20170816

La carta inédita de Juana Rivas: «Me escupía en la cara delante de mis hijos»

claro, claro.. y ésto es cierto porque lo ha dicho una mujer.. no se necesitan más pruebas.. hay que recordar que dudar de la palabra de una mujer es "machismo".. y las leyes son "machistas".. claro, claro.. y también hay que recordar que, oficialmente, aproximadamente sólo hay un poco menos del 0,0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000001% de "denuncias falsas".. claro, claro..

así es la "justicia" para las "feministas": no aceptar la sentencia de un tribunal, a menos que se ponga de nuestra parte, claro..

¿por qué vuelve con su marido tras cumplir él la condena por "maltrato"? ¿por qué tuvo, además, otro hijo con él? ¿porqué presenta una denuncia en hispanistán en 2016 para unos hechos que ocurren en Italia, y ni recurre cuando queda archivada? ¿por qué no confía en la ley y decide secuestrar a sus hijos? el que quiera entender, que entienda..

como ya hemos dicho, hasta ahora la "madre coraje" lleva:

  • secuestro internacional de menores: de 2 a 4 años de cárcel,
  • inhabilitación para ejercer la patria potestad.. entre 4 y 10 años (no podrá ni acercarse),
  • difamación contra el padre

el hay-untamiento lleva:
  • malversación de caudales públicos por defender y aplaudir a una delincuente,
  • inhabilitación por 10 años para ejercer cargo público para todos los firmantes

hispanistán lleva:
  • incumplimiento de tratado internacional ratificado: Convenio de La Haya de 1980

Estrasburgo se puede meter a estudiar la ley de hispanistán, porque está quedando claro que es "ligeramente" distinta a lo que hay en Europa.. empezando porque los varones no tienen presunción de inocencia ni tampoco tutela judicial efectiva..


hay un claro riesgo de que el asunto acabe con un "suicidio ampliado", pero la policía sigue sin detener a la secuestradora y sin liberar a los niños..



secuestros no.. libertad para los secuestrados:






y de regalo:
Cómo actuar ante una falsa denuncia por violencia de género - EL LIBREPENSADOR

Desde el nacimiento en el año 2004 de la denominada de un modo inexacto “Ley Integral contra la Violencia de Género” han sido numerosas las quejas y protestas realizadas contra esta normativa de espíritu claramente hembrista y discriminatorio con los hombres. El hecho de que permitiese penalizar de una forma diferenciada a los dos sexos y favoreciese una interpretación amplia y muy minuciosa del concepto de maltrato físico y psicólogico sólo cuando los denunciados fuesen varones, de manera que estos pudiesen ser finalmente considerados como maltratadores exclusivos en base a acciones que de haber sido realizadas por mujeres serían directamente desdeñadas o bien se enjuiciarían como simples faltas, ha provocado una más que considerable repulsa social contra la citada norma, repulsa que contrasta poderosamente con la aprobación masiva recibida de parte de los partidos políticos que terminaron incluyéndola en nuestra legislación ni más ni menos que con la casi inamovible categoría de Ley Orgánica.

De nada sirvieron las advertencias señalando las injusticias y abusos que este planteamiento podía conllevar dentro de los cada día más habituales y a veces muy conflictivos procesos de ruptura de pareja, o las necesarias reclamaciones presentadas por numerosos jueces y juezas valientes ante el cada día más politizado Tribunal Constitucional, sólidamente fundamentadas en la clarísima contradicción que la LICVG ejerce contra artículos fundamentales de la Constitución Española, como el 14, defensor y salvaguarda de la igualdad legal de todos los españoles ante la ley con independencia de su sexo. El mencionado Tribunal Constitucional secundó los intereses ideológicos de los y las artífices de esta ley y la injusticia que esta norma representa terminó de abrirse camino hasta hacerse vigente y protagonista en nuestras vidas.

Desde entonces las campañas de propaganda y desinformación orquestadas por las instituciones y asociaciones hembristas han sido repetidas hasta la saciedad por los medios de comunicación mayoritarios, siendo quizás su culmen más inverosímil, exagerado y conocido la declaración del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) afirmando que las denuncias falsas son sólo un 0,01% del total de denuncias presentadas, lo cual equivale a decir que prácticamente no existen. Pero a pesar de la mezcla de manipulaciones, distorsiones, mentiras y verdades a medias con las que tratan de ocultarse las injusticias nacidas de la LICVG, las cifras son clarísimas y las numerosísimas denuncias falsas o injustas que esta ley potencia no pueden ocultarse tan fácilmente.




La carta inédita de Juana Rivas: «Me escupía en la cara delante de mis hijos»

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