Cosas que hacer si estás solter@ a partir de los 30.
“Tienes una tara”-me dijo. “Quiero decir, que si tienes más de treinta y
sigues soltero tienes una tara”. Reposó los codos encima de la mesa y
me miró tranquilamente mientras levitaba sobre el pedestal en el que
tenía grabado :”Emparejado que supera la franja de edad que marca la
diferencia entre la zona de luz y color y la planta para zumbados”. Yo
no rozaba los 35 ni de lejos, de modo que hoy estaré cerca de donar mi
cerebro a la ciencia.
No soy psicóloga ni socióloga, así que no me veo capacitada para
desarrollar aquí una teoría que te ayude a responder a las preguntas
“¿Por qué megan@ sale con alguien y yo no ?”.”¿Por qué la gente empata
una relación con otra y yo tardo siglos?”. Amig@s, cada uno que busque
sus respuestas si se hace estas preguntas.
Quiero decir que quizás lleves solter@ un tiempo y pienses que algo no
funciona en ti. Si es así, sólo tú sabrás qué es. Por mucho que tus
amigos tengan mil teorías al respecto, sólo tú sabrás si tienes cosas
por solucionar taras, no es tu momento, o simplemente no ha aparecido la
persona a la que buscas.
A mí me cuesta creer que estar soltero sea una elección propia. Si
tuvieses la oportunidad de encontrar eso que buscas, ¿de verdad dirías
NO? .¿De verdad prefieres estar una cama cualquiera a estar en LA cama?
¿De verdad no quieres las sonrisas que se escapan recordando esos
besos? ¿De verdad prefieres llegar a casa y que no haya nadie? ¿quieres
los aeropuertos sin besos, las estaciones de tren sin abrazos? ¿los
atascos sin karaoke? ¿De verdad?.
Sobre el amor.
Lo que sí debe ser una elección, es ser feliz. Ser feliz en tu “ahora” debería ser tu prioridad.
Viaja.
Hazlo solo(a) al menos una vez. Descubre la sensación de llegar a un
sitio sin que nadie te espere. Sin conocer a nadie. Siéntate a comer en
la terraza que más te guste y deja que esa sensación que te hace sentir
incómodo vaya desapareciendo. No busques el teléfono, ni el periódico
para pasar el rato mientras comes, solo mira. Viaja con amigos, en
familia, enamorad@ o con es@ que convierte tu cama en una cama deshecha.
Viajar es la mejor manera de mirar más allá de lo que hay frente a ti.
Viajar es la mejor manera de desaprender. De entender.
Soluciona tus problemas.
Todo ese rollo de “la media naranja”, todas esas mentiras que hemos
aprendido del cine y de los cuentos de príncipes y princesas. Todas esas
frases de Jorge Bucay y Paulo Coelho que cuelgas en tus redes sociales,
bonita mierder amigo(a). Solo eso.
¿Por qué no pruebas a mirarte y verte como una naranja entera?. Nadie
merece la responsabilidad de hacer de tu vida una vida feliz salvo tú.
Busca polvos cósmicos.
Tienes más de treinta…habrás follado, espero que mucho, para haber
llegado hasta aquí, ¿no? ( espero que la respuesta sea sí, por aquello
de las taras y tal…). A partir de este momento sólo se aceptan POLVOS
CÓSMICOS.
Busca ese polvo con la luz encendida, el que te mira a los ojos y te
habla al oído. Ese que os desnuda a veces muy despacio, a veces muy
deprisa y que la única ropa que deja puesta es esa que os da morbo. Ya
sabes…pisa, pisa y fuera calcetines.
Busca ese polvo que aplaude cuando te desnudas, que te agacha ,te pone
mirando hacia adelante o hacia atrás. Busca ese polvo de alfombra, el de
la cama o el que te pone contra la pared.
Lo demás no es sexo…es gimnasia.
Follar es fácil…si sabes cómo. Has tenido 15, 20, 25 años para ensayar.
Ha llegado el día del estreno. El follar por follar se tiene que acabar.
Tienes más de treinta pero menos de 70. No sólo no debes conformarte.
ESTÁ PROHIBIDO.
Cine, teatro, conciertos. Lee.
Lee. Es una orden.
Hazlo todo lo que puedas. Ve todo lo que creas que tienes que ver y si dudas,también.
Un grupo del que no sabes nada, una película nada sesuda, una obra que
te haga olvidarte del teléfono. ¿Recuerdas la última vez ? . Apaga el
teléfono al menos un par de horas al día ( no hagas trampa, no cuentan
las horas de sueño) y concéntrate en leer, en el cine o escuchando
música a los pies de las alfombras. Vuelve a hacer, una sola cosa. Como
en los 90, ¿recuerdas?.
