, sino por la mayor eficiencia de los
vehículos nuevos comprados.
En la actualidad, según los fabricantes, casi el 80% de los coches
nuevos comprados están exentos del pago del impuesto por emitir menos de
120 gramos de CO2 por kilómetro. De hecho en los nueve primeros meses
del año, la recaudación en concepto de impuesto de matriculación se
situó en 197,3 millones de euros, lo que supone una reducción del 25,7%
con respecto al mismo período de 2012, según datos de la Agencia
Tributaria.
Por otro lado, según los datos de Aniacam, la patronal de los
importadores de vehículos, la renovación del parque con unos 365.000
vehículos más eficientes con los 365 millones de euros aportados por los
cuatro planes PIVE del Gobierno de Rajoy van a suponer un ahorro de 127
millones de litros de combustible evitando la importación de 800.000
barriles de petróleo; a la vez que se reduce la emisión de 262.000
toneladas de CO2 a la atmósfera.
Industria esencial para la economía
Además de haberse revelado una
inversión muy rentable para el Estado, los sucesivos planes PIVE, que en
sus últimas versiones contemplan también ayudas para motos e incluso
para vehículos destinados a personas con movilidad reducida, así como la
extensión de los incentivos a los vehículos comerciales, evidencian
también la importancia que el actual Gobierno otorga a una industria
esencial para la economía española (lo que no quita que el ministro
Soria, como él mismo ha reconocido, se mostrara reacio durante sus
primeros meses al frente de Industria a invertir recursos públicos en
incentivos para el automóvil).
Y es que el automóvil no es sólo uno de los grandes motores de la
exportación española, con un superávit comercial de casi 11.000 millones
de euros hasta septiembre, o un peso pesado en el ámbito del empleo o
de la generación de actividad (da trabajo a más del 7% de la población
activa española y representa alrededor del 6% del PIB nacional), sino
que además es una de las grandes fuentes de ingresos del Estado.
Según las previsiones de Anfac, las arcas públicas recaudarán este año
cerca de 24.000 millones de euros del sector del automóvil en concepto
de las diversas tasas e impuestos (IVA, Impuesto de Matriculación,
consumo de carburante, impuesto de circulación, adquisición de
vehículos...), frente a los 23.315 millones ingresados en 2012 y muy
cerca de los 24.101 millones registrados un año antes.
La propia industria reconoce que el mercado nacional se mantiene (e
incluso empieza a crecer) gracias a la respiración asistida de los
planes de estímulo, ya que, según Anfac, "el consumo interno se
encuentra todavía en niveles muy bajos".
Perspectivas halagüeñas
A pesar de ello, las perspectivas del sector son
halagüeñas para la recuperación del mercado interno. José Manuel
Machado, presidente de Ford, dentro de las jornadas de automoción
organizadas por el IESE y el KPMG celebradas esta semana, ha explicado
que "en 2017, España alcanzará el millón y medio de coches vendidos en
año".
Enrique Lorenzi, director comercial de General Motors en España, se
mostró sin embargo más cauto durante la presentación del Opel Insignia,
afirmando que "en tres años se alcanzaría el millón de unidades
vendidas"
De igual modo, las fábricas también alcanzarán los tres millones de
vehículos fabricados gracias a los nuevos modelos adjudicados y a los
que están por llegar. Así, por ejemplo, la fábrica de Figueruelas en
Zaragoza, al recibir el Mokka y un nuevo monovolumen del segmento B
(fruto de la alianza con el grupo francés PSA Peugeot Citroën) va a
pasar de las 280.000 unidades en 2013 a 480.000 en 2017, recuperando los
mil empleos que ahora mismo sufren un ERE temporal.
Por su parte, la planta de Martorell de Seat está a la espera de la
decisión del Grupo Volkswagen de sí fabrica un SUV de la marca Seat,
hecho que parece más que probable. La duda es si la adjudicación de este
nuevo modelo vendrá a España o se marchará para las factorías del grupo
alemán en la República Checa.
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