¿Fin de la crisis? La construcción vive en 2013 el peor año: -38,6% en ventas
A pesar del ligero despegue de la economía en el tramo final del año, las grandes constructoras vivieron en 2013 su peor ejercicio desde que comenzó la crisis. El sector completó su sexto año consecutivo de caída de la actividad, con un retroceso del 38,6%, el mayor de la serie histórica. Sólo dos notas positivas: el último trimestre los datos fueron menos malos y las exportaciones mitigaron la caída.
Las ventas de las grandes constructoras españolas descendieron un 38,6% en 2013, encadenando su quinto año consecutivo de caídas de dos dígitos y el sexto de pérdida de actividad. El sector no pudo reponerse de un inicio de año demoledor, en el que la actividad se redujo casi a la mitad del año anterior, y sólo la actividad exterior impidió peores cifras.
Lejos de despegar, las grandes constructoras han vivido en 2013 su peor año de la historia. Según los datos de la Agencia Tributaria, las ventas del sector se hundieron un 38,6%, cayendo 10 veces más que la media del resto de actividades productivas. Así, apenas aportaron 26.509 millones de euros a la economía, frente a los 70.255 que suponían antes de la crisis.
De hecho, ha pasado de suponer el 5,6% de las ventas de grandes empresas a poco más del 2,6% de acuerdo con las cifras de la Agencia Tributaria.
A pesar de que 2013 ha sido el peor año de la crisis para la construcción, la actividad ha ido de menos a más, tocando fondo en agosto de 2013, cuando la actividad cayó un 51,3% respecto al mismo mes del año anterior. En el tramo final del ejercicio, las caídas se moderaron hasta el entorno del 20%.
No obstante, el dato podría ser peor. Si no fuera por el sector exterior, las ventas habrían descendido un 40,3% y sólo en el último trimestre del año mostró descensos interanuales inferiores al 40%.
EL EMPLEO BAJÓ UN 10,7%
En cuanto al empleo, las grandes constructoras destruyeron otro 10,7% de sus puestos de trabajo, completando su quinto año consecutivo de pérdida de empleos. A pesar de ello, los datos son algo mejores que los de 2012, lo que indica que, aunque la actividad se comportó muy mal, el empleo resistió mejor.
Además, las cifras más esperanzadoras las ofrece nuevamente el tramo final del año, en el que la destrucción de empleo se moderó hasta tasas inferiores al 10%.
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