hispanistán: impuestos, impuestos y más impuestos, para dar algunas migajas en forma de subvenciones, a los amiguitos, claro..
disfruten lo votado..
UGT recibió un local público para una fundación fantasma
Logró que el Ayuntamiento del PSOE le cediera una oficina por 25 años cuando la organización aún no existía
Alcorcón, 28 de marzo de 2011. Apenas quedaban dos meses para la
celebración de las elecciones municipales que dejarían al socialista
Enrique Cascallana fuera de la alcaldía, cuando el Ayuntamiento de
Alcorcón aprobó durante un Pleno adjudicar a los representantes
sindicales de UGT en el Consistorio un local de propiedad municipal. El
asunto no tendría más trascendencia –por entonces el sindicato ya
contaba con un local para trabajar en la localidad (igual que Comisiones
Obreras y el sindicato de funcionarios CSIF)– si no fuera porque la
petición se realizó para alojar una fundación que ni siquiera se había
llegado a constituir en el momento en que resultó adjudicataria de la
oficina de titularidad pública para desarrollar su labor. Una fundación
fantasma.
Sin siquiera haber firmado el convenio, y a pesar de que para lograr
esta adjudicación debían presentar los documentos relativos a la
constitución de la nueva organización, entre otros papeles, los
sindicalistas de UGT lograron que el equipo de Cascallana les entregara
las llaves de una segunda oficina.
En Alcorcón, UGT cuenta con un local de 561 metros cuadrados cedido por
el Ayuntamiento. Una sede en la que sólo deben hacerse cargo del pago de
los recibos de agua y luz y para cuyo funcionamiento cada uno de los
representantes de este sindicato (10 delegados en el Ayuntamiento, 4 por
la Universidad Popular de Alcorcón y 5 más por el Patronato Deportivo
Municipal –en la actualidad no hay representantes de las dos últimas
instituciones–) cuentan con una subvención municipal de 706 euros por
persona al año. Así, antes de que terminara el mes de marzo, los
ugetistas de Alcorcón se encontraban con dos propiedades en su poder y
más de mil metros cuadrados en locales municipales para desarrollar su
labor. Porque no fue hasta ocho días después de tener en su poder las
llaves de su segundo local –de 634 metros cuadrados en el barrio de San
José de Valderas–, cuando el sindicato formalizó ante una notaría de la
capital la constitución de la Fundación de Ayuda a las Víctimas de
Accidentes Laborales (Fundival), una organización cuya creación se había
propuesto durante la celebración de un congreso regional en mayo de
2009 pero que no había llegado a fraguarse hasta que Cascallana facilitó
al sindicato el acceso a una sede. Una oficina a la que tendrían
derecho sin pagar un euro, según el convenio, durante un periodo de 25
años.
Finalmente, el 20 de mayo de 2011, UGT-Madrid anunciaba a través de su
página web la inauguración de la sede de Fundival en Alcorcón, un acto
al que asistirían representantes del Ayuntamiento de la localidad
(gobernado entonces por el PSOE) y de la comisión ejecutiva de UGT de la
Comunidad de Madrid.
En ese momento, según un documento elaborado tras la llegada del
Gobierno de David Pérez al Ayuntamiento alcorconero, el Consistorio
destinaba a arrendamiento de locales en los que tenía instaladas
distintas dependencias administrativas un presupuesto cercano a los
173.000 euros. Por eso, a petición del nuevo responsable de Hacienda y
Urbanismo, el Ayuntamiento inició un expediente de resolución de cesión
del citado local en San José de Valderas. Esta acción por parte del
Partido Popular tendría su respuesta del sindicato en forma de
manifestaciones en las que estuvieron acompañados por los ex concejales
del Gobierno del socialista Cascallana. No sería hasta el 24 de junio
cuando de nuevo el Pleno del Ayuntamiento dió marcha atrás a la
adjudicación del local y resolvió no cedérselo de forma gratuíta a la
fundación ligada a UGT.
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