Camino a la idiocia: nueva reforma educativa.
El problema de la educación en hispanistán es endémico: no es que la escuela tenga pocos recursos; es que además canvian los planes cada vez que cambia el Gobierno de turno.. llevamos más reformas educativas los últimos 20 años que está claro que sólo se persigue un propósito: quemar al profesorado.
Cambios contínuos, sin ton ni son.. para acabar con la paciencia de los pocos que aún tenían ganas de enseñar a aprender. Porque esa es la función: enseñar a aprender. No se puede enseñar todo, pero si se enseña a aprender, cada uno será autosuficiente y adulto.
Se quiere un pueblo aborregado (más de lo que ya está ahora). La otra mitad de la educación se recibe fuera de la escuela.. y de un entorno de borregos el infante va a copiar cómo se un borrego (con todas las letras).
Otro torpedo a la línea de flotación es la motivación. El país del dedismo, del chanchullo, el engaño, las "influencias", el enchufe.. los méritos ni importan, ni se necesitan (muchísimos cargos, asesores, personal de confianza.. se lleva muchos miles y no saben ni hacer la O con un canuto.. y cada Gobierno va colocando a los suyos, sin quitar a los otros.. una montaña de porquería), luego tenemos reponedores con 3 carreras técnicas, con idioma, que han tenido la desgracia de nacer en éste terruño, y de tener la familia aquí.
Los pocos que pueden, hacen la maleta. En cualquier lugar les van a tratar infinitamente mejor, además de que van a valorar sus méritos, esfuerzo, conocimientos, y ganas de progresar.
Porque ésta es otra: si tampoco hay trabajo porque la casta se ha dedicado a legislar en su propio beneficio proteccionista, hasta el límite que el "libre mercado" es una serie de cotos privados donde ellos campan y nadie más puede entrar.. porque hay barreras prácticas (como cotizaciones, alquiler de locales, demoras en la Administración con los permisos.. que a la práctica impiden la entrada de nuevos actores) y así todo sigue "bien atado".
¿Con qué motivación va alguien a estudiar, si no hay futuro?
Camino de la idiocia..
¿Para qué sirve la asignatura de tecnología?
Soy profesor de Tecnología en Bachillerato y en diversos cursos de
ESO, y, aunque es algo inusual, también soy profesor asociado en la
escuela politécnica de mi universidad, formando a los aspirantes a
ingenieros en los grados o ingenierías técnicas en extinción. Aunque soy
más veterano en la enseñanza superior que en las medias, llevo ya diez
años compaginando mi docencia en ambos mundos académicos. Así pues,
espero ver las cosas con una perspectiva muy amplia.
De repente me encuentro con que este Gobierno, amparándose en su ya
desgastado pretexto de mejorar la calidad de la educación, quiere erradicar,
(esa es la palabra más adecuada), la educación tecnológica del
currículo de las enseñanzas medias. Esto supone, desde cualquier punto
de vista una aberración, que junto con otros aspectos de esa Ley que
afectan a otros colectivos o a toda la comunidad educativa, solo concibo
fruto de obtusas y retorcidas mentes que no sólo no tienen ni idea de
educación ni de sensibilidad social, sino que seguramente siguen oscuros
dictados de terceros.
Los profesores de Tecnología de enseñanzas medias nos hemos organizado en una Plataforma Estatal de Asociaciones de Profesores de Tecnología
(PEAPT), que engloba a las homólogas asociaciones autonómicas, y,
apoyados por Escuelas Politécnicas, Colegios Profesionales de
Ingenieros, empresas privadas industriales, sindicatos y personas
relevantes del mundo de la educación, la ingeniería, la tecnología y la
industria, y por miles de ciudadanos normales, nos hemos movilizado para
parar esta barbaridad que se gesta en el MECD.
Denunciamos y queremos informar a toda la sociedad que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa
(LOMCE), aunque todavía anteproyecto, propone un sistema educativo que
contribuirá a aumentar las cifras de fracaso escolar, tanto en las
enseñanzas medias como en la FP y enseñanzas universitarias técnicas,
además de desmotivar al profesorado y condenar al paro a miles de ellos,
y que no mejorará la actual situación que se vive en las aulas.
Aduciendo la necesidad de un nuevo sistema educativo, el ministerio
de Educación Cultura y Deporte (MECD) ha elaborado un modelo totalmente
obsoleto, que vuelve a una concepción de la educación que creíamos haber
superado. Incorporando, además, estructuras organizativas que
supondrían una segregación anticipada y programada del alumnado en la
etapa obligatoria.
En pleno siglo XXI, y en un entorno en el que la Tecnología está
presente en todos los campos de la actividad humana, es imprescindible
ofrecer una cultura tecnológica básica para toda la población. Además,
existe una ingente demanda de profesionales altamente cualificados para
el ejercicio profesional de puestos de trabajo de base tecnológica. Es,
por tanto, una necesidad imperiosa dar la debida formación a todo el
alumnado y, especialmente, a aquellos jóvenes que quieran encaminarse
hacia los estudios tecnológicos de la Formación Profesional, pero
también para acceder a los estudios universitarios de ingenierías o de
arquitectura.
Sin embargo, en el anteproyecto de ley propuesto por el Ministerio de
Educación, apenas hay cabida para la Educación Tecnológica. Se
fragmenta y reduce en los 3 primeros cursos de la ESO y queda totalmente
erradicada de 4º de ESO y Bachillerato (desapareciendo las materias de
Tecnología, Tecnología Industrial y Electrotecnia). Desaparecen en
términos netos tres de las cuatro asignaturas de Tecnología de la ESO, y
las cuatro de bachillerato (dos obligatorias y dos optativas). Las
cuatro últimas y la de 4ª con importantísimas para la formación de
cualquier estudiante que desee estudiar un grado de
ingeniería/arquitectura o un ciclo superior de FP afín al mundo
industrial y tecnológico.
Por otra parte, en dicho anteproyecto se cita a las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC), pero no para integrarlas en todas
las áreas del conocimiento, sino para reducirlas a un uso meramente
manipulativo y de entretenimiento. Debemos recordar que las TIC son una
herramienta, no un fin, y esa herramienta se contextualiza en los
diversos campos de la técnica, en forma de programas de cálculo,
simulación, diseño (CAD/CAM/CAE) o sistemas de regulación y control, por
citar algunos.
En los países que obtienen mejores resultados en las pruebas
internacionales PISA, la materia de Tecnología presenta una gran
relevancia en sus sistemas educativos, con una gran carga lectiva desde
edades tempranas, valorándose sus contenidos y siendo una materia indispensable no sólo en Secundaria y FP, sino también en Bachillerato.
La prueba de la importancia de las enseñanzas tecnológicas, es decir,
de la Tecnología en si misma, no debería necesitar siquiera
justificación, pero por si el Sr. ministro o alguno de sus
'colaboradores' leen esto, voy a intentar iluminarles con algunos
argumentos al respecto. Uno estaría verdaderamente ciego o simplemente
no estaría en este mundo, si no tuviera conciencia de lo profundamente
que la tecnología ha calado en todas y cada una de nuestras actividades
de la vida cotidiana; ni me voy a molestar en poner ejemplos. Y cuando
hablo de tecnología no hablo de informática, del software, que no es que
no lo sea, pero ésta sólo supone una parte, pues ésta necesita un
soporte físico y además un motivo y fin de su creación y existencia:
todo tipo de artilugios y aparatos para todo tipo de usos.
Pero es que además, lo que nuestro entorno inmediato y sentido común
nos hacen percibir, se formaliza en muy recientes estudios nacionales e
internacionales realizados por instituciones tanto públicas como
privadas, aparte de ese archinombrado informe PISA, que todos osan en
citar pero muy pocos se han leído realmente (y en este grupo parece que
se incluyen los responsables del MECD). Dichos informes concluyen que
las titulaciones relacionadas con la Tecnología son las más demandadas por las empresas,
con una tendencia creciente, al contrario que las materias de letras o
de ciencias instrumentales. Por lo tanto este anteproyecto ofrece justo
lo contrario a lo que demanda no sólo la sociedad, sino también las
empresas (ver este enlace), porque erradicando la formación y culturas
tecnológicas disminuirá muy seriamente la disponibilidad de mano de obra
con cualificación media a muy alta para nuestras empresas.
El principal motivo por el cual nuestros alumnos sienten aversión por
aprender es porque la metodología predominante en las aulas está más
basada en el aprendizaje memorístico de conceptos que en la adquisición
de destrezas, habilidades, competencias y actitudes que les ayuden a
conocer y desenvolverse mejor en el cambiante mundo en que les toca
vivir. Además, en las asignaturas instrumentales, no se les enseña la
aplicación práctica y real de lo que aprenden, que es precisamente uno
de los objetivos de las materias tecnológicas, ingenieriles, conocer,
entender y diseñar aparatos y dispositivos con aplicación práctica y
real.
