Acusado de apología de violencia de género el líder musulmán de Ceuta
lo que es cierto es que:
- en hispanistán morían menos mujeres antes de las campañas contra la "violencia de género", antes de dedicar miles de millones de "dinero público" al tema, antes de crear miles de asociaciones, fundaciones, observatorios subvencionados, antes de crear una policía, unos juzgados y una ley a medida..
- si tratas a un sospechoso como a un delincuente, tenderá a comportarse como un delincuente (experimento Philip Zimbardo).. cualquier denuncia por "micromachismo" supone que un hombre puede ser arrestado por policías de uniforme, esposado, retenido en un calabozo durante días, y despojado de la "presunción de inocencia".. y todo ésto en un Estado que dice ser "de derecho"
- la ley contra la "violencia de género" no evita el escalado de las situaciones: una "mala mirada" o un "silencio machista" (lo que sería una agresión verbal) escalan en policías que ejercen fuerza física y jurídica, lo cual está totalmente desaconsejado por expertos en resolución de conflictos
y de regalo:
Alicia Rubio: “Las vividoras del género y la tasa de inevitabilidad”
disfruten lo votado..
Las campañas contra la violencia de género crean más odio, siembran más radicalización y separan matrimonios
una entrevista al presidente de la Unión de Comunidades Islámicas (UCIDCE), Laarbi Matteis, de la que sacamos algunas frases:
“No hay más religión y constitución que avale, premie y ponga en primer plano a la mujer que el Islam. Las mujeres islámica tienen garantizados derechos fundamentales que ninguna otra constitución ha sido capaz de dar”
“Según el Islam la mujer no debe hacer actividades de fuerza. A la mujer se le permite trabajar cómodamente y no a realizar tareas de esfuerzo. En el mundo occidental se le da trabajos como camionera, peón, soldado… Y eso es jugar con la moral de la mujer”
En este sentido, asegura que la tasa de criminalidad contra las mujeres que se registran en los países americanos u occidentales, “no los hay en los países árabes. En los países árabes apenas te enteras de una mujer asesinada y en España no hay año que no bajemos de 50 mujeres asesinadas”.
En cuanto a las campañas promovidas contra la violencia de género, Maateis considera que “crean más odio y siembran más radicalización y separan matrimonios. Estas campañas por un simple debate de la familia incitan a la mujer, al mínimo detalle, llamar al 016, al 091 o al 012. Es un gravísimo error porque pasan seis horas y marido y mujer se arrepienten”. Para Maateis, una vez que interviene la policía ya no hay marcha atrás “ya no hay manera de reconciliar este matrimonio, ya no queda amor, ni confianza, ni intimidad”. Por ello aconseja tomarse un tiempo, “dejar que el asunto se enfríe y que la familia asesore a los dos y llegar así a puntos para unir a la familia y no hundirla, separarla y romperla y dejar a la mujer sin futuro y al marido a que solo vea a los niños una vez a la semana en una cafetería. Esta violencia está pasando por estos asuntos”. El presidente de la UCIDCE va más allá al afirmar que esto se incrementa “si a la semana la mujer llega con otro hombre en el coche con sus hijos. El marido ve ese detalle, pierde los nervios y por eso, hay esos asesinatos y esa violencia de género”. A las instalaciones de la UCIDCE llegan “semanalmente 2 o 3 familias para separarse y finalmente ninguna se separa. 9 de cada 10 se reconcilia. Por eso, creo que la sociedad está equivocada con respecto a la violencia de género”.
Maateis considera que la mayoría de los malos tratos son “indicios” y “gritos” e invita a la Fiscalía y la Justica “a llegar al fondo del asunto y no aplicar políticas de prevención solamente. Hay que estudiar a fondo cada familia porque la mayoría de los malos tratos son indicios y por unos gritos ya se denuncia”.
Preguntado sobre sus consejos ante una mujer que ha recibido una paliza de su marido, Maateis ha explicado que “desde hace 3 años” no recuerda a ninguna mujer, “excepto una que vino y hoy sigue viviendo feliz con su marido”. Recomienda escuchar y no dejar mal asesorar por otras mujeres “o trabajadores sociales. Hay casos que hemos intervenido hasta 4 veces en dos años pero siguen viviendo felices. Pero si vemos que la conducta de un hombre no es válida se les ayuda a reconciliarse una sola vez y no más. El siguiente paso es ir al juzgado”.
Maateis ha querido dejar claro que “no hay mejor persona en el mundo a tratar que la mujer, porque sin ellas no habría hombres”.
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