Esto es España:
Más de ocho años de investigación y nueve jueces
MARÍA FABRA Madrid 28 JUN 2012 - 00:26 CET30
Las presiones han acabado provocando el estallido. Y el Consejo General
del Poder Judicial tiene ahora una patata caliente que habrá de
resolver. Después de ver cómo la sección primera de la Audiencia
Provincial de Castellón trataba de rebatir sus decisiones, el titular
del juzgado número 1 de Nules, instructor del caso Fabra, ha decidido
pedir amparo al órgano de gobierno de los jueces con el fin de que esa
sección de la Audiencia, que preside el propio presidente del organismo,
Carlos Domínguez, “deje de perturbar mi independencia”.
El juez sostiene que esa sección está “tratando de imponer indirectamente el sobreseimiento del presunto delito del cohecho”
del que está acusado el presidente del PP de Castellón, Carlos Fabra.
La causa, de momento, está abierta por los presuntos delitos de tráfico
de influencias, cohecho y fraude fiscal.
“Soy consciente de que puede parecer inusual que un miembro del Poder
Judicial acuda en amparo ante el Consejo contra un órgano judicial
superior, pero es evidente que la presente perturbación de mi
independencia, que debe velar mi actuar, no es una mera cuestión
jurisdiccional”, señala el juez en la providencia en la que reclama el
amparo.
Denuncia al Consejo del Poder Judicial maniobras de la sección primera
El juez, Jacobo Pin, que dirige la instrucción del caso Fabra desde hace tres años,
relata en su escrito las últimas resoluciones de la sección primera de
la Audiencia, que incluso han desdicho las señaladas por otra sección
del mismo tribunal, la segunda, que ha sido la encargada de resolver los
recursos durante los más de ocho años de instrucción. Pin indica que
“aun a pesar de que la Ley de Enjuiciamiento Criminal no le otorga tal
posibilidad”, la sección primera ha tratado de adoptar algunas medidas
como la de declarar nulo el auto de apertura de juicio oral que ponía al presidente del PP de Castellón, Carlos Fabra, a un pie del banquillo de los acusados.
En esa resolución, además, los magistrados apuntaron el sobreseimiento
del delito de cohecho, insinuándolo pero no dictándolo expresamente, lo
que, según el juez, “no pueden hacer en el estado actual del
procedimiento”. La decisión de la Audiencia provocó que el propio juez
pidiera una aclaración para que este tribunal dijera explícitamente si
tenía que archivar la causa por cohecho. Pero la sección primera no lo
ha hecho, quizá porque sería incurrir en una irregularidad aún mayor. “Consideré
y considero que concurren indicios racionales de criminalidad
constitutivos de un presunto delito de cohecho”, insiste el juez en su
escrito.
Jacobo Pin expone que ha sido instructor del caso Fabra durante tres de
los ocho años que se dilata ya la causa, “controlando en todo momento la
legalidad del cauce procedimiental a seguir (…), atendiendo a los
hechos declarados punibles (…), supervisando la calificación jurídica”. Y
afirma que “el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas impide
demorar más la tramitación de la presente causa, cuya instrucción está
concluida desde hace meses”.
Desde que Pin se hizo cargo de
la causa —el noveno juez a lo largo de estos más de ocho años—, la
diligencia ha sido una norma en un procedimiento que se antojaba eterno.
Sin embargo, las dilaciones en la resolución de recursos han impedido que el de Fabra sea ya un caso cerrado.
“Consideré y considero que concurren indicios de cohecho”, insiste
La
causa se inició cuando Vicente Vilar, un fabricante de fitosanitarios y
hasta entonces amigo de Fabra, le denunció por cobrarle cantidades
millonarias a cambio de favores políticos. El entonces presidente de
la Diputación de Castellón medió, según los indicios, ante los
ministerios de Sanidad y Agricultura para tratar de acelerar la
autorización de esos productos. Además, la investigación de las
maniobras y supuestos cobros ilegales destapó cuatro presuntos fraudes
fiscales cometidos por Carlos Fabra junto a su entonces esposa, María
Amparo Fernández, que dejaron de ingresar 1,2 millones en las arcas
públicas. Por todo ello, la fiscalía pide 15 años de cárcel para Carlos
Fabra.
El presidente de la Audiencia de Castellón, Carlos
Domínguez, que no ha firmado las últimas resoluciones de su sección, ha
sido cuestionado por su amistad con Fabra. De hecho, esa relación fue
uno de los motivos que se sopesaron a la hora de su reelección, en 2008,
en la que contó con el apoyo del ahora presidente en funciones del
Consejo General del Poder Judicial, Fernando De Rosa. El órgano de
gobierno de los jueces no atendió las advertencias ni al hecho de que
vulnerara las normas de reparto y resolviera un recurso del caso. Ahora será ese mismo Consejo, presidido por De Rosa, quien tendrá que resolver la petición de amparo del juez de Nules.
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