20140218

Noticias de India que nunca oirás (también de Pakistán)

Noticias de India que nunca oirás (también de Pakistán)

Todos estamos familiarizados con la brutal violación y asesinato de una mujer en Delhi a manos de varios asaltantes mientras viajaba en autobús, crimen que conmocionó a la opinión pública nacional e internacional. También sabemos de dos casos donde por orden de un consejo tribal una mujer fue violada como castigo por haber mantenido “relaciones inapropiadas” (India, 2014) o porque su hermano fue visto (repito, visto) en compañía de una muchacha de otra tribu (Pakistán, 2002).

Este tipo de acontecimientos ha conducido a una reflexión crítica de la sociedad sobre la situación de la mujer en esta región del mundo, y si bien se trata de un examen necesario, una vez más se ignora lo que ocurre con el otro sexo. Aquí les muestro un resumen de noticias que nunca llegaron a tener el mismo impacto en la opinión pública.

Tres menores [varones] en custodia por violación y asesinato [de un hombre] al Sureste de Delhi

Poco más he de añadir. Me llama la atención que el hecho ocurriera también en Delhi, con siete meses de diferencia respecto a la violación y asesinato mencionado al principio de esta entrada. Sin embargo no ha sido incluido en la conversación sobre violencia sexual en India. El fallecido estaba casado y con dos hijos.

Hombre tribal mantenido cautivo y violado por un año [por otro varón]

En realidad fueron 18 meses, como indica el cuerpo de la noticia.

Tres mujeres secuestran y violan a un hombre en Karachi

Su infierno duró cuatro días. Después fue arrojado inconsciente al río Qayyumabad. Sus genitales sangraban y tenía problemas para caminar. Aparentemente, las mujeres pertenecían a familias ricas de la zona.

Se podría alegar que en ninguno de estos casos la violación provino de una decisión premeditada por parte de una figura de autoridad, como los consejos tribales que ordenaron la violación de dos mujeres en Pakistán (2002) e India (2014), pero tampoco es tan simple.

Me resultó interesante que en el caso de Pakistán de 2002, cuando Mukhtaran Bibi fue violada por orden del consejo tribal, pocos saben qué le ocurrió a su hermano Shakor, de 12 años, aquel que había tenido la “relación ilícita” desencadenante de estos hechos. Shakor [Shakoor o Shakur], cuyo crimen fue  “haber sido visto en compañía” de la chica de la otra tribu (que tenía 16 años), fue sodomizado por tres hombres como castigo. Sobre este hecho, sin embargo, no hubo un ultraje comparable porque aparentemente “se lo merecía”, al contrario que su hermana.



En el reciente caso de 2014, sabemos que tanto al hombre como a la mujer acusados de la relación ilícita se les exigió pagar una cuantiosa suma de dinero para compensar por su “crimen”. Y mientras que la familia del hombre decidió pagarla, la de la mujer se negó a hacerlo. Fue entonces cuando terminó siendo violada. Me pregunto, teniendo en cuenta el precedente de Shakor, si de no haber pagado el hombre, éste también habría sido sodomizado.

Claro está que hay muchas más mujeres violadas que hombres, y que esto podría explicar la diferencia en el trato. Pero no olvidemos que la violación del varón, y en particular a manos de la mujer, sigue considerándose prácticamente imposible. Cuando otro hombre indio denunció haber sido secuestrado y violado por un grupo de chicas, las reacciones de otras mujeres que escucharon la historia fueron las siguientes:

  • Sujata Hangal, ingeniera ejecutiva. Ese hombre quiere publicidad. Las mujeres indias son incapaces de hacer eso. Debería darle vergüenza [por contar esta historia].
  • Parul Mehta, empresaria. ¿Por qué llora? (…) Me parece bien que esas chicas hayan dado la vuelta a la tortilla. Bien por ellas [literalmente “me quito el sombrero”].
  • Mansi Gaur, ama de casa. ¿Dónde están los testigos? (…). Esta historia no es muy sólida.
  • Ankita Kohli, estudiante universitaria. Hasta que la policía no ponga a estas chicas en custodia no lo vamos a creer. Aunque esta historia me motiva a cómo dar una lección a estos hombres que violan mujeres sin miramientos.
  • Alina, maestra. Las chicas indias no pueden actuar de esta manera. Estamos ligadas a nuestras tradiciones. Ese hombre es un mentiroso.
No podemos descartar que efectivamente el hombre estuviera mintiendo, pero lo destacable aquí es el apoyo y la credibilidad brindadas cuando denunció el hecho. El artículo termina, por cierto, justificando la supuesta violación como un acto de retribución por las violaciones ocurridas a mujeres. Recuerden que ellas sólo cometen actos malvados en respuesta a otros actos cometidos sobre ellas, pero nunca por propia iniciativa, según este discurso. Y por supuesto cualquier varón es responsable de lo que otros hayan hecho por pertenecer al mismo sexo.

En cualquier caso está claro que si a muchas mujeres violadas no se las cree ni se las toma en serio, cuando se trata de un hombre no parece que la cosa sea muy diferente. De hecho tiende a ser peor debido al discurso de invulnerabilidad masculina. Las violaciones de mujeres son más de las que se denuncian, pero las de los varones es que rara vez se denuncian, bien por el estigma de la homosexualidad (cuando ocurre a manos de un varón), o bien por no parecer un pusilánime extremadamente sensible que además debería considerarse afortunado, si es que no es un mentiroso (cuando ocurre a manos de una mujer).

Aquellos que consideren la violación de un hombre a manos de una mujer como algo parecido a una leyenda urbana, le recomiendo leer este estudio de Barabara Krahe publicado en Sex Roles: A Journal of Research (p. 2) o los relatos de hombres que pasaron por ello. El escenario más frecuente en estos relatos concuerda con los datos del estudio: la mayoría de las violaciones ocurrieron cuando el hombre se encontraba inconsciente. Generalmente intoxicado con alcohol.

Aunque a nadie le cabe la menor duda de que quienes ha sufrido violaciones son mayoritariamente mujeres, cuando hablamos de menores de edad, las víctimas masculinas superan a las femeninas tanto en India (p. 80) como en Pakistán, probablemente debido a la mayor segregación sexual en estas sociedades.

¿Por qué las víctimas masculinas no despiertan la misma compasión que las femeninas? El tradicionalismo ha cultivado la imagen del varón estoico que ha de aguantar el sufrimiento sin quejarse, además del estigma asociado con la homosexualidad, incluso cuando se trata de la víctima de una agresión. Por otra parte encontramos la corriente feminista que considera al sexo masculino en su conjunto responsable de este crimen y cree que es capaz de pararlo si se le pidiera hacerlo. Los varones violados no reciben demasiada simpatía en este discurso porque comparten el mismo sexo que su violador (también varón en buena parte de los casos registrados).

¿Podemos avanzar hacia un discurso más inclusivo acerca de la violación que ofrezca mayor visibilidad a las víctimas masculinas sin que se entienda que minimiza el sufrimiento femenino? A raíz de lo que veo en los medios de comunicación, pero sobretodo de lo que no veo en ellos, parece que nos queda un largo camino por recorrer.

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