La crisis dispara el número de mujeres españolas que quieren alquilar su vientre
“Sin afán de lucro, pero derivado de las vicisitudes originadas por la
crisis, estoy en una situación económica complicada (...) me gustaría
servir como madre de alquiler”. María responde así a un anuncio
publicado en internet por una pareja que busca una mujer que pueda
gestar a sus hijos. Reclamos como este proliferan en la red, pese a que
la maternidad subrogada es una práctica ilegal castigada con penas de
prisión de 1 a 5 años. Un fenómeno que varias consultoras y gabinetes de
abogados especializados en la materia no solo corroboran, sino que
aseguran que se está llevando a cabo “sin control y sin el respaldo de
la ley”.
Las mujeres que se ofrecen para gestar el hijo de terceros también
llaman a la puerta de las empresas dedicadas a asesorar en reproducción
asistida y procesos de subrogación en el extranjero. “Podemos afirmar
que el número de españolas que contactan con nuestra empresa está
creciendo cada día más”, confirman desde la compañía VDA Fertility
Consulting. También han recibido correos de candidatas a hacer de madre
de alquiler en la agencia Extraordinary Conceptions: “Piensan que es
legal en España”, cuenta su director ejecutivo, Mario Caballero.
Efectivamente, la crisis es la principal motivación de estas mujeres,
tal como reconoce María en el anuncio. “La desesperación por no poder
pagar las facturas hacen pensar que el interés económico está detrás del
gran número de mujeres españolas que ‘desean’ alquilar su vientre”,
dicen desde VDA Fertility Consulting, aunque consideran que el
componente altruista juega un papel importante en la decisión: “Son
personas solidarias, generosas, que comprenden la felicidad que conlleva
ser madre y desean ayudar a otras personas a cumplir su sueño de ser
padres”. No obstante, señalan que es “complicado” determinar cuál de
estos factores tiene mayor peso a la hora de ofrecer sus vientres y
asumir todos los riesgos asociados a los embarazos.
La abogada especialista en derecho de familia y gestación por
sustitución, Yolanda Dema, alerta de los peligros que entraña llevar a
cabo en territorio español un proceso de maternidad subrogada de manera
fraudulenta: la mujer gestante puede llegar a “extorsionar de por vida” a
la familia que la haya contratado ya que la ley española considera que
es madre quien pare y, por lo tanto, la gestante puede exigir una
prueba de maternidad para recuperar al bebé e, inclulso, una pensión.
“Es un tema muy lucrativo con dinero negro”, añade. Además de que los
profesionales involucrados en el proceso también pueden ser
inhabilitados.
A diferencia de España, en Estados Unidos la gestación por sustitución
es una práctica habitual desde hace más de 35 años. Las madres
subrogadas americanas escogen a la familia que quieren ayudar, y los
futuros padres también deben elegirla a ella. “En numerosas ocasiones,
se trata de mujeres que disfrutan de una economía saneada y de un
entorno social estable”, afirma una de las empresas especializadas.
“Todas ellas se sienten muy orgullosas de poder realizar algo que la
mitad del mundo no puede, o no se atrevería a hacerlo”, concluyen.
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