20120628

Será en Octubre...

Será en Octubre...

El Tesoro sólo podrá soportar los intereses actuales hasta otoño - elEconomista.es





El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, lo anticipó el 5 de junio. "España tiene problemas para financiarse", confesó. El ministro de Economía, Luis de Guindos, ratificó esta sensación el 14 de junio al admitir que "una prima de riesgo en los 550 puntos básicos no se puede mantener".

Ayer fue el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien no tuvo más remedio que reconocer lo evidente. "No podemos financiarnos durante mucho tiempo a los precios a los que nos estamos financiando", afirmó.

¿De cuánto, para ser exactos? No lo precisó, pero los expertos lo tienen claro: en las condiciones actuales, de tres a seis meses; no más allá del otoño. "Si no cambia nada, en los niveles de tensión actuales el Tesoro Público tendría complicado aguantar más de tres meses", avisa José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. "Claramente, estos intereses ponen a la deuda pública en un camino insostenible, con los costes de financiación por encima del crecimiento económico", asegura Keith Wade, economista jefe de la gestora Schroders.

Estos temores se han intensificado a raíz de las subastas que el Tesoro ha realizado en junio. Todas las referencias emitidas, desde las letras a 3 meses hasta las obligaciones a 10 años, se han colocado a unos altos intereses. En algunos casos, como los de las letras a 12 meses o los bonos a 5 años, han sido los mayores desde 1997, es decir, desde antes del nacimiento oficial del euro, que tuvo lugar en 1999.

Para José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, "lo más preocupante es la escalada de los intereses a corto plazo". Es decir, que el rendimiento de los bonos a dos años se encuentre en el 5,39% -terminó 2011 en el 3,30%- resulta más inquietante que el 6,92% al que están los bonos a diez años.

Sin embargo, cree que "el Tesoro tiene margen para soportar estos elevados tipos de interés. Cuenta con suficiente colchón financiero por el momento, pero no es ilimitado para poder aguantar sin pedir asistencia soberana a Europa". Y añade: "El nivel del 7% para el bono a 10 años es una referencia más: no más relevante que el 6 o el 6,5%. Pero su evolución, la rapidez con que se deteriora el mercado, es mucho más relevante".

El 'reloj' no perdona

El acelerado incremento de los intereses amenaza con sacar al Tesoro del mercado, es decir, con cortar el acceso a la financiación, tal como ha advertido el Gobierno. En opinión de los expertos este riesgo es, sin duda, el mayor al que se enfrenta España en estos momentos. Sobre todo, porque las arcas públicas necesitan captar dinero en los mercados para seguir afrontando de forma autónoma el pago de la deuda contraída en el pasado.

En este sentido, el dilema está servido. Si el encarecimiento de los costes solo es una tormenta de verano, no habrá problemas para conseguir esos recursos. Pero si los nubarrones han venido para quedarse y el mercado se cierra, a España no le quedará otra vía que pasar de un rescate parcial -como el solicitado para la banca- a otro total -para afrontar el pago de los vencimientos de la deuda-.

Seguiría, por tanto, los pasos de Grecia, Irlanda y Portugal, y soportaría las condiciones correspondientes. Cabría otra alternativa, consistente en que España incurriera en un impago, pero hasta la fecha no ha sido la opción preferida por Europa.
Cada vez más pesada

Junto a estos peligros, figura el creciente lastre que la deuda supone para las arcas públicas. Este año, y según recogen los Presupuestos Generales del Estado, los intereses de las letras, los bonos y las obligaciones consumirán 28.876 millones de euros, una cifra próxima al 3% de la riqueza (Producto Interior Bruto) que genera la economía en un año. Al mismo tiempo, esa cifra equivale al 23,6% de los gastos totales recogidos en los Presupuestos para 2012.

Teniendo en cuenta que, además, la cantidad de deuda pública en circulación está previsto que crezca en 2012 de 592.084 a 628.084 millones de euros, como el reciente incremento de los costes de financiación se mantenga, el peso de la deuda cada vez será más insoportable. Especialmente, porque en contraposición con el aumento del volumen de deuda y de su precio, la economía está en recesión, es decir, se contrae. Este año está previsto que lo haga en un 1,7%, según los cálculos que maneja el Gobierno.

La próxima cita del Tesoro tendrá lugar el 5 de julio, cuando subastará deuda a medio y largo plazo.

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