y el estafador en su casita, claro..
Jenaro García pagó 300 euros a su asistenta por hacer de testaferro
El Juez Antonio Pedraz ha tomado declaración este lunes a los últimos
imputados del caso Gowex: los testaferros que usó Jenaro García, el
fundador de la empresa de instalación de redes de wifi para falsear las
cuentas durante al menos cuatro años, inventándose unos ingresos
inexistentes, y estafó a 5.000 accionistas que confiaron su inversión en
la solvencia y rentabilidad de la compañía. Entre ellos ha comparecido
la empleada doméstica de García, que recibió 300 euros por poner su
nombre a empresas ficticias.
Los imputados han explicado que Jenaro García y su director financiero,
Manuel Martínez Marugan, les engañaron para que representaran a varias
empresas pantallas con la que sostenían su espiral de falsedades sobre
ingresos inexistentes. Todos los testaferros han quedado en libertad sin
medidas cautelares.
Guadalupe Esmeralda Almeida Figueroa explicó que la contrataron para
hacer las tareas de la casa. La mujer de Jenaro García, también
imputada, le explicó que estaban montando una empresa y que necesitaban
gente. Entonces quedó con Martínez Marugan, que la llevó al notario y al
banco donde estampó una serie de firmas y que nunca supo nada más. Le
pagaron 300 euros por ese favor.
Otro testaferro, Antonio Salmeron, confesó que conocía a Marugán de
pequeño y que hace tiempo montaron juntos dos empresas de informática.
Ahora, según su relato al juez, se ha enterado que se han utilizado para
otros fines.
Tres meses haciendo fotocopias
El tercer testaferro que ha comparecido ante el juez, Javier Martín
Vaquero, explicó que era compañero de Marugán en la facultad y relató
que se vio un día con él en unos grandes almacenes. Tiempo después, le
ofreció trabajo en Gowex. Nunca supo muy bien para qué le estaban
contratando. Le pusieron un despacho y le hicieron firmar diez
escrituras de diez empresas, aunque sólo trabajaba para una de ellas.
Además, aseguró al juez que le tuvieron tres meses haciendo fotocopias,
que no le pagaron y que se fue por esa razón.
Juan Cañamero González, el cuarto de los citados, lleva un año trabajando en el extranjero y no ha comparecido.
Se trata de las cuatro personas que, supuestamente, actuaron como
testaferros de Jenaro García, fundador de Gowex, con empresas pantalla
que facturaban por servicios no prestados para engordar el capítulo de
ingresos de la compañía.
Esta actividad permitía a Gowex dar beneficios extraordinarios en todos
los ejercicios, de manera que en los últimos años llegó a triplicar los
beneficios en su cuenta de resultados, lo que a la postre le permitía
capitalizar la empresa ante la confianza de los accionistas en una
inversión aparentemente rentable ante los magníficos registros de la
actividad empresarial.
Estructura del fraude
El juez Pedraz ha podido determinar ya, a escasos días de iniciada la
investigación, el mecanismo del fraude dado que sus principales actores,
el fundador de Gowex, Jenaro García, y su mano derecha, el director
financiero de la compañía, han confesado su fraudulenta manera de
actuar. Ambos han reconocido que crearon empresas pantalla para fingir
unos ingresos que pretendían dar la imagen de éxito de la compañía.
Tanto uno como otro quedaron en libertad aunque con unas fianzas que
tienen que depositar antes de 15 días. En el caso de Jenaro García,
600.000 euros.
El propietario de Gowex confesó al juez que es propietario de una cuenta
en Luxemburgo donde tenía más de tres millones de euros. El juez ha
ordenado el embargo de esa cuenta. En el caso del director financiero,
el magistrado le impuso una fianza de 50.000 euros.
El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, ha asegurado que "no
es tan anormal" que Gowex, la firma especializada en instalaciones de
redes wifi que maquilló sus cuentas, no fuera investigada durante años.
Sin embargo, ha admitido que habrá que analizar las razones por las que
se determinó que no fuera analizada.
Durante su participación en los cursos de verano de la Complutense en El
Escorial, donde ha explicado que si no ha sido investigada es porque la
información disponible no contenía elementos de riesgo fiscal.
Ferre ha asegurado que la Agencia Tributaria tiene un gran espectro de
empresas a las que comprobar y que hace un análisis para determinar
cuáles es necesario investigar y cuáles no.
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