Feminazismo... la puerta al islam
Lo que tenéis en la siguiente imagen es lo que más odían las feminazis después del hombre.
No es a la mujer lo que odian sino al físico femenino y la forma de
canalizar su odió es a través de la criminalización indirecta del mismo.
Las feminazis continuamente afirman que el amor hacía el cuerpo
femenino por parte de los hombres es una vejación continua hacía sus
personas. Dicen buscar la liberación de la mujer a través de que no solo
se la reconozca por su físico sino también por sus capacidades
intelectuales. Reconocer las capacidades intelectuales de alguien no
requiere la supresión de la expresión de su físico, pero para las
feminazis es un punto muy importante de su sistema de valores.
¿Que otro sistema de valores considera el cuerpo femenino como un
problema? El islam, el cual obliga a la mujer a la modestía según sus
preceptos y esto significa cubrir su cuerpo. Para que la gente lo
entienda mejor, el feminazismo implanta una semilla que luego el islam
solo necesita regar para que florezca. Veamos un ejemplo verídico de
este proceso:
Diam, cantautora rap de canciones feminazis en Francia, una especie de
Bebe pero a lo gabacho, la foto de arriba es de hace unos años. ¿Cual es
su situación actual?
Diam, la feminazi convertida al islam y siguiendo devotamente sus
preceptos, rapidamente le buscaron marido musulman y ahora es madre de
una hija y ama de casa.
¿Pero como se puede llegar a producir este cambio? Para ello hace falta
otorgar al hijab en algo que tenga un criterio de utilidad. ¿Como? Es
muy simple, la mujer con el coco comido por los dogmas feminazis tiene
sobretodo en mente que el hombre es un depredador que desea devorar su
cuerpo, por lo que el hecho de ocultar su cuerpo se convierte en un
alivió, la feminazi acomplejada de su cuerpo encuentra en la vestimenta
islámica un confort psicológico enorme, encuentra en el islam la
necesidad de protección que ella tanto ansiaba.
La semilla que coloca el feminazismo en las mujeres es por tanto una
semilla basada en el miedo, en el hecho que la mujer se sienta insegura y
desprotegida a todas horas. El coco acecha en todos lados e incluso
puede ser el hombre que más las ame, puede ser su padre, su hermano, su
novio... ante esta situación de paranoia e indefensión se vuelven
vulnerables a la simple promesa de que la modestia las protegerá.
¿Pero no se supone que el velo islámico es una imposición de los hombres
musulmanes a las mujeres? Los hombres no sacan absolutamente nada de
que las mujeres lo lleven, es un precepto religioso para las mujeres y
no para los hombres. Pero lo mejor es fijarnos que ocurre cuando el velo
se convierte en polémica en occidente y la reacción de las mujeres
musulmanas a ello.
Fijaos como el ataque al hijab pasa a ser sexista por el hecho de que un
tercero las obliga a quitarselo y el tema esta en que tienen razón,
nadie, absolutamente nadie debería tener derecho sobre la forma de
vestir de otra persona siempre y cuando no ofenda a terceros. Pero la
cereza en el pastel la tenemos en esta imagen:
"El hijab es su personalidad", esto significa que la mujer musulmana
tiene que destruir su cuerpo y ocultarlo de la vista de los demás, este
es el punto con el que coinciden con las feminazis, el odio al cuerpo
femenino, pero no al cuerpo femenino en si, sino al deseo que despierta
sobre el sexo masculino, un deseo completamente natural pero convertido
en un peligro a través de la transformación del hombre en un depredador.
¿Exagerado? Pongamos la situación desde otro punto de vista, pensemos por un momento en un certamen de belleza.
¿Que dirían las feminazis de esto? Pues que denigra a la mujer, parte de
su ideario se basa en que el propio físico de la mujer degrada a la
mujer. La igualdad de las feminazis no es por tanto un ensalzamiento de
las capacidades femeninas sino es la destrucción completa de la mujer,
la destrucción de su físico por completo y esto incluye la capacidad de
ser madre, de ahí el apoyo el aborto.
El feminazismo es un estado antinatural para la mujer por el hecho que
es contranatura para ella, crea grandes perjuicios en la mente y por
ello hay mujeres que cuando vuelven al rol tradicional abrazando el
islam acaban encontrando un confort psicológico y una felicidad
completa. Por todo esto el feminazismo es la puerta al islam y un
quintacolumnismo.
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