600 candidatos para 8 plazas.. recuerden que los que no trabajan es porque son unos vagos..
Examen de trabajo para setecientos
Cientos de personas llenaron el polideportivo Juan Carlos Beiro para
optar a una de las ocho plazas de operario de servicios múltiples del
plan de empleo de San Martín
Faltaba media hora para que se abrieran las puertas del recinto y las
inmediaciones del Palacio de Deportes Juan Carlos Beiro de La Felguera
ya estaban atestadas de gente. No se disputaba una competición atlética
ni se celebraba un concierto, pero 700 personas esperaban con
impaciencia con la mirada fija en la escalera. Se trataba de hacer un
examen para optar a uno de los ocho puestos de operario de servicios
múltiples incluidos en la oferta del plan local de empleo de San Martín
del Rey Aurelio. «Había que venir; el no ya lo tienes. Sacar una plaza
va a ser una lotería; somos mucha gente», reflexionaba Lidia García,
cuidadora de Blimea en el paro desde hace casi 10 años, «salvo por
algunas prácticas que he hecho desde entonces».
La prueba teórica (una docena de preguntas tipo test relacionadas con
herramientas y técnicas de construcción, entre otros temas) tuvo que
realizarse en el complejo deportivo langreano porque en San Martín no
había ningún equipamiento disponible para albergar a un número tan
elevado de demandantes. A las doce, el personal del Ayuntamiento empezó a
llamar por orden alfabético a los desempleados inscritos. Había
presentadas 916 solicitudes para estos empleos eventuales, pero
finalmente unas 700 personas acudieron a la prueba.
Camino de la escalera, los rostros iban cambiando, pero las historias
personales no diferían en exceso. «Tengo un crío de once años y mi mujer
está cobrando la prestación del paro porque estuvo trabajando hasta
hace poco. Vengo a probar suerte. Creo que se debería haber hecho una
criba previa porque mucha gente que está aquí sabe que no va a cumplir
los requisitos», indicó José Luis Calleja, vecino de Sotrondio y de 41
años que hasta hace dos trabajaba en talleres de automoción. Por su
parte, Adolfo Sánchez, albañil en paro desde hace cuatro años y natural
de Pumarabín remarcó que «ha venido mucha gente, pero espero tener
alguna opción de entrar a trabajar».
El examen arrancó a las 13.20 horas, casi hora y media después de que se
abrieran las puertas. El primero en completar el test, en apenas unos
minutos, fue Juan Luis Nuño, de 38 años. Al igual que otros muchos
demandantes, este camionero de Blimea (sin trabajo desde hace dos años)
sobrevive gracias a la ayuda familiar. «Estoy casado y tengo tres críos.
Mi mujer no tiene trabajo y a mi no me quedó paro porque era autónomo,
así que tiramos con el apoyo de su familia y de la mía. No tengo muchas
esperanzas de entrar; hay demasiada gente; hace dos años, con menos
personas apuntadas, no entre, así que ahora lo veo difícil», aseguró
Nuño, que lanzó un mensaje a los políticos: «Esto hay que arreglarlo;
que se pongan las pilas, dejen de afanar y miren más por el pueblu.
Ganas de trabajar tenemos».
La prueba general contó finalmente con 700 demandantes para ocho plazas.
Posteriormente, se desarrolló el examen, de la misma categoría (nueves
plazas de operario de servicios múltiples) para los mayores de 45 años.
En este caso se presentaron 166 personas sobre las 236 instancias
tramitadas. Santos Tascón Pérez, de 56 años y vecino de Sotrondio
participó en las dos pruebas. «Trabajé en la construcción y en
jardinería y llevo ocho años en paro. La situación está complicada para
todo el mundo, para los de mi edad y para los más jóvenes, aunque creo
que la gente mayor lo tiene un poco más difícil. A la hora de pedir
trabajo se ve que prefieren a la gente joven».
Rubén Iglesias, blimeíno de 47 años, acudió al examen junto a su hermano
Marco Antonio, que también se presentó a la prueba. «Tenían que haber
hecho un sorteo puro y duro, como en Langreo el año pasado; yo lo
prefería así. Muchos tenemos que pueda haber algún enchufe por ahí; eso
está en la mente de todos», aseguró este conductor de camión, sin
trabajo desde hace diez meses y padres de dos hijas.
«Tenían que haber hecho un sorteo, como en Langreo el año pasado»
Rubén Iglesias - Conductor en paro
«La situación es mala para todos, pero la gente mayor lo tiene más difícil»
Santos Tascón - Albañil desempleado
«Sacar una plaza va a ser una lotería; aquí somos muchas personas»
Lidia García - Cuidadora en paro
«Debería haber una criba, porque mucha gente no cumple los requisitos»
José Luis Calleja - Mecánico sin trabajo
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