al final parece que no habrá un holocausto nuclear como se pensaba en los 60; personas sin conexión aparente irán cayendo como moscas por la contaminación radiactiva (Fukushima sigue ahí, y otros muchos sucesos que no cuentan los "medios de información")..
Un submarino nuclear británico con "problemas técnicos" llega a Gibraltar
El submarino nuclear británico Triumph, que permanece atracado en el
puerto de Gibraltar desde el pasado lunes, ha sufrido en los últimos
años "crecientes problemas técnicos" a causa del "envejecimiento" de su
reactor. Así lo reconoce el Gobierno de David Cameron en un informe
reservado que ha sido elaborado por el Defence Nuclear Safety Regulator
(Regulador de la Seguridad Nuclear de la Defensa), el organismo
independiente que vela por la seguridad del arsenal nuclear militar de
ese país.
El sumergible de la Royal Navy (la Armada británica) seguía ayer
atracado en el South Mole (Muelle Sur) del Peñón para una escala de
duración indeterminada antes de volver a zarpar para una "misión
operativa", según la escueta información facilitada por el Ministerio de
Defensa británico. El Triumph pertenece a la clase Trafalgar, que
cuenta con otros cuatro submarinos de propulsión nuclear, entre ellos el
Tireless, que en mayo de 2000 sufrió en Gibraltar una avería en su
reactor que le obligó a ser reparado allí durante casi un año, lo que
provocó un grave conflicto diplomático entre Madrid y Londres.
El informe del Regulador de la Seguridad Nuclear de la Defensa (DNSR,
sus siglas en inglés) está fechado en marzo de este año, y ha sido
publicado por el propio Ministerio de Defensa británico. En él se afirma
que la "retirada gradual" de los cinco submarinos nucleares de la clase
Trafalgar, que fueron botados hace casi 30 años, está siendo "más lenta
de lo que había sido planificado debido al retraso de la entrada en
servicio de la clase Astute", los sumergibles de última generación que
deben reemplazar al Triumph y sus gemelos.
El programa de fabricación de la nueva clase Astute, lanzado a mediados
de la pasada década de los 90, ha sufrido continuos retrasos debidos a
fallos de diseño, defectos en la estructura del casco y unos
presupuestos militares menguantes. De los siete submarinos nucleares que
se darán de alta en la Royal Navy para sustituir a los viejos
Trafalgar, sólo dos están ya operativos: el Astute -que da nombre a la
serie- y el Ambush. Los otros cinco están aún en fase de construcción, y
saldrán de los astilleros entre 2015 y 2024. El coste de cada uno
supera los 1.200 millones de libras esterlinas.
Su "fiabilidad", cuestionada
Según el informe del DNSR, "algunos de los problemas técnicos que
afectan a los submarinos de la clase Trafalgar en los últimos años
pueden atribuirse directamente a los efectos del envejecimiento del
reactor nuclear". El Gobierno británico, añade, "reconoce estos riesgos y
afronta los problemas en cuanto surgen con el fin de mantener la
seguridad nuclear". Y lo más preocupante, según el informe de los
expertos, es que el Triumph y los otros cuatro submarinos de su clase
"están operando actualmente en el punto final de la curva de
fiabilidad".
La llegada al Peñón del Triumph, que cuenta con una tripulación de 20
oficiales y 110 marineros, ha vuelto a encender las alarmas entre los
colectivos ecologistas del Campo de Gibraltar, que consideran una
"servidumbre" las escalas en la Roca y alertan del "grave riesgo" que
representan para todo el entorno, incluidas las poblaciones limítrofes.
Desde la avería en el reactor del Tireless, que permaneció varado en la
colonia británica durante más de 11 meses hasta que fue finalmente
reparado, han pasado por Gibraltar 53 submarinos nucleares.
España, aliada de Reino Unido en la UE y la OTAN, apenas disimula su
incomodidad por el continuo trasiego de submarinos nucleares en el
Peñón, aunque desde la llegada de Mariano Rajoy a la Moncloa no ha
presentado ninguna protesta formal. Sí lo hizo su predecesor, José Luis
Rodríguez Zapatero, en julio de 2004, cuando pidió a Londres que
suspendiera una nueva visita del Tireless. El Gobierno británico se
negó, y el sumergible recaló de nuevo en Gibraltar. El entonces
ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, llegó a afirmar,
en un tono nada conciliador: "El Almirantazgo británico sigue
provocando de forma reiterada, y tomamos nota". A la vista está que de
nada sirvió aquel aviso.
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