El candidato a Defensor está casado con la 'número dos' en Dependencia de Griñán
El antiguo sacerdote Jesús Maeztu, candidato tanto del bipartito que
integran PSOE e IU como del PP para sustituir al cura José Chamizo como
Defensor del Pueblo Andaluz, está casado con quien, como cargo de la
Junta de Andalucía, está gestionando precisamente una de las áreas
políticas que va a tener que fiscalizar con más detalle el sucesor de
Chamizo: la aplicación de la Ley de Dependencia en la comunidad
autónoma.
En concreto, la mujer de Maeztu -quien abandonó hace décadas el
sacerdocio- es Juana Gomar Tinoco, secretaria general de la Agencia de
Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía, uno de los entes
resultantes de la polémica reordenación del sector público impulsada
durante la pasada legislatura por el PSOE y que centraliza no sólo toda
la gestión del sistema público para la atención a las personas
dependientes, sino desde las políticas sociales de protección a la
infancia a la atención integral de los drogodependientes.
Licenciada en Derecho, Juana Gomar es una reputada funcionaria del
Cuerpo Superior de Administradores de la Junta que, antes de acabar
adscrita a Bienestar Social hace un año y ocho meses, llegó a ocupar
cargos de responsabilidad política en la Consejería de Obras Públicas y
Transportes. Hasta 2011 estuvo en la Empresa Pública del Suelo de
Andalucía (EPSA). Ahora, en tanto que mano derecha de Jesús Huerta,
director de la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía,
su gestión va a ser evaluada por su propio marido, tal y como han
consensuado PSOE e IU con el PP.
Se da la circunstancia de que, tras un aluvión de quejas de usuarios de
esta Agencia, Chamizo dirigió de oficio hace ya casi mes y medio un
escrito a la Consejería de Salud y Bienestar Social que encabeza la
socialista María Jesús Montero denunciando la situación de "práctica
paralización del sistema derivado de la Ley de promoción de la autonomía
personal y atención a las personas en situación de dependencia en
Andalucía".
"Lamentamos tener que decir que el ilusionante proyecto esbozado en su
día podría llegar a desaparecer antes de ser desplegado en toda su
virtualidad y antes siquiera de haber sido plenamente asimilado por la
sociedad. De hecho, mucho nos tememos que, si no se introduce con
urgencia un cambio en el rumbo actual del sistema de la dependencia,
podríamos vernos precisados, a corto plazo, a tener que certificar la
defunción del mismo", denunció Chamizo en su comunicación, todo un misil
a la línea de flotación del discurso de PSOE e IU, que niegan cualquier
recorte en materia de protección social de Despeñaperros hacia abajo.
Mes y medio después, otro misil político y letal ha recorrido justo el
camino inverso.
Para empezar, Maeztu niega que su mujer sea cargo político: "Su puesto
es técnico y, de hecho, no accedió a él a dedo, sino a través de un
concurso público, demostrando que reunía el nivel exigido y muchos años
de antigüedad como funcionaria", subrayó a ELMUNDO.es el candidato a
Defensor, agregando que "el cargo de secretaria general de una Agencia
no es equiparable en modo alguno al del secretario de una Consejería".
"El escrito del Defensor, ¿a quién va dirigido? A la Consejería: la
autoridad política. Y la Consejería se la remite al director de la
Agencia, que es quien contesta a la Consejería, y ésta es la que
responde al Defensor. Mi mujer no firma ninguna resolución de carácter
político, sólo cuestiones de pura gestión diaria. Pero es que además, si
yo viera la menor conexión, sería el primero en reconocerlo y
advertirlo, porque en este terreno siempre he sido exquisito",
garantiza.
En este sentido, Maeztu se limita a recordar que "cuando, entre 1995 y
1996, estuve de Defensor en funciones, entramos fuertemente en asuntos
de Vivienda, y entonces ella sí es cierto que estaba como jefa de
servicio no en una agencia, sino en la Consejería de Obras Públicas".
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