El interés más notable de tener asignaturas como Tecnología
Industrial I y II, Electrotecnia o Mecánica en el Bachillerato, radica
en la aplicación directa del conocimiento científico a realidades
tangibles. Ello está en relación con la creación y mantenimiento de una
vocación por la tecnología, la ingeniería y el conocimiento científico,
la investigación, vocaciones que nacen sin duda en el Bachillerato,
cuando el estudiante ha comprobado que el conocimiento tiene un amplio
espectro de valores de toda índole porque se puede aplicar en la
realidad práctica, y donde decide embarcarse en la nada fácil y
sacrificada empresa.
Por otra parte, con la actual coyuntura económica, y una sociedad tan
inmersa en la tecnología y un mercado tan globalizado como el actual,
si el país quiere ser competitivo no puede descuidar la importancia de
la formación o de la investigación tecnológica aplicada a ningún nivel, y
muy en especial en el lugar donde nace la vocación por ella, los
institutos.
Además, no debemos olvidar que las asignaturas de tecnología, gracias
a sus contenidos y al desarrollo de proyectos, resultan ser las
asignaturas más integradoras y motivadoras de todo el currículo de
ESO/Bachillerato, ya que en ellas de usan de modo aplicado conocimientos
de Física, Matemáticas, Química, Dibujo y se trabajan todas las
competencias. Por citar algunas de estas últimas:
• Realizando los cálculos que justifican un diseño concreto, se
integran matemáticas y física, dándoles un sentido y aplicabilidad, y
potenciando la competencia matemática.
• El uso como apoyo de herramientas hard/soft desarrolla la competencia digital.
• El trabajo en grupo en los proyectos, desarrolla la competencia
ciudadana, la de aprender a aprender y la interacción con el medio.
• El trabajo de recopilación de información y su estudio, la
redacción de trabajos, informes y memorias y la presentación oral de
estos, usando lenguaje específico de la materia, desarrolla la
competencia lingüística.
Hablemos ahora de motivación. Tengo en 4º de ESO una clase de
veintipico alumnos, lo que es una barbaridad teniendo en cuenta que la
asignatura de 4º es una troncal optativa, otra prueba por cierto, del
interés de los estudiantes por las materias tecnológicas; también tengo
una clase de 2º de bachillerato bastante nutrida. El día que decidí
informarles sobre las intenciones del Ministerio, cundió la indignación y
el desasosiego, porque si ellos han optado por estas asignaturas e
itinerario es porque tienen ilusión en embarcarse a corto-medio plazo en
una ingeniería, ilusiones que ven peligrar por culpa de una ideología
mercantilista (léase preámbulo del anteproyecto), segregacionista y
liquidadora, sin valores. Escuché expresiones como: "Nos has dejado
traumatizados", "¿Qué podemos hacer para evitarlo?", "¿Qué me pasará en
la carrera si dejo de estudiar estas materias antes de llegar?".
Motivación es que mis alumnos de 2º y 3º de ESO no paran de
preguntarme cuándo empezaremos el proyecto, ansiosos por materializar
las ideas que se agitan en sus cabecitas, motivación es que me pidan
quedarse en el taller durante el recreo o que quieran llevarse su
trabajo a casa para terminarlo con más tranquilidad o enseñárselo a sus
padres.
Si esta reforma sale adelante, los que todavía no hayan llegado a 4º
de ESO no aprenderán prácticamente nada de materia tecnológica, durante
toda su andadura en la ESO/bachillerato; los que ya están en 4º no
volverán a tener enseñanzas de electricidad, electrónica, materiales,
regulación y control, neumática o energías en lo que les queda en el
instituto, y hasta entrar en las carreras, si es que pueden permitirse
las elevadísimas tasas actuales, que también cortesía de este gobierno.
