A pesar de sufrir dos horas de abordaje francés y recibir más de 500 proyectiles, los 250 soldados castellanos del San Mateo, arcabuceros y piqueros, aguantaron las acometidas enemigas en la batalla de las Terceiras (1582) hasta el punto de que la principal preocupación del maestre Figueroa pasó a ser que sus hombres no abandonaran el galeón
increíble: dos horas sin buscar "micromachismos", sin hablar de combatir la "lacra", y sin condenar el "heteropatriarcado"..
El San Mateo: la roca flotante del Imperio español que combatió a ocho galeones franceses en solitario
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