Familiares de las víctimas de Santiago denuncian que las aseguradoras exigen el billete para cobrar la indemnización
Los familiaries de varios de los 79 fallecidos denuncian las trabas
impuestas por la compañía de seguros que trabaja con Renfe para percibir
las primeras cuantías. La única plataforma de afectados pide que la
tragedia "no quede fuera de los focos".
Rellenar un formulario entregado por Renfe Operadora, seguido del carné
de identidad del solicitante, el libro de familia, los certificados de
nacimiento y de defunción o el informe médico. Todos estos papeles son
necesarios para que los familiares de las 79 víctimas del trágico
accidente de Santiago de Compostela del pasado 24 de julio perciban las
primeras indemnizaciones, cubiertas por la póliza del Seguro Obligatorio
de Accidentes de Viajeros (conocida como SOVI). Sin embargo, a las
familias de los afectados les han impuesto nuevas cortapisas para
cobrar.
Según publicó el Faro de Vigo la semana pasada, son ya varios los
parientes de los fallecidos los que se han quejado que, junto al papeleo
anterior, las aseguradoras reclaman nada menos que el billete de tren.
Una prueba de la que las familias carecen al haberse normalmente
carbonizado tras el terrible accidente en la curva de A Grandeira, a dos
kilómetros de la estación de Santiago. La única forma de conservar
alguna prueba de estas características es habiendo abonado el billete
con la tarjeta de crédito, bien a través de Internet (herramienta que
cada vez se utiliza más en la venta de pasajes de tren), bien en la
propia taquilla.
El Seguro Obligatorio de Accidentes corresponde a Allianz a raíz de un
convenio que tiene suscrito con Renfe. Ayer por la tarde este medio
llamó a la compañía, sin obtener respuesta. Las indemnizaciones, de
60.000 euros por persona fallecida, son, de acuerdo con lo establecido
por Allianz, “independientes de las que puedan corresponder de quien
resulte responsable”: dicho de otro modo, el seguro cubre como mínimo
esa cantidad.
Aunque Vozpópuli no pudo contactar con familiares, supo por terceras
personas que las trabas continúan. "A mi hijo lo retiraron de las vías.
¿Qué más justificante que ese [el cadáver] que viajaba en ese tren?",
indicó al diario vigués el padre de David Villolvo, un joven informático
de 27 años que pereció en el malhadado Alvia S-730 que cubría el
trayecto entre Madrid y Ferrol.
"Mucha de la documentación que había en las carteras desapareció, se
quemó en los vagones o se extravió tras el descarrilamiento. ¿Qué va a
pasar con quienes no tengan ese billete?", lamentó a El Faro otro
afectado.
Portavoces de Renfe negaron cualquier implicación en el asunto, en
espera de que se diriman las responsabilidades futuras en el Juzgado
Número 3 de Santiago. Lo mismo señalaron desde la aseguradora QBE, que
cubre la posible responsabilidad civil contraída por Renfe Operadora en
la desgracia, en caso de que el juez así lo estime.
El periodista José Caballero Silván publicó en la semana pasada en la
misma línea que el rotativo gallego una entrada en su blog denunciando
que las autoridades y compañías competentes, “en lugar de poner la
alfombra y facilitar la agilización de los trámites para que los
afectados puedan con urgencia comenzar a recibir anticipos de
indemnización suficientes para cubrir los primeros gastos, lo que ocurre
realmente es que van poniendo palos en la rueda con tanta burocracia,
de forma que hacen compleja su solicitud y reclamación”.
La de momento única plataforma constituida de afectados, la Fundación
Avata, se ha interesado por el asunto, que dice desconocer. Su portavoz,
Alberto Tranche, ha precisado que si esto ocurre es "porque la tragedia
ha quedado fuera de los focos mediáticos".
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