Hobbies.
Te definen mucho más que tu trabajo. Escribe, lee, cocina, practica
algún deporte…pero nunca en modo “amateur”. Busca eso que te gusta y
deja que te mate.
Recupera la ternura.
El amor nunca trae nada bueno, el amor siempre trae algo mejor. Di adiós
al cinismo. Celebra los abrazos que no esperas. Empieza ya.Hazlo ahora
que todavía estás en el periodo experimental.
Haz las paces con tu pasado es la única manera de no joder tu presente.
Relaciones tormentosas. Demasiado breves o demasiado largas. Lo que les
has decepcionado y lo que te han decepcionado. Los amigos que has
perdido, los que siguen ahí pero ya no están de la misma manera. La puta
culpa…
Dice Murakami que “La pena es inevitable, el sufrimiento es opcional”.
Yo lo leí tan tarde que lo he aprendido en los últimos dos años. Habrás
hecho cosas mal, más o menos que el resto, pero te mereces la misma
tregua que das a los demás. Perdónate.
Vive un tiempo en el extranjero.
Si puedes, hazlo a un país donde entenderse sea parte del viaje. Aprende un idioma.
Establece tus rutinas, busca tu bar favorito, el restaurante donde te
gusta comer los sábados. Descubre la ciudad en la que vives con los ojos
de un censado no censado. Vete a un concierto, a un partido de
fútbol/rugby/ baloncesto. Siente el frío en la cara, el calor en la
espalda. Ponte los cascos y sal a pasear. Eso que ahora escuchas, mañana
te devolverá allí sin necesidad de cerrar los ojos.
Irse sabiendo que tienes un sitio al que volver. Subirse a un avión de
vuelta a casa. Tus amigos, el bar de abajo, las rutinas que odias y que
has echado de menos durante el tiempo que has estado fuera son las
mismas que volverás a odiar en semanas.
Habla con gente que no piense como tú. Lee libros de gente que no piense como tú.
Después de hacerlo comprueba si sigues pensando igual. Si es sí, pues no
habrás aprendido nada. Un poco de bicarbonato para la acidez
solucionará el malestar y a ese hueco en la lista de contactos le espera
un inquilino mejor. Si es no, entonces estupendo. Puede que necesites
el mismo bicarbonato, pero habrás cambiado la perspectiva.
Haz alguna de esas cosas que te da “miedo” hacer.
No me refiero a practicar un deporte de riesgo ni nada parecido o sí si
eso forma parte de esas cosas que crees que necesitas superar.
Haz esas cosas que te rondan la cabeza hace tiempo y antes las cuales te
sientes muy pequeñit@ porque crees que deberías hacerlas pero te dan
pánico: conducir, comer sol@, viajar solo, hablar otro idioma, enseñarte
con todos los miedos que te hacen valiente, levantarte del sofá, decir
NO al teléfono encima de la mesa. Decir alto y claro a un amigo “ESTOY
BIEN JODID@”….
Ponte pequeños retos día a día. Castígate lo justo en las derrotas y no te olvides de recoger el premio en las victorias.
Duerme en los dos lados de la cama.
Hazlo en diagonal, a lo largo, a lo ancho. Tira de la manta sin
miramientos. Saca un pie por el huequillo del nórdico. Busca el lado
frío de la almohada. Aprovecha ahora que todas las camas están hechas.
Aprende que algunas cosas son mentira.
” Haz a los demás lo que te gustaría que ellos hicieran por ti”. ¿Te
suena aquello de “amarás al prójimo como a ti mismo”? (me quedo en
silencio y te clavo la mirada). Tienes más de treinta, ¿no? .Pues
prueba a hacer por los demás lo que les gustaría que hicieran por ellos y
no hacerles lo que no les gustaría que les hicieran. Es mucho más
complicado, sí. Requiere invertir mucho tiempo para escudriñar al de
enfrente y ser generoso. Pero la vida es mucho más bonita si uno hace un
pequeño esfuerzo.
Los príncipes y las princesas azules, si existen, destiñen. Date un sorbo realidad antes de cambiar de decena.
Ayudar a los que lo necesitan está muy bien. Pero lo que está realmente mejor es ayudarles a que no te necesiten.
Quizás pasados los treinta, por fin te hayas convencido de que no
buscas ese amor intenso e imposible de los 20 años, ni tampoco el/la
esposo(a) perfecto(a) que te espera al abrir la puerta de la casa de tu
vida frente a la que está aparcado el coche de tus sueños y
definitivamente no planeas pasar toda tu vida sol@.
Quizás por fin te hayas dado cuenta de que todo eso que buscabas estaba
más cerca de lo que pensabas. Ser feliz, sol@ o con alguien es una
elección. La tuya.
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