Hace unos días, el periodista de ABC Punto Radio, Melchor Miralles, en
una entrevista telefónica al presidente de la Patronal Madrileña, Arturo
Fernández, que a su vez es el concesionario de los servicios de
restaurante del Senado, el Congreso de los Diputados y de la Asamblea de
Madrid, le preguntaba cómo es posible poder dar menús a sus señorías
por la ridícula cantidad de 3,55€.
El señor Fernández comenzó por negar la mayor, diciendo que no era
cierto, que esa cantidad no era correcta, y que como cualquiera podía
comprender, era imposible poder servir un menú por ese precio, con los
gastos que ello conlleva de personal, etc., y poder obtener unos
beneficios como cualquier otra empresa o negocio.
Lo que no sabía este señor es que el periodista tenía en la mano un
tiket en el que figuraba dicho importe, cosa que corroborraron el resto
de tertulianos que le acompañaban.
La respuesta del Sr. Fernández fué ceder, pero sólo a medias,
diciendo. "Puede ser ese el precio, pero sólo de un plato, o medio menú.
El menú completo cuesta más, como el de un restaurante normal y
corriente".
De nuevo el periodista volovió a insistir: "En el tiket que yo tengo pone: Dos platos, postre, bebida y café"
Ante esta aseveración, el presidente de la patronal, sin querer dar
su brazo a torcer, respondió que no estaba al corriente del precio, que a
pesar de ser él mismo el concesionario, no conocía el importe de los
menús que se servían a sus señorías en los restaurantes de estas tres
instituciones.
Ante la perplejidad de los periodistas por esta respuesta, vino a decir
que "De otra manera, su negocio sería una ruina, y por eso, esos
servicios debían de estar subvencionados con fondos públicos.
Nos hemos enterado, pues, que sus señorías, a pesar de cobrar
suculentas dietas, que justifican en tener que vivir en una ciudad que
no es la suya de residencia habitual, sólo pagan por sus comidas una
tercera parte de lo que cuesta el menú más barato a cualquier otro
trabajador que tiene que mantenerse de su bolsillo.
Nos enteramos tambien de que le cuesta menos la comida a un senador o
diputado de lo que paga cualquier escolar en Madrid por llevar su
comida de casa en una fiambrera, que paga 3,80€ por el uso del comedor y
del horno microondas en que se la calienta.
Nos hemos enterado, de paso, que a costa del dinero de todos, cuando
una empresa es ruinosa, que vendiendo a precios por debajo del costo se
podría ir a pique, es rescatada con los dineros de todos, incluidos de
los que están en el paro, de los que no llegan a fin de mes, de los que
tienen que hacer ingeniería financiera para repartir el sueldo de
miseria que cobran al llegar el primero de cada mes.
Ya conocemos el motivo por qué el anterior Presidente del gobierno,
Sr. Zapatero, cuando le preguntaron en TV el precio de un café en un bar
cualquiera, no supiera el importe. Si tenemos en cuenta que dos platos,
postre, bebida y café valen 3,55€, el café sólo debe andar bastante por
debajo de los 80 céntimos que este señor aseguró que costaba.
Basta ya de casta de privilegiados que sólo conocen la crísis por que
han oido hablar de ella. Basta ya de vividores del cuento que se
reservan para ellos unos derechos que están quitando al pueblo. Basta ya
de gentes sin escrúpulos, sin cultura muchos de ellos y sin vergüenza
todos, que están viviendo a costa de robar y quitar derechos a los
demás, para crearse para sí mismos los que les viene en gana.
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