"En Ecuador no tengo nada y en España sólo deudas"
Hacer las maletas, coger un avión y viajar a la otra parte del mundo en
busca de un trabajo para vivir y enviar remesas a la familia que se
queda. Este fue el destino de más de dos millones de ecuatorianos que
fueron expulsados a la diáspora debido a la crisis económica en su país.
Medio millón vinieron a España durante la última década. Son la
comunidad emigrante hispano-hablante más numerosa y la tercera después
de rumanos y marroquíes.
Durante unos años muchos encontraron empleo, aunque a menudo era el que
no querían los españoles. Pero la crisis bancaria también cruzó el
Atlántico y ahora la vuelven a enfrentar en un país que no es el suyo.
Más del 60% de los ecuatorianos que residen en España está en paro a día
de hoy, entre 10 y 15.000 tienen problemas con el pago de sus hipotecas
y 8.000 familias han sido ya desahuciadas, según los datos que manejan
la Secretaría Nacional del Migrante (SENAMI) del Ecuador y la Embajada.
Ante este panorama, muchos han decidido volver a hacer las maletas y
regresar a Ecuador, un país que en la actualidad se encuentra en su
particular milagro con el impulso económico que se ha producido durante
los últimos años. Aunque no hay cifras oficiales, desde la Embajada
afirman que en 2012 más de 50.000 ecuatorianos habrían vuelto a su país,
apoyados por los distintos planes que ha promovido el Gobierno.
El Tribunal de Estrasburgo está estudiando los casos de varios ecuatorianos afectados por las hipotecas
Desde el 1 de marzo de 2013 se diseñó el programa piloto de asesoría
jurídica gratuita desde la Embajada, que atiende de manera presencial a
los afectados por la situación hipotecaria, en los Consulados de Ecuador
en Madrid, Barcelona, Murcia y Valencia. Lo han hecho en colaboración
con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). "Se ha atendido a
más de 9.600 ecuatorianos, tanto de manera presencial en los Consulados
como en jornadas de asesoría colectiva, por medio de llamadas
telefónicas y correos electrónicos", explica la embajadora ecuatoriana,
Aminta Buenaño.
Con su colaboración, seis profesionales pertenecientes a la Cooperativa
Kinema atienden dos días por semana a los afectados para prestarles toda
la información y asesoramiento personalizado que necesiten. Además, la
Embajada conjuntamente con la Defensoría del Pueblo de Ecuador ha
llevado varios casos de personas afectadas por la hipoteca al Tribunal
de Estrasburgo. Aún no ha habido resolución. Nunca es suficiente.
"Vine en busca de una vida mejor"
La de Janet Rivera es sólo una de las miles de historias de la tragedia
de una crisis que se ceba con los más desfavorecidos de la sociedad.
Vino de Ecuador hace 13 años y ahora, a sus 37, se ocupa ella sola de
sus tres hijos en Oviedo. "Vine a buscar una vida mejor" cuenta. A los
15 días ya tenía trabajo limpiando una casa y, poco más tarde, comenzó a
trabajar en la hostelería. "Estuve dos años pensando que estaba legal y
con seguridad, hasta que un día me enfermé, me di de baja y me di
cuenta que no figuraba en la seguridad social. Me daban nóminas falsas".
De ahí pasó a trabajar en otro sitio de hostelería, ya legal, pero
"eran demasiadas horas" y, con tres niños únicamente a su cargo, lo tuvo
dejar por falta de tiempo. Se fue al paro.
"Estuve dos años pensando que trabajaba legalmente hasta que me enfermé y vi que no estaba en la seguridad social"
"Me formé por el INEM en 2006 y me metí a trabajar en un supermercado",
en el que está hasta el día de hoy. "Con niños nadie me quería alquilar y
me hipotequé". Con un sueldo de 700 euros y sin aval, la Unión de
Créditos Inmobiliarios le dio una hipoteca de 82.000 euros. "Ahora gano
900 euros y tengo muchísimas deudas. Vivimos en un sexto piso, muy viejo
y sin ascensor. Todos los años hay derramas de 1.000 euros y las pago.
Pero en julio dejé de pagar la hipoteca, porque con los libros de los
niños y todo, no llego a final de mes". Además, por problemas de salud,
se ve obligada a dejar su trabajo, por lo que la pagar la hipoteca es
totalmente imposible.
"Les he dicho que quería una dación en pago, porque tengo la oportunidad
de tener una vivienda social. Y ellos no me responden, todavía no me
han dicho nada" se lamenta Janet. De momento, ha recibido ayuda de la
PAH. Los abogados le han dicho que, en su situación, la UCI va a tener
que aceptar la dación den pago, pero ella no está segura, "no sé qué va a
pasar". En cuanto a tomar el camino de regreso, tampoco lo tiene claro.
"A mí me gustaría volver, pero necesitaría dinero para el pasaje y no
tengo nada. Allí no tengo nada y aquí solo tengo deudas".
Vuelta a casa
Con un Ministerio que es de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana,
"Ecuador es pionero en la defensa de los derechos de sus emigrantes",
explica Aminta Buenaño. "Nuestra Constitución, que yo misma ayudé a
redactar porque fui asambleísta constituyente, tiene un artículo, el 40,
que obliga al Estado a apoyar y defender a los migrantes, que habla
sobre sus derechos" explica. De esta forma, en abril del presente año se
puso en marcha el Plan Bienvenidos a Casa, que busca facilitar el
regreso de los emigrantes ecuatorianos mediante la consecución de un
puesto de trabajo. La oferta inicial fue de 20.000 puestos de trabajo, a
los que se accede después de una selección.
"Muchos no tienen dinero ni para vivir aquí y no pueden plantearse volver"
También desde la Federación Nacional de Asociaciones de Ecuatorianos en
España (FENADE) está ayudando en esta labor. "Ha habido un gran
incremento de la gente que viene pidiendo información a este respecto.
Muchos preguntan sobre cómo regresar, pero de cada diez sólo uno o dos
acaban volviendo realmente. Hay muchos que no tienen dinero para
regresar", explica Juan Carlos Lucero, miembro y expresidente de FENADE.
"Muchos no tienen dinero ni para vivir aquí y no pueden plantearse
volver, con lo que cuesta el billete y llevarse todo. La gente se lo
piensa dos o tres veces antes de volver", aclara.
Además, se han implementado otros programas adicionales. El Plan Tierra
dirigido a los ecuatorianos que han estado trabajando en la agricultura
en España. A través de él se han conformado ya 14 cooperativas, que
engloban a 469 familias, y el objetivo es que en los próximos meses
vayan regresando a hacerse cargo de 3.000 hectáreas que ha destinado el
Gobierno de Correa para este plan. Con el Plan Ecuador Saludable en
diciembre de 2011 hacen retornar a personal con formación sanitaria y el
Plan Retorno de Maestros pretende retornar a su país de origen a las
mejores cabezas para impulsar y fortalecer los nuevos planes educativos.
"Mi beca tiene un compromiso de retorno para evitar la fuga de cerebros"
Ecuador tiene más de 8.000 estudiantes en todo el mundo con becas, 876
sólo en España. Con este plan, el Gobierno pretende formar a una nueva
generación de ecuatorianos que, a la vuelta a su país, puedan
desarrollar la "sociedad del conocimiento" por la que apuesta el
Gobierno de Correa. Manuela Celi es una de ellas. Estudia un doctorado
en Gobierno y Política Pública en el Instituto Ortega y Gasset. Lleva
tres años en España y le quedan todavía dos para terminar su formación.
"No puedo quedarme más porque mi beca tiene un compromiso de retorno
para trabajar para el Ecuador y así evitar lo que se ha denominado fuga
de cerebros".
"La política frente a los migrantes en España no es de integración, es de criminalización y obstrucción"
Relata la realidad de su país: "Lo que más me conmueve de la situación
de la mayoría de migrantes ecuatorianos en España hoy es que llegaron
acá con muchísimo esfuerzo. Salieron del Ecuador en contextos de crisis
profunda en los que muchas veces no solo perdieron trabajo sino también
bienes y ahorros, como pasó durante la crisis bancaria del 2000. Acá
consiguieron insertarse con mucho esfuerzo en medio de complejos
procesos de legalización. Varios lograron traer a sus familias poco a
poco. Y después de todo este largo y durísimo camino hoy se regresan sin
nada, son desahuciados, no pueden garantizarles a sus hijos educación
que fue, en muchos casos, el argumento para traerlos y asegurarles
movilidad social. Gente que es víctima del sistema en cualquier lado,
fueron desechables allá y ahora son desechables acá".
En cuanto al trato a los emigrantes que ha encontrado en España, Celi
encuentra que es bastatne "malo", "sorprendentemente porque si asumes
que eres un país al que desde hace años viene mucha gente en condición
de migrante lo ideal es tratar de gestionarlo, no dificultarlo porque va
a seguir sucediendo de todas maneras. Todos los procesos de papeleo y
legalización son complejos y no están claramente institucionalizados, es
decir, las reglas del juego están cambiando constantemente, cambia el
lugar donde debes presentarte, cambian los requisitos, cambian los
tiempos...". De este modo, y en contraste con la versión de las
asociaciones y la Embajada, ella afirma que "la política frente a los
migrantes en España no es de integración, es de criminalización y
obstrucción".
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