y el banquero comiendo el turrón.. disfruten lo votado..
Muere en prisión el policía que apuñaló a un exbanquero por unas preferentes
El policía local de Valencia Julio M.T., encarcelado desde el pasado
mes de mayo por apuñalar a un exdirector de Bankia que había vendido
371.000 euros en acciones preferentes a sus padres, a él y a otros
familiares, fue encontrado muerto en su celda de la cárcel de Albocàsser
en la tarde de Nochebuena, apenas unas horas después de haber recibido
la visita de sus progenitores en un vis a vis familiar. La Guardia Civil
y un juzgado de Castelló investigan el fallecimiento, que en principio
obedecería a una muerte voluntaria.
El cadáver de Julio fue descubierto por otros reclusos sobre las cinco
de la tarde del martes. Al parecer, se habría ahorcado utilizando hilo
dental y los flecos trenzados de una fregona. El recluso estaba
protegido con el programa de prevención de suicidios desde su ingreso en
prisión, a finales del pasado mes de mayo, pero el psiquiatra que lo
atendía había permitido la retirada de ese protocolo hace mes y medio
ante la mejoría que el paciente había experimentado, según explicó ayer
su madre, Maruja, a Levante-EMV.
Nada más ingresar en la cárcel de Albocàsser, Julio ya había intentado
quitarse la vida, pero la acción fue evitada por el preso de confianza
que compartía celda con él en virtud del protocolo de prevención de
suicidios. De hecho, la madre relató que el médico incluso le había
rebajado la medicación ante la importante mejoría de Julio.
Los padres fueron a visitarle ese mismo día, el de Nochebuena, a la una y
media de la tarde, en un vis a vis familiar. «Lo notábamos tranquilo.
No me explico qué ha podido pasar. Cada vez lo veíamos mejor. Ese día
incluso nos pidió que hiciésemos lo posible por llevarle a su hijo el
próximo sábado, el día en que el niño cumplirá seis años. No nos lo
explicamos», repite una y otra vez Maruja, totalmente destrozada.
Su situación procesal incluso era favorable. De hecho, los abogados de
Julio M.T. esperaban conseguir en breve algún permiso o, incluso, la
libertad bajo fianza. Los padres conocieron la noticia precisamente a
través de los letrados, que acudieron personalmente al domicilio de los
progenitores a última hora de la tarde de Nochebuena, poco después de
que fueran informados de la muerte de Julio por los responsables del
centro penitenciario de Albocàsser.
«Cuando sonó el timbre y vimos que eran ellos, pensamos que nos traerían
una buena noticia, que le habían concedido un permiso para estos días
de Navidad. Y sin embargo... A Julio se le estaba haciendo muy largo el
tiempo en prisión, pero aún así estaba mucho mejor últimamente. No lo
entendemos», lamenta la mujer.
Arrestado el día de Navidad
Por si conocer la muerte de su hijo no había sido suficiente mazazo, el
padre de Julio acabó ayer detenido por la Policía Nacional después de
que el banquero que les había vendido las preferentes y subordinadas a
toda la familia le denunciara por amenazas.
Cuatro agentes acudieron al domicilio de Julio y Maruja ayer por la
mañana y se llevaron al hombre arrestado, aunque quedó en libertad por
la tarde, nada más terminar su declaración en comisaría. Al parecer
Julio, el padre, llamó el miércoles por teléfono al banquero, familiar
de ellos, para echarle en cara el suicidio de su hijo. Lo hizo en
presencia de sus abogados y de su esposa, quien niega que hubiese
amenaza alguna en esa conversación, sólo desahogo.
«¿Y encima dice que lo ha amenazado? No hay derecho. Yo estaba delante y
no es verdad. Lo más fuerte que le dijo es que él había hecho todo lo
posible por ver a mi hijo muerto y que ahora ya lo había conseguido»,
asevera Maruja.
Los letrados también acudieron a la comisaría de Valencia y prestaron
declaración como testigos para reafirmar que no hubo ninguna amenaza
durante la breve conversación con su interlocutor.
Tal como publicó este diario, Julio M. T. fue detenido el pasado 26 de
mayo por presuntamente apuñalar al pejubilado de Bankia, primo lejano de
su madre, en una segunda residencia de éste, en Pinedo. La víctima de
la agresión había conseguido que la familia de Julio incluyendo 88.000
euros de su abuela, de 93 años invirtiese 371.000 euros en lo que creían
un plazo fijo y acabó siendo un episodio más de preferentes. «Mi hijo
estaba desquiciado. Cuando se enteró, cayó en una depresión y empezó a
obsesionarse con el asunto. Incluso creía que acabaría perdiendo la
casa», relató entonces Maruja a este diario.
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