20160126

La concejala marroquí de Badalona pide a los musulmanes que disfruten de las prestaciones y ventajas de la sociedad occidental, pero manteniéndose aparte

lo mejor es el final del artículo:
Lo que dice Fátima Taleb recuerda la advertencia de Fucuyama: “Algunas comunidades musulmanas plantean exigencias de derechos grupales que simplemente no pueden adaptarse a los principios liberales de igualdad entre los individuos. Esas exigencias incluyen la exención especial de la legislación familiar válida para todos los miembros de la sociedad, el derecho de excluir a los no musulmanes de ciertos acontecimientos públicos o el derecho de oponerse a la libertad de expresión en nombre de la ofensa religiosa. En tales casos extremos, la comunidad musulmana ha expresado incluso la ambición de desafiar el carácter laico del orden político general”. 
¿Por qué nos engañamos?: La obligación de extender el Islam por todo el mundo, sometiendo a los infieles, no es una pretensión de los fundamentalistas. Es una parte esencial de esta doctrina. Bernard Lewis, en un libro clásico sobre la materia, “El lenguaje político del Islam“, lo explica muy claro. 
Samuel P. Huntington, de profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard y autor del famoso libro “El choque de civilizaciones”, advertía: “Este nuevo orden mundial tiene sus riesgos. Las civilizaciones emergentes se consideran superiores a la de Occidente, con valores morales más auténticos. Por vía del desafío demográfico (el 2025 más del 25% poblacional mundial será musulmana) o por vía del crecimiento económico (el 2025 Asia incluirá siete de las economías más fuertes del planeta) o por vía de la militancia creando inestabilidad, el poder y los controles de la civilización occidental se desplazarán hacia las civilizaciones no occidentales. Así, un choque de civilizaciones, de estas civilizaciones arraigadas a religiones, dominará la política a escala mundial: en las fronteras entre civilizaciones se producirán las batallas del futuro”. 
Concluyamos con Sartori que Occidente no es el agresor político, se limita a defenderse mejor o peor, más bien peor, porque no sabe hacerlo. Y añade “Los inmigrantes musulmanes no se han integrado jamás en ningún lado. Ahí tiene usted el ejemplo de la India. No se integran porque si uno obedece la voluntad de Dios no puede obedecer la voluntad del pueblo ni respetar el principio de legitimidad de la democracia. Y el islam es un sistema teocrático cuyos miembros están obligados a cumplir la voluntad de Alá, tal y como la interpretan sus clérigos”.


disfruten lo integrado..


La concejala marroquí de Badalona pide a los musulmanes que disfruten de las prestaciones y ventajas de la sociedad occidental, pero manteniéndose aparte

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