Hace poco recogíamos el caso de Ana, una inquilina que vivía aterrada en su propia casa. Un okupa se había instalado en su vivienda, justo en la habitación de al lado. El moroso se hizo dueño y señor del territorio con el consiguiente padecimiento de la mujer y el daño a su salud física y mental.
El okupa del piso de Ana fue condenado por delito de lesiones leves contra ella, tal y como transmitió a este diario el abogado de la víctima, Alberto García Cebrián. Sin embargo, el juez siguió permitiendo que el okupa agresor continuara en la vivienda de Ana, alargando su sufrimiento hasta que se produjera el lanzamiento.
resumen de la jugada: en hispanistánn no existe el derecho a la propiedad privada.. existen personas con derechos (los propietarios: derecho a pagar suministros, impuestos..) y personas con más derechos (los "okupas": derecho a vivir por la gorra)..
Okupas de habitación: "Hay que evitar conflicto porque normalmente se detiene al propietario"
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