20131124

La asombrosa página 354 del libro de Solbes (era consciente)

La asombrosa página 354 del libro de Solbes (era consciente)





El propio Zapatero en persona se lo ha recordado esta semana en privado a, entre otros, Bono y Moratinos, y también lo deja claro en el libro que lanza el próximo martes. No fue Solbes el que pidió dimitir, fue él quien lo destituyó en abril de 2009 por no dar la talla, por irse tan pancho por las tardes a las 18.00 horas del despacho del Ministerio tras la caída de Lehman Brothers; por "poner pegas" a toda medida extra; o porque, como le dijo Magdalena Álvarez en el inquietante verano de 2008: "¡Solbes está en otro mundo, dice que no hay problemas de crédito!". ZP sentencia: "El único que se fue de mis gobiernos porque quiso es Pepe Bono".

¿Solbes fue destituido en abril de 2009 o dimitió? ¡Qué más da! Lo trascendental, lo que merecería una comisión parlamentaria de investigación es que en la página 354 de Recuerdos de Solbes resurge una asombrosa confesión cuyas consecuencias no llegan técnicamente a prevaricación, porque el Código Penal no se aplica a actos políticos.

Zapatero: 'El único que se fue de mis Gobiernos porque quiso es Pepe Bono'

Solbes sitúa la acción tras el verano de 2007, recién iniciada la crisis financiera internacional. "Del viaje de septiembre de cada año a la Asamblea del FMI volví muy preocupado. (...) Existía un claro consenso sobre que los países más afectados serían aquellos con mayor dependencia de la financiación exterior y con sectores de construcción sobredimensionados, entre ellos España". Correcto. Aunque España no tenía hipotecas subprime sí acumulaba una burbuja inmobiliaria que requería de fuera hasta 100.000 millones de euros para financiarse en uno de los mayores déficits exteriores del mundo. Según la página web del FMI, no consta que fuera Solbes a esa reunión, sino su secretario de Estado David Vegara, pero es lo de menos. Lo importante es que frente a los que decían que la desaceleración iba a ser suave, Solbes se declaraba "muy consciente de la rapidez con la que podía deteriorarse una situación económica en apariencia boyante, porque lo había vivido en 1993".


          Pedro Solbes durante la presentación de su libro

El "preocupado" y "muy consciente" Solbes presentaba sin embargo ¡el 25 de septiembre de 2007! una Ley de Presupuestos para el año siguiente en la que elevaba el gasto público un 6,7%. Presumía además en ella de que como nuestra inmune economía iba a crecer otro 3,3% en el año siguiente, los ingresos darían más que de sobra para permitir un incremento de, por ejemplo, el 7,2% en pensiones y del 9,4% en infraestructuras.

"Son los Presupuestos que mejor se acomodan a la actual situación de la economía española y al contexto internacional", dijo en público entonces para, según revela ahora, "no crear preocupación". Era un momento que sopesaba ya ser candidato del PSOE por Madrid en las elecciones de marzo de 2008. De hecho es la "mala suerte de que había elecciones", según dijo el ex vicepresidente el pasado martes, lo que frenó que ZP tomara medidas más adecuadas para España.

Solchaga ajusta cuentas con ZP tras dejarle este fuera del consejo de Telefónica

Solbes es uno de los funcionarios más respetados internacionalmente y más cualificados de la reciente Historia de España, por eso estas revelaciones no son una anécdota. Tampoco debe ser visto como una gracieta lo que dijo al presentar el libro de Solbes el también ex ministro de Hacienda, Carlos Solchaga. Éste, que era en la época miembro del comité federal del PSOE, aseguró que la Oficina monclovita de Miguel Sebastián era desde 2004 "la puerta de atrás", "el coladero" cuasi delictivo donde grupos de presión en torno a Sacyr o Gas Natural conseguían lo que no lograban en el despacho de Solbes. El navarro dijo además de Zapatero que "no era Bambi, ni siquiera un reno, sino Papá Noel en persona" disparando el gasto.

"Igual me he pasado un poco", ironizó después el socarrón Solchaga en la cena privada posterior con Solbes y otros ex ministros de la vieja guardia. El ataque de Solchaga ha indignado a zapateristas y rubalcabistas por igual y lo atribuyen a un ajuste de cuentas. Al llegar ZP al poder, Solchaga y el también ex ministro Claudio Aranzadi, se postularon para entrar en el consejo de administración de Telefónica con apoyo de Moncloa. El entonces muy vulnerable César Alierta iba a tragar, pero consultó a Moncloa y la respuesta fue que Solchaga mentía. ZP no colocaba a nadie en las empresas, así que el aragonés echó el freno.

Esta renovada guerra civil socialista es oportunísima para el PP en su balance de dos años, aunque habrá que estar atentos a las memorias futuras de Guindos o Montoro; y también a lo que queda de legislatura.

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