NUEVOPOBRES.- - BICHOS
¡Qué a cuento viene la cita de "El jardín de los cerezos", de Ánton
Chéjov! Y no lo digo porque haya jardines pasto de proyectos
inmobiliarios de parvenues, que también.
Hoy, la aristocracia decimonónica "nuevopobre", apegada a sus palacios y
a sus cerezos, desplazada por comerciantes "nuevoricos" antiguos
criados suyos, no son determinados "países" (die Kulturnationen, para
entendernos, dadas las jornadas étnico-territoriales, por tanto,
fascistoides, con que nos están humillando este noviembre nuestras
impresentables castas políticas neoprovincianas).
Los
nuevopobres hoy son las clases trabajadoras cualificadas y el pequeño
empresariado, es decir, el SUPERPROLETARIADO; pero no porque en otra
época fueran ricos (palacios y cerezos) sino porque, desde los 1980s,
creyeron serlo (pisitos y patatales).
La economía española está muy lejos de la italiana y, desde luego, de la
francesa. Por eso el mediopelo de su superproletariado no es simple
sino cualificado. Sé muy bien de lo que hablo porque tengo familia
francesa y, sobre todo, italiana.
La lucha por cómo tiene que ser la Política Monetaria, no la libran los
Estados (sector público administrativo central) ni los "países" o
estados, (con minúscula, como los estados de EEUU), ni por supuesto las
regiones, ni los condados, que es como se llaman a las neoprovincias en
los EEUU.
En general, en Política Económica, el diseño es resultado de las fuerzas socioeconómicas que interactúan.
Y,
desde la burbuja-pirámide generacional internacional ochentera,
apadrinada por la Große Koalition Pisitófilo-Creditófaga entre el
falsoliberalismo (Reagan, Tatcher, Kohl) y el falsosocialismo
(Miterrand, Pertini-Craxi, Felipe), la contradicción explicativa no es
la histórica o tradicional Trabajo vs. Capital sino la
popularcapitalista: TRABAJO & EMPRESA VS. RENTISMO IMPRODUCTIVO.
El rentismo improductivo, que supone nada menos que el 50% del PIB, es una amalgama de cuatro sectores parasitarios:
- caseros;
- pensionistas;
- plazofijistas; y
- superasalariados.
Es un error pensar que los capitalistas de verdad quieren que el nivel
de tipos de interés sea alto. Primero, no hay que confundir dinero con
capital. El dinero sólo es un elemento del Activo, el plenamente
líquido; y el capital es todo el Activo menos todo el Pasivo. Y, en
segundo lugar, no hay que confundir, utilizando los conceptos del IRPF,
"los rendimientos del capital inmobiliario o mobiliario" (rentismo
financiero fijo) con los beneficios empresariales (rentismo
financiero-contable variable). De hecho, en Chiringuitolandia, los
chicos van de expertos o en renta fija o en renta variable, ¿o no es
verdad? (y los de renta fija son como más cutrecillos, a imagen y
semejanza de los intemediarios de El Pisito, olgasmarías aparte, je,
je).
Hay un punto en la generación de stock de deuda total
en el que ya no te puedes permitir otra cosa que no sea reprimir el
rentismo financiero fijo. Hace tiempo que el popularcapitalismo
occidental lo sobrepasó. Además de las razones fisheriano-keynesianas o
"de demanda" para explicar por qué, cuando hay mucha deuda, el nivel
general de precios tiende a bajar, tenemos esta explicación "de renta":
sencillamente, hay tanta deuda que te ves obligado a racionar la porción
de PIB-Renta que pueden extraer sus tenedores.
Que los tipos de interés van a estar a cero o muy cera de cero muchos
años (y conjugada con ellos, la inflación) no es causa sino consecuencia
de la crisis estructural. Los mixtificadores se empeñan en invertir
esta relación de causalidad por tres razones:
- piedad;
- interés; y
- miedo.
Respetamos la primera. Comprendemos la tercera. Odiamos la segunda.
De
la Quantitative Easing y, en en general, de la Política Económica No
Convencional, es de lo único que puede hablarse... mientras las
autoridades fiscales, ya tributarias, ya presupuestarias, no quieran
ponerse manos a la obra para cambiar la ecuación de distribución de la
renta en favor de la economía productiva y en contra de la improductiva,
que es lo único que nos sacará del hoyo, dada la muerte por hartazgo de
la feria (Producción) de El Pisito & El Hipotecón.
Sabiendo como sabemos esto, que para ajustar sólo se repriman las rentas
salariales y empresariales, que se acuerde que las pensiones nominales
individuales van a subir sí o sí, que los alquileres sigan por las nubes
y que se aproveche la más mínima mejoría para proclamar que "ya vuelve"
(la orgía), en sola palabra, es un suicidio económico. Añádase el coro
chirriante de obreros de Chiringuitolandia todo el día lloriqueando
porque los tipos de interés son tan bajos que no dan para poder ellos
meter sus extravangentes mordidas en las rentas financieras de sus
clientes.
Es muy duro creerse rico y, de repente, comprobar
que la carroza vuelve a la calabaza que siempre fue y que los lacayos
son ratones. El problema está más en el proletariado-Cenicienta que en
la burguesía, por decirlo en términos marxistas, que es como se
entiende. Desde los 1980s, las clases trabajadoras en las economías
occidentales han vivido una fantasía petarda de lujo, calma y
voluptuosidad, como diría Fanny McNamara si parafraseara a Matisse. Es
hora de morir.
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