Preparando la jubilación (4). Bajar el presupuesto en alimentación
Con este título, se pudiera pensar que se trata de bajar el presupuesto a base de comprar menos o de peor calidad. Nada mas alejado de ello, nosotros estamos consiguiendo bajar nuestro presupuesto en un 40%, aumentando la calidad de forma muy importante...
Resulta lógico pensar que en Madrid un mismo producto alimenticio fresco a igualdad de calidad, no difiera en mas de un 10% de unas zonas a otras de la ciudad. Pero nos hemos encontrado con que en algunos lugares de Madrid, hay diferencias del 40% respecto a como compramos en mi popular zona (Pacífico).
Acostumbrados a pagar un mínimo de 2,5 euros el kgr de bacaladítos (normalmente 4 euros el Kgr.), el haberlos encontrado al precio de 1,20 euros habitualmente en el Mercado de Las Ventas (C/. Virgen de la Alegria, 10), ha sido una gran sorpresa que nos ha hecho investigar el precio en el mismo mercado, de otros productos de nuestra alimentación habitual para poder hacer una comparativa.
Imagen del mercado
Los resultados no pueden ser mas sorprendentes: en el pescado (todo tipo) hay una diferencia del 30-40%; en la carne, del 20-30%; en las verduras no menos del 30%... Y, en estas condiciones junto a algunos de los ahorros como consecuencia de la autosuficiencia ya mencionada en otras entradas, creo que hay que tomarse este tema como algo muy serio: podemos disminuir nuestro presupuesto en alimentación en más del 40%...
Ayer, realizando una experiencia haciendo una compra real, conseguimos una rebaja del 35% comparando con la misma compra realizada en nuestro barrio; se componía de un conjunto de pescado, verduras variadas y fruta.
En otras compras variadas y específicas posteriores, se han conseguido ahorros mínimos constantes del 30%, con picos de hasta el 45%.
Se podría pensar que, esa diferencia de presupuesto, se pueden compensar (o incluso aumentar en favor de la compra cercana), con el costo del transporte hasta el lugar. Pero poniendo en práctica la postura de caminar (o ir en bicicleta) en el transporte por zonas de la ciudad en un radio de cinco o seis quilómetros alrededor de nuestra vivienda habitual, este pensamiento desaparecerá de forma inmediata. Naturalmente hay que sustituir el típico carrito de la compra, por una mochila que mejorará, tremendamente, tanto el posible transporte por bicicleta, como el ir caminando dando un agradable paseo por nuestra ciudad.
Al regresar podemos incluso hacer una parada el Los Timbales (C/ Alcala 227) a tomar un buen rioja en invierno, o una caña de cerveza fría en verano, con una magnífica tapa por 1,5 euros...
Naturalmente Madrid no puede ser una excepción, por lo que creo que en casi todas las ciudades españolas han de existir posibilidades similares a poco que no se dé nada por sentado (tampoco en este tema) y se investigue un poco. Y esta posibilidad nunca sospechada para un aprendiz de pensionista, puede ser de suma importancia...
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