La dueña de la tienda, muy molesta por la negativa y el rechazo del que había sido víctima, comenzó a vertir amenazas de toda índole.
En ese instante, el chico comenzó a gritar y pedir auxilio. Los comerciantes de las tiendas y locales próximos acudieron al lugar para tratar de auxiliar a la víctima
pues porque había testigos, porque de otra forma la víctima (que no va a aparecer en las estadísticas como "víctima" de "violencia de género") habría acabado con una denuncia por "acoso machista" en forma de "violación inversa", y probablemente bastantes años de cárcel:
disfruten lo votado..
Detenida en Palma por encerrar en una tienda a un joven para mantener sexo
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