20180825

«Mi madre dejó la quimioterapia porque se lo recomendó un curandero y ahora está muerta»

«Mi madre tenía un cáncer de ano. Los médicos decían que no era tan grave, que tenía buen pronóstico y se podía curar con el tratamiento adecuado. Un día fue a una herboristería porque quería adquirir laxantes naturales. Los que le habían recetado no le sentaban muy bien y buscaba algo más suave. Fue allí donde le hablaron de ese curandero de Hondarribia, que decía que había estudiado medicina oriental. Poco después dejó la quimioterapia. Y dos años después murió en el hospital. El cáncer se le había extendido por gran parte del cuerpo. El curandero hacía semanas que ya ni nos cogía el teléfono»

"quimioterapia" y "buen pronóstico" (sic) en el mismo párrafo.. empezamos bien.. parece que nos están contando que la quimioterapia es muy buena.. pero los datos (que no van a encontrar fácilmente) nos dicen, curiosamente, otra cosa:

Consciencia-Verdad: La Quimioterapia mata más que cura

uy, uy.. ¿cuánto es "mata más que cura"?

La quimioterapia sólo salva la vida entre el 2% y el 4% de los pacientes.




Estudio del 2004. El 97% de las personas que se someten a quimioterapia mueren antes de 5 años. Esa estadistica sigue siendo válida en la fecha actual 2018, o incluso peor.

Con la radiación no se matan las células madre del cáncer, si no que se hacen mas fuertes. Luego dicen. "el cáncer ha vuelto", pero no es cierto: el cáncer nunca se fué.


El Dr. Javier Herraez es un oncólogo que tuvo que dejar el hospital donde trabajaba porque le "forzaban" a emplear quimioterapia cuando él veía que con la quimio les estaba matando. Era mal visto y perseguido por las autoridades oncológicas e incluso por las asociaciones y organizaciones contra el cáncer. Impedían cualquier otra investigación y terapia que no se basara en el uso de la quimio.


Javier Herráez es un médico valiente que se atreve a hablar claramente sobre su experiencia profesional como oncólogo en el sistema sanitario español. Asaltado por las dudas éticas hacia los agresivos tratamientos contra el cáncer, cuestionado por otros oncólogos a causa de los tratamientos que pautaba, harto de extrañas desapariciones de historiales clínicos de algunos de sus pacientes... decidió finalmente dimitir de su cargo al frente de un servicio de oncología en Lanzarote, y tomar otra dirección en su vocación médica.

Javier Herráez aboga por una nueva medicina integrativa, en la cual se aproveche lo mejor de cada uno de los sistema médicos existentes, en la cual el paciente pueda elegir libremente la opción terapéutica y siempre, con la mirada puesta en que el remedio externo no existe, que sólo es una ayuda en el proceso curativo, pues en última instancia, siempre es el paciente quien se sana.




«Mi madre dejó la quimioterapia porque se lo recomendó un curandero y ahora está muerta»

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