20140216

Candidata de "Podemos" (Pablo Iglesias): "Construyendo un discurso antimaternal...¿es obligatorio querer a los hijos?"

Candidata de "Podemos" (Pablo Iglesias): "Construyendo un discurso antimaternal...¿es obligatorio querer a los hijos?"

No sé ni qué comentar, la verdad. Me he quedado simplemente mudo al leer lo que les voy a citar (extractado). Caen los último velos de lo que hay realmente en el corazón del "Feminismo". No es una visión agradable.

Les dejo con la señora Beatriz Gimeno:

Construyendo un discurso antimaternal



El feminismo tiende a ignorar la naturaleza compulsiva de la maternidad, a quitar importancia a su papel en la comprensión de la discriminación estructural e ideológica de las mujeres y a mantener como tabú cualquier discurso contrario.

El otro día, en la penumbra de una reunión nocturna, hablando de esas cosas que no suelen mencionarse a plena luz del día, varias amigas terminamos hablando con franqueza absoluta de la maternidad. Y tras la charla, fuimos varias también las que acabamos coincidiendo en que al feminismo le queda mucho por decir acerca de la maternidad, aun cuando se pudiera pensar que ya lo ha dicho todo; al fin y al cabo, la maternidad es uno de sus temas de siempre. Pudimos constatar que, a pesar de que la maternidad ha sido estudiada, analizada y cuestionada, y que la reivindicación de los derechos reproductivos es una constante dentro del feminismo, no hay propiamente dentro de éste un discurso claramente antimaternal.

...Hay otra cuestión aún más prohibida: la de ser madre y arrepentirse

...Porque la mala madre es la peor imagen que cualquier cultura reserva para algunas mujeres, las peores; nadie quiere ocupar ese lugar. Una puede asumir desde el feminismo, e incluso defender transgresoramente, que es una mala esposa, mala compañera, mala hija, mala amante, mala trabajadora, mala mujer, mala en general (Las mujeres buenas van al cielo, pero las malas van a todas partes), pero… ¿mala madre? Que la idea nos resulte tan personalmente devastadora es síntoma de lo absolutamente férreo que es el control sobre la maternidad y, por ende, sobre las mujeres. Ser mala madre es casi lo peor que una mujer puede ser.

No ser madre es una elección personal al alcance de muy pocas mujeres en el mundo y se sigue llevando con discreción, casi en soledad, y sobre la que siguen recayendo sanciones sociales. La no-madre se pasará la vida contestando a preguntas que dan por hecho que lo normal es elegir ser madre. Pero aun cuando ese margen de elección sea muy estrecho, hay otra cuestión aún más prohibida: la de ser madre y arrepentirse. Existen múltiples barreras psicológicas y sociales para poder expresar algo como eso, para poder expresárselo incluso a una misma. La madre que lo es y se arrepiente de esa elección jamás lo confesará

...Porque, además, ¿es obligatorio querer a los hijos ?...

...Y podemos incluso ir más allá: puede no quererse a los propios hijos y no ser un monstruo. Los hijos se tienen en la completa ignorancia; nadie sabe cómo será cuando lleguen e invadan la vida para siempre

...A los hijos no se les quiere por instinto, tal cosa no existe. A los hijos se les suele querer, sí, pero a veces no tan rápido como nos dicen; a veces no tanto como se nos supone; a veces también el amor cambia y se debilita con el tiempo y, finalmente, a veces, aun queriéndoles mucho, es posible pensar en que la vida hubiera sido mejor si hubiéramos tomado la decisión de no tenerlos...

...Además de los discursos promaternales propios del sexismo, lo cierto es que periódicamente y desde espacios ideológicos feministas aparecen discursos promaternales que ofrecen, supuestamente, nuevas visiones de la maternidad que terminan siendo la de siempre: visiones místicas y voluntaristas en las que se pretende despojar a la maternidad de sus antiguos significados simplemente porque se desea.

...se presentan nuevas situaciones como las maternidades lesbianas o las maternidades mediante técnicas de inseminación como actos de rebelión contra el patriarcado, dejando a un lado lo que tienen de empeño consumista de adscripción capitalista , además de confirmar más que disentir, del rol maternal tradicional.

,,,debemos reflexionar más sobre una institución maternal inscrita ahora en el consumo de masas y en el esencialismo naturalista ; debemos reclamar, como poco, un espacio de reflexión sobre la antimaternidad. Y más aún porque nos encontramos en un momento en el que el discurso dominante se está reforzando al redefinir la maternidad a través de discursos que parecen menos patriarcales pero que no ponen en cuestión lo fundamental: que el hecho de que la mujer pueda tener hijos no explica ni justifica que quiera tenerlos; ni tampoco que tenerlos sea bueno, mejor o siquiera apetecible
.


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Yo, yo, yo...no sé ni qué comentar.

Esta señora es muy inteligente (no me caben dudas, estoy leyendo todo su blog), muy articulada y -no podemos negarlo- no tiene miedo alguno a escribir lo que realmente piensa, por muy chocante o antipopular que sea.

Lo de que "tener hijos es capitalista"
...se presentan nuevas situaciones como las maternidades lesbianas o las maternidades mediante técnicas de inseminación como actos de rebelión contra el patriarcado, dejando a un lado lo que tienen de empeño consumista de adscripción capitalista...
...no lo había leído nunca, pese a mis miles de "Horas de vuelo" leyendo los más variados panfletos anti-capitalistas escritos en los últimos siglos. Pensaba haber leído todo discurso anticapitalista posible, pero la señora Gimeno me ha sorprendido con su descubriminto: Tener hijos es de adscripción capitalista. Válganos Dios.

La señora Beatriz Gimeno es candidata de "Podemos":



Infórmense de a quién votan antes de votar. Luego no vengan con lloros.

Mi otro hilo a la increíble Beatriz Gimeno, la "Lesbiana con noviO Transexual" del Frente popular de Judea de Pablo Iglesias:



Lesbiana con "novio transgénero" (!?) y agenda FemiNazi y "LGTB" en el partido "PODEMOS" (PABLO IGLESIAS)

Sugiero eslóganes para el partidito del Sr. Iglesias:

¡Con Pablo a la extinción!.

¡PODEMOS Extinguirnos!.

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