el periodista o la compañía patinan.. si está en concurso de acreedores evidentemente está en duda la viabilidad de la empresa, a partir de ahi.
Fuensanta, en concurso de acreedores
Meres (Siero) / Nava, F. TORRE / M. MENÉNDEZ Aguas de Fuensanta, la
mayor compañía asturiana de agua mineral y otras bebidas no alcohólicas,
solicitó, ayer, en el Juzgado de lo mercantil de Oviedo, concurso de
acreedores. Era una noticia esperada después de que en marzo entrara en
preconcurso. Lo hace con un pasivo de 25 millones de euros argumentando
no haber alcanzado una propuesta anticipada de convenio con sus
acreedores. La compañía lleva meses negociando una reestructuración
de su deuda después de que el grupo cervecero Mahou-San Miguel
finalizara el contrato por el que Fuensanta distribuía sus productos en
algunas zonas.
A pesar de esta delicada situación,
la fábrica asegura que esta circunstancia no pone en duda la viabilidad
de la empresa, pues afirma que abordará «desde este momento un proceso
de redimensionamiento». Tanto la compañía como los empleados y sindicatos confían en que este
concurso de acreedores, sin propuesta de liquidación, «sea rápido» y
sirva para «continuar con la actividad».
La medida adoptada ayer afecta a la planta de agua mineral de Nava, que
emplea a unos 45 trabajadores, y a Innovación de Bebidas, S. A.
(Inbesa), con sede en Meres (Siero), y con unas 25 personas. Quedan
excluidas Aguas de Orotana (Artana, Castellón) y Font de L'Om (Oliva,
Valencia).
Según fuentes del sindicato UGT, la dirección de Fuensanta mantiene
negociaciones con la empresa valenciana San Benedetto para la venta de
Inbesa, aunque de momento no ha trascendido si alguna compañía está
interesada en adquirir la planta de agua mineral de Nava. No obstante,
confían en que pueda llegar a salvarse porque es una de las fábricas
señeras no sólo del concejo, también de Asturias. Incluso representantes
de UGT se reunieron con el consejero de Industria, Graciano Torre,
porque es un emblema de la industria asturiana.
Los trabajadores del grupo llevan meses padeciendo la precaria situación económica que atraviesa la compañía.
En febrero puso en marcha un expediente de regulación temporal de
empleo (ERTE) para 47 de sus 148 trabajadores en Asturias y
recientemente fueron despedidos otros diez. Los trabajadores sufren
retrasos en el cobro de las nóminas. Recientemente recibieron la de
marzo, pero aún les adeudan las de abril y mayo. El comité de empresa
acusa al presidente del grupo, Jesús Serafín Pérez, de una gestión
negligente que ha llevado a esta situación a la compañía.
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