Pero si llegan, se encontrarán, aparte de las clásicas asignaturas de
matemáticas, física, química y dibujo, todas esas materias que en
Bachillerato o 4º de ESO eran temas o bloques, convertidas en
asignaturas cuatrimestrales desde el primer semestre. Porque resulta que
los planes de estudio universitarios (desde antes del Plan Bolonia) van
justo en sentido contrario que esta reforma, que elimina no sólo
materias tecnológicas, sino también otras tan interesantes como Economía
o Geología. ¿Alguien se ha preguntado el efecto sobre el fracaso
escolar en las escuelas técnicas que tendrá privar a los estudiantes de
esta formación?. Seguramente sí, porque en el fondo lo que quieren es
que llegue menos gente a la universidad, y así no sólo hacerla más
elitista sino poder prescindir también de profesorado universitario,
como parte del que imparte los másteres de secundaria, que será el
primero en caer por razones obvias.
A pesar de todo lo anterior, en la propuesta del MECD, se elimina la
Educación Tecnológica, cuyo eje vertebrador, como ya se ha dicho, es el
método de resolución de problemas técnicos en el que el alumnado
adquiere conocimientos de forma globalizada, favoreciendo la adquisición
de las competencias básicas, tan mencionadas, y al mismo tiempo
incomprendidas, por los dirigentes en materia de educación.
Y encima todo ello se ve agudizado por un mal endémico de nuestra
clase política, a quienes, aunque se les regalen smartphones, tabletas
de última generación y conexiones VDSL, como la mayoría son de letras, y
los que no, bien pocos, son de ciencias básicas con poco o nulo
ejercicio profesional como tales, carecen de conocimientos y cultura
tecnológica, y de la sensibilidad, conciencia y capacidad crítica que
ellos aportan, lo que es precisamente uno de los objetivos formales de
estas asignaturas nuestras. Necesitamos más ingenieros en la política
para atajar este mal.
Este oscuro panorama que se cierne sobre nuestro sistema educativo
quedaría agudizado por un grave problema para el profesorado de
Tecnología. La reducción de horas de Tecnología que contempla el
anteproyecto de la LOMCE es tan drástica, que una gran parte del
colectivo vería como sus plazas quedarían suprimidas, modificando
seriamente sus condiciones laborales e incluso familiares, al ser
desplazados de su actual centro o verse forzados a cambiar de cuerpo
profesional, amén de los numerosos, miles de interinos que pasarían a
engrosar las listas del paro. Algo, a todas luces, incoherente con la
pretendida mejora de la calidad educativa. Al igual que los funcionarios
de carrera, todos estos interinos son ingenieros (sobre todo), físicos y
químicos, incluso algunos son doctores, gente muy cualificada y en
constante formación, pero sin embargo también despreciada por los
prejuicios de los reclutadores laborales, lo que les condenará todavía
más a permanecer en el dique seco por cortesía del gobierno y su
calidad.
No tiene sentido que, si hace veintidós años, en la concepción de la
LOGSE y previo estudio de las demandas sociales, culturales y
formativas, era imperiosa la formación en cultura tecnológica para los
alumnos de secundaria, ahora, en un mundo aún más tecnológico,
globalizado y complejo, se pueda prescindir de ella en el sistema
educativo de un país que se dice europeo y que pretende ser competitivo
en I+D+I.
Si todo esto no fuera suficiente, en alguna comunidad gobernada por
el PP ya ha saltado otra liebre: la de usar 'voluntarios' universitarios
para hacer el trabajo de profesores. ¿Hasta dónde son capaces de
llegar?.
La Tecnología es formación y cultura para los ciudadanos del siglo
XXI, y resulta inaceptable que se elimine de un Sistema Educativo
diseñado hoy en día, pues sólo conducirá a la incultura tecnológica en
las futuras generaciones, a la falta de capacidades para manejarse en un
entorno tecnológico desde una visión crítica y formada, y al
mantenimiento de uno de los tópicos más extendidos en nuestro país, que
ve la tecnología como algo externo, alejado de nuestra cultura, poniendo
freno al desarrollo y a la innovación tecnológica, tan necesarias en
estos duros tiempos
Para recabar apoyos hemos creado una campaña y recogida de firmas a favor de la educación tecnológica en nombre de la Plataforma Estatal de Profesores de Tecnología, orientada a la ciudadanía en general.
También recabamos apoyos a título institucional o personal (si se ostenta algún cargo relevante), firmando la sendas cartas manifiesto descargables de la web de la plataforma.
Para más información, consúltese nuestro repositorio de documentos. Destacamos los siguientes:
- Resumen de la situación: Destrucción de la Tecnología en la LOMCE.
- Documento: Situación de la Tecnología en la LOMCE. Análisis y propuestas de modificación.
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