20121014

Comparaciones odiosas entre autonomías

Comparaciones odiosas entre autonomías

Comparaciones odiosas entre autonomas - Libre Mercado

Los desequilibrios de nuestras cuentas públicas nacionales y regionales, además de alimentar los cada vez más insistentes rumores sobre un rescate de España, han puesto sobre la mesa el debate de la financiación regional, de los desequilibrios entre comunidades autónomas y de la propia viabilidad del sistema autonómico, así que quizá merezca la pena echar un vistazo a esas cuentas regionales y ver en qué situación nos encontramos.

En estos momentos, las Comunidades Autónomas manejan en España unos presupuestos anuales totales de 174.519 millones de euros, más de tres veces el agujero detectado en el sistema financiero española. La Tabla 1 muestra los datos básicos de cada comunidad: población, presupuesto y Producto Interior Bruto (PIB). Todos los datos están referidos a 2011.

TABLA 1: Datos básicos de las distintas comunidades autónomas.

POBLACION PRESUPUESTO (M€) PIB (M€)

Andalucía 8.424.102 31.682 145.451
Aragón 1.346.293 5.294 34.098
Asturias 1.081.487 4.360 23.175
Baleares 1.113.114 3.396 26.859
Canarias 2.126.769 7.015 41.732
Cantabria 593.121 2.398 13.289
Castilla-La Mancha 2.115.334 8.612 37.978
Castilla-León 2.558.463 10.045 57.490
Cataluña 7.539.618 32.886 200.323
Extremadura 1.109.367 5.191 17.491
Galicia 2.795.422 9.708 57.677
Madrid 6.489.680 18.768 189.431
Murcia 1.470.069 4.918 28.169
Navarra 642.051 4.188 18.726
País Vasco 2.184.606 10.567 66.575
Rioja 322.955 1.263 8.171
Valencia 5.117.190 14.228 102.941
TOTAL 47.029.641 174.519 1.069.576
¿Quién maneja más presupuesto?

Si calculamos el presupuesto por habitante y el PIB per cápita de cada comunidad, nos encontramos con algunos resultados sorprendentes:

TABLA 2: Presupuesto per cápita y PIB per cápita

PRESUPUESTO POR HABITANTE PIB PER CAPITA

Navarra 6.523 29.165
País Vasco 4.837 30.474
Extremadura 4.678 15.766
Cataluña 4.361 26.569
Castilla-La Mancha 4.071 17.953
Cantabria 4.043 22.405
Asturias 4.031 21.428
Aragón 3.931 25.327
Castilla-León 3.926 22.470
Rioja 3.911 25.300
Andalucía 3.760 17.266
Galicia 3.472 20.632
Murcia 3.345 19.161
Canarias 3.298 19.622
Baleares 3.050 24.129
Madrid 2.892 29.189
Valencia 2.780 20.116

Lo primero que llama la atención es la escandalosa diferencia entre las comunidades que disponen de más dinero por habitante y las que menos. En concreto, Navarra dispone de un presupuesto por habitante que es más del doble que el de Madrid o Valencia, mientras que el presupuesto por habitante del País Vasco es un 70% superior al de las dos comunidades menos dotadas presupuestariamente. Evidentemente, eso es consecuencia de la existencia del mecanismo de cupo en País Vasco y Navarra, que en la práctica se traduce en que todas las demás regiones españolas transfieren ingentes cantidades de dinero a esas dos comunidades.

El segundo dato llamativo es el referido a Cataluña. Lejos de manejar un presupuesto más restringido que otras regiones, Cataluña es la cuarta región española que más gasta por habitante. Tan solo la superan las dos comunidades que cuentan con el sistema de cupo (País Vasco y Navarra) y Extremadura. En contra del tópico, Andalucía no es de las comunidades mejor dotadas presupuestariamente: se encuentra en mitad de la tabla y maneja, por ejemplo, un presupuesto por habitante que es un 15% inferior al de Cataluña.

Llama la atención el caso de Madrid, que siendo la segunda región más rica (por detrás del País Vasco, cuya riqueza se infla artificialmente gracias al cupo) es, sin embargo, la penúltima en cuanto a presupuesto por habitante.
Finalmente, llama también la atención la escasa correlación entre la riqueza que cada región aporta al conjunto de la nación (su PIB per cápita) y el presupuesto por habitante que esa región maneja. A la luz de los datos, el sistema actual de financiación no parece estar asentado en ningún criterio lógico.
¿A qué dedican el presupuesto las comunidades?

Ante el debate sobre la posible eliminación o reducción del estado autonómico, desde distintas instancias se insiste de forma machacona en una idea: que la mayor parte del gasto autonómico es gasto social y que, por tanto, no solo no es posible reducir el gasto autonómico, sino que hacerlo equivaldría a recortar el estado del bienestar. ¿Hasta qué punto es cierta esa consigna?

En la tabla siguiente se muestra el presupuesto que cada comunidad dedica a Educación y a Sanidad (las otras dos grandes categorías de gasto social - pensiones y desempleo - corren a cargo del Estado).

TABLA 3 Gasto en Educación y Sanidad de cada comunidad autónoma

PRESUP EDUCACION (M€) PRESUP SANIDAD (M€)

Andalucía 7039 9332
Aragón 1005 1835
Asturias 783 1541
Baleares 802 1176
Canarias 1591 2527
Cantabria 513 729
Castilla-La Mancha 1963 2692
Castilla-León 2041 3431
Cataluña 5749 9167
Extremadura 977 1539
Galicia 2252 3498
Madrid 4481 7069
Murcia 1381 1969
Navarra 643 963
País Vasco 2699 3406
Rioja 234 429
Valencia 4236 5500

Con esos datos, resulta que el total invertido por las comunidades autónomas en Educación y Sanidad es de 95.192 millones de euros, lo que equivale al 55% del presupuesto total manejado por las comunidades. En otras palabras: un 45% del gasto de las comunidades autónomas no tiene nada que ver ni con Sanidad, ni con Educación. Y en realidad estamos siendo generosos en los cálculos, porque parte del presupuesto teóricamente dedicado a Educación y Sanidad enmascara, en la práctica, gastos que nada tienen que ver con mejorar la calidad de la enseñanza o de la asistencia sanitaria.

El porcentaje del presupuesto dedicado a Sanidad y Educación varía enormemente de una comunidad a otra, lo que nos da idea de en cuáles comunidades el gasto "social" es más prioritario.

TABLA 4: Porcentaje del gasto sanitario y de educación sobre el total del presupuesto

Valencia 68%
Murcia 68%
Madrid 62%
Galicia 59%
Canarias 59%
Baleares 58%
País Vasco 58%
Castilla-León 54%
Castilla-La Mancha 54%
Aragón 54%
Asturias 53%
Rioja 52%
Cantabria 52%
Andalucía 52%
Extremadura 48%
Cataluña 45%
Navarra 38%

Pero lo más interesante es comparar la cantidad por habitante invertida por cada comunidad en cada uno de estos dos conceptos.

TABLA 5: Gasto en Educación por habitante



GASTO EDUCATIVO POR HABITANTE (€)
País Vasco 1235
Navarra 1001
Murcia 939
Castilla-La Mancha 927
Extremadura 880
Cantabria 864
Andalucía 835
Valencia 827
Galicia 805
Castilla-León 797
Cataluña 762
Canarias 748
Aragón 746
Asturias 724
Rioja 724
Baleares 720
Madrid 690
TABLA 6: Gasto en Sanidad por habitante



GASTO SANITARIO POR HABITANTE (€)
País Vasco 1559
Navarra 1499
Asturias 1424
Extremadura 1387
Aragón 1363
Castilla-León 1341
Murcia 1339
Rioja 1328
Castilla-La Mancha 1272
Galicia 1251
Cantabria 1229
Cataluña 1215
Canarias 1188
Andalucía 1107
Madrid 1089
Valencia 1074
Baleares 1056
Podemos hacer varias observaciones sobre los datos de estas tablas:

La disparidad entre comunidades es enorme. Obviamente existen factores objetivos (dispersión de la población, pirámide de edad, ...) que influyen en el dinero que una comunidad tiene que gastar en Sanidad o Educación, pero la disparidad es demasiado alta como para poder ser atribuible en exclusiva a esos factores. Por ejemplo: las cinco comunidades con menor porcentaje de población de treinta años (Asturias, Cantabria, Castilla-León, Galicia y País Vasco) aparecen muy dispersas en la tabla de gasto educativo por habitante.

De nuevo, son las comunidades que cuentan con cupo (País Vasco y Navarra) las que más se permiten gastar en Sanidad y Educación, gracias a la aportación de dinero procedente de otras regiones españolas.
Madrid es la comunidad con menor gasto educativo por habitante y una de las que menos gasta en Sanidad por habitante. Sin embargo, la calidad de los servicios sanitarios y educativos de Madrid es significativamente superior a la de muchas otras comunidades. Eso indica una de dos cosas: o bien las ineficiencias de gestión en algunas comunidades son altísimas, o bien algunas comunidades incluyen en sus cifras de gasto sanitario y educativo cosas que nada tienen que ver con mejorar la calidad de la enseñanza o de la atención sanitaria.

¿Cuánto nos cuestan los empleados de la administración?

La tabla siguiente muestra cuánto gasta cada autonomía en personal (funcionarios, contratados laborales, altos cargos, ...). Como vemos, el gasto total de personal de las 17 autonomías en un solo año supera el agujero completo de nuestro sistema bancario.

TABLA 7: Gastos de personal de cada autonomía



PERSONAL (M€)
Andalucía 9766
Aragón 2032
Asturias 1569
Baleares 1076
Canarias 2738
Cantabria 830
Castilla-La Mancha 2896
Castilla-León 3532
Cataluña 7313
Extremadura 1782
Galicia 3616
Madrid 6297
Murcia 1141
Navarra 1145
País Vasco 1957
Rioja 423
Valencia 5371
TOTAL 53482

El agujero negro del fomento del empleo

Si hay una categoría que llama la atención en los presupuestos de las comunidades es la de fomento del empleo. La cobertura de desempleo corre a cargo del Estado, pero las comunidades gastan ingentes cantidades de dinero en las llamadas políticas activas de empleo, teóricamente destinadas a conseguir que existan más puestos de trabajo. Observemos la tabla siguiente:

TABLA 8: Gasto en políticas activas de empleo, por comunidades


FOMENTO EMPLEO (M€)

GASTO POR HABITANTE (€)

PORCENTAJE PARO
Extremadura 237 213 33,4
País Vasco 419 191 14,6
Canarias 324 152 33,1
Navarra 91 141 16,4
Castilla-La Mancha 297 140 28,7
Andalucía 1.139 135 33,9
Asturias 145 134 21,0
Galicia 326 116 21,1
Castilla-León 294 114 19,8
Cantabria 67 112 17,4
Aragón 143 106 18,6
Cataluña 797 105 22,0
Valencia 494 96 27,1
Rioja 29 89 22,7
Baleares 93 83 21,3
Madrid 529 81 18,9
Murcia 120 81 26,2
TOTAL 5.544
 
La cantidad total invertida en esas políticas activas de empleo que no sirven para absolutamente nada es monstruosa: 5.544 millones de euros anuales.

Pero más llamativo que el gasto total es el gasto por habitante de cada comunidad. Porque si examinamos la tabla vemos que, con la tradicional y explicable excepción de País Vasco y Navarra, las cuatro comunidades que más gastan por habitante en fomentar el empleo son Extremadura, Canarias, Castilla-La Mancha y Andalucía, es decir... justo las cuatro comunidades que mayor porcentaje de paro tienen.

En otras palabras: las políticas activas de empleo no solo no sirven para nada, sino que parece existir una correlación inversa: a mayor gasto en fomento del empleo, mayor porcentaje de paro. Lo que sugiere que, posiblemente, esas políticas solo sirven para el mantenimiento de redes clientelares que, lejos de fomentar el empleo, lo que hacen es impedir el desarrollo empresarial.

¿A dónde nos lleva esto?

El descontrol en las cuentas autonómicas está teniendo el efecto de generar una pelota de deuda que crece sin control, porque los ingresos no dan para satisfacer la voracidad del estado autonómico. El montante de la deuda autonómica total (a fecha de hoy) alcanza los 145.000 millones de euros. Esa deuda generó unos gastos financieros a las autonomías de 4.550 millones de euros en 2011. La tabla siguiente muestra la deuda total, la deuda por habitante, los gastos financieros anuales y los gastos financieros por habitante.

TABLA 9: Deuda total y gastos financieros anuales, por autonomías

DEUDA (M€) DEUDA POR HABITANTE (€) GASTOS FINANCIEROS (M€) GASTO FINANCIERO POR HABITANTE (€)
Cataluña 42.000 5.570 1478 196
Navarra 2.725 4.244 61 95
Valencia 20.832 4.070 512 100
Baleares 4.479 4.023 120 107
País Vasco 6.798 3.111 163 74
Castilla-La Mancha 6.287 2.972 74 35
Rioja 960 2.972 28 87
Aragón 3.731 2.771 125 92
Galicia 7.381 2.640 196 70
Madrid 16.572 2.553 352 54
Cantabria 1.301 2.193 74 125
Castilla-León 5.557 2.172 234 91
Murcia 3.055 2.078 93 63
Asturias 2.242 2.073 97 89
Extremadura 2.045 1.843 62 56
Andalucía 15.373 1.824 734 87
Canarias 3.779 1.776 147 68
TOTAL 145.117 4.550
Conclusiones

A la luz de estos datos, cabe extraer varias conclusiones:

El complejísimo sistema de financiación autonómica, combinado con la falta de control de las cuentas de las autonomías, genera una situación que carece de cualquier racionalidad. El gasto por habitante de las distintas comunidades presenta unas disparidades enormes, que además no guardan ninguna relación con la renta de las comunidades, así que cabe deducir que no están funcionando los mecanismos de redistribución de riqueza que en teoría deberían imperar.


Los cupos vasco y navarro constituyen un auténtico expolio para el resto de regiones españolas. Quienes pagan impuestos no son las regiones, sino las personas; en consecuencia, es natural que en un sistema fiscalmente progresivo como el español, se produzca una transferencia neta de renta de las regiones más ricas a las más pobres. Pero en el caso de Navarra y el País Vasco, la transferencia se produce en sentido inverso: son las regiones más pobres las que financian a dos de las regiones más ricas.

La disparidad presupuestaria y de financiación hace que la inversión en Sanidad y Educación presente llamativas diferencias entre unas comunidades y otras. El estado autonómico, en su forma presente, se ha convertido en una fuente de desigualdad entre los españoles, que reciben servicios que están más o menos dotados presupuestariamente según la región en la que vivan.

Al menos el 45% del gasto autonómico no está relacionado con la Sanidad, ni con la Educación, lo que indica que existe margen suficiente para reducir los presupuestos autonómicos sin tocar esos dos pilares del estado del bienestar.

El análisis del gasto por habitante en Sanidad y Educación sugiere que también en esas áreas sería posible conseguir enormes ahorros sin afectar a la calidad de los servicios sanitarios y educativos que se prestan. En muchas autonomías, el gasto en estos dos capítulos es a todas luces desproporcionado si lo comparamos, por ejemplo, con el de la Comunidad de Madrid. Si todas las comunidades consiguieran prestar un servicio de la misma calidad que el de esta comunidad al mismo coste que en la Comunidad de Madrid, el ahorro total en la factura de la Sanidad y la Educación sería de 12.000 millones de euros.

Sólo en personal, las autonomías gastan 53.000 millones de euros anuales. Por hacernos una idea, con ese dinero daría para cubrir 10 veces los costes salariales y de seguridad social de los aproximadamente 100.000 médicos que existen en la Sanidad pública. La plantilla de empleados públicos está claramente sobredimensionada, especialmente en algunas comunidades.

Un área en la que el posible ahorro resulta evidente son las políticas activas de empleo, en las que se dilapidan 5.500 millones de euros anuales. Esas políticas no solo no crean empleo, sino que parecen ser completamente contraproducentes: a mayor gasto en fomento del empleo, mayor es la tasa de paro.

La deuda autonómica está creciendo sin ningún tipo de control, lastrando las propias cuentas de las comunidades autónomas y comprometiendo los objetivos a los que España se ha comprometido. De nada sirve que el Estado reduzca sus gastos si eso no va acompañado de un recorte radical en el tamaño del estado autonómico.

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