Elise Vigouroux: Ley de transparencia en la cama
Hay una realidad que es innegable: si usted tiene pareja, pocas cosas puede esconder, por no exagerar y decir ni una.
Si su pareja es una mujer y usted está tratando de ocultar algo, sepa
que ella ya lo sabe antes de que usted lo cuente. ¿El motivo? Algunas lo
saben por intuitivas, cotillas y otras por bipolares perdidas.
La cuestión es: intente usted ocultar el motivo de la tenencia de once
millones de euros, el pago de unos viajes costosos para toda la familia,
la compra de propiedades carísimas y, por decir otra cosa, de dónde
saca usted el dinero para vivir a cuerpo de Rey (siendo príncipe).
Inténtelo, es imposible.
Es increíble cómo la corrupción ha llegado a puntos tan extremos en este
país que podemos llegar a creer historias absurdas sobre mujeres que
duermen y follan con sus maridos pero que no tienen idea de lo que estos
hacen. Rosalía Iglesias nunca preguntó a Luis Bárcenas: "¿De dónde
sacas el dinero para mis abrigos de piel?" o "¿Si llevo dos años
cobrando el paro, cómo podemos comprar pisos de millones de pesetas?"
Isabel Pantoja y Maite Zaldívar nunca se plantearon de dónde podrían
salir miles de euros en efectivo y, por supuesto, la infanta Cristina no
se preguntó: "¿Por qué cobraba por consultorías que no hacía?" (Creo
que tendríamos que escudriñar un poco en el concepto de trabajo que
tiene la infanta; quizás allí podríamos descubrir la raíz del problema).
¿De qué habla esta gente after sex?, o será que solo se lanzan las
típicas preguntas como: ¿Te corriste bien? ¿Te gustó? En la sobremesa de
la casa de estas famosas parejas ¿se habla del clima? ¿de la carne de
caballo en las albóndigas de Ikea? ¿o de la nueva promoción de El Corte
Inglés?
Rosalía, Isabel, Maite y Cristina compraron, gastaron, ingresaron y
disfrutaron sin preguntar nada; ahora también nos querrán convencer de
que nunca han revisado los teléfonos de sus maridos o han hecho
seguimiento para descubrir algún cuerno. Creo que con esto queda una
pregunta muy importante en el aire: ¿Qué concepto tienen los políticos,
monarquía y famosos de la sociedad española? La respuesta me asusta un
poco, así que seré breve: nos consideran unos imbéciles en toda la
regla.
Sin ir muy lejos pondré el ejemplo de una situación vivida en el seno
familiar cuando yo era muy pequeña, una situación que nos deja clarísimo
que si escondes algo a tu pareja, ella siempre buscará la manera de
conseguir las respuestas. Es la naturaleza femenina, innegable como la
capacidad de tener bebés o cotillear.
Mi madre sospechaba que mi padre le ponía los cuernos, imagino que por
las llegadas tarde, los gastos abultados en restaurantes, bares y demás
lugares de ocio y, por supuesto, la extraña tendencia de vestir elegante
sin explicación o evento familiar a la vista; la cuestión es que mi
madre -sin tener entrenamiento militar, ni carrera de investigación,
ella es maestra- decidió escudriñar en su pequeña patria hasta el último
indicio que pudiese dejar a mi padre al descubierto de una de sus
muchas canas al aire.
Mi madre, al sospechar que algo andaba por el camino del cuerno, decidió
colocar una grabadora de periodista debajo del asiento del coche de mi
padre -de ese modelo que daba vuelta a la cinta sola- y dejar que en
noventa minutos la realidad hablara. Y la realidad habló, reveló una
aventura de meses, regalos multiplicados y cenas carísimas. Al ser
descubierto, mi padre dio por terminada la aventura, aunque más adelante
volvería a reincidir.
¿Qué intento decir al contar este episodio familiar? Es imposible que
las mujeres de los corruptos de este país no se den cuenta de lo que
hacen sus maridos cuando supuestamente duermen a su lado cada noche. Si
Maite Zaldívar descubrió la existencia de la Pantoja antes que Julián la
dejara, ¿cómo no se dio cuenta de los movimientos ilícitos de su
entonces esposo?
Estas respetables mujeres se aprovechan de un bache en el sistema
judicial español para alegar desconocimiento de acciones ilícitas y
librarse de algunos años de cárcel. Ellas tienen la misma culpa que sus
cónyuges y callaron por beneficio propio. Nosotros sabemos la realidad y
todo aquel que ha tenido una pareja lo sabe: no hay nada que puedas
ocultar a la mujer que te abre las piernas, así que desde hoy podríamos
proponer una reforma en el código penal español, una nueva ley, la Ley
de Transparencia en la Cama, que podría comenzar con un "si duerme con
él o tiene hijos de su prole, usted debe saber cómo llena su marido la
cartera"; sería un excelente comienzo.
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