El Rey dolar: presente, pasado y futuro
Para entender si es posible el fin del dólar como moneda de referencia
(Washington Daily, Dollar’s days of dominance may end) hay que entender
tanto su origen como los factores que en él influyen.
La prehistoria: la larga y tumultuosa historia del dólar.
La historia del dólar esta vinculada al poder político, económico y
financiero: cuando en 1690 el gobierno de las colonias emitió papel
moneda, el Banco de Inglaterra vio en esta potestad una amenaza de
independencia y como resultado advino la Guerra. La financiación de la
contienda provocó la necesidad de un sistema bancario central propio y
así, en 1791 nació el “Primer Banco de Norteamérica” de Hamilton con
$500.000 dados por el Gobierno gracias al oro prestado por Francia para
financiar la guerra (J. Markham, “A Financial History of the US”).
Coincidiendo en el tiempo, el Sr. Salomon se convirtió en el primer
financiador del Tesoro de Estados Unidos al comprar $200.000 en
obligaciones mientras que en 1792, veinticuatro negociantes crearon la
Bolsa de Nueva York con lo que se establecían las cuatro bases del
sistema financiero actual (FED, Wall Street, Tesoro y Gobierno) si bien
la aparición de la Fed actual tardaría algún tiempo. Incluso durante
décadas no existiría Banco Central por discrepancias entre gobierno y
bancos.
Existieron varios tipos de dólares pero el primer intento serio de crear
un dólar es en 1861: el Tesoro imprime $250 millones de “greenbacks” al
0% de interés para no endeudarse al 24% con los bancos (American
Memory, Documentos Congresuales 1774-1875) si bien el Gobierno
Confederado ya también tenía el suyo que coloca gracias a la garantía
del algodón de Emmanuel Lehman (Lehman Brothers, favores, favores….).
Desde 1844, los billetes del Banco de Inglaterra eran respaldados por
oro (Wikipedia, Bank Charter Act 1844). Paul Warburg toma ese patrón oro
y, basado en el modelo de Bamberger, publica su “Un Plan para un Banco
Central modificado” (“The Federal Reserve System”) que después de la
isla de Jekyll culminará en el Sistema de la Reserva Federal en 1913.
El dólar en el siglo XX: del patrón oro al patrón dólar.
En 1915, EEUU es ya el mayor país exportador, e históricamente, cuando
un país se convierte en la primera potencia económica, su moneda se
convierte en la moneda de referencia (denarios, dinares, libras… incluso
China –moneda Ban Liang, s. IV aC-) lo que le permite prestar a otros
países en dólares dentro de un patrón oro con muchas ventajas: la
emisión de moneda está limitada y los déficits bajo control.
El problema es que después de 1918, los países necesitan dinero para
pagar sus deudas y el patrón oro no deja hacerlo, con lo que en Genova
se crea un nuevo sistema. Estados Unidos en el patrón oro
(Wandschneider, The stability of the interwar Gold Exhange Standard) y
todas las monedas, menos la libra, cambiándose por lingotes. Para que
crezca la economía mundial, la FED debe imprimir y entregar sus dólares
al mundo.
La excesiva oferta de dólares en la economía real se transmite a la
economía financiera y provoca el 29. Roosevelt acaba con la
convertibilidad del dólar (solo los gobiernos y bancos centrales podrán
convertirlos) y aprueba la EO 6102: “persons are required to deliver to
the Fed all gold coin, gold bullion owned by them” (Wikipedia, Executive
Order 6102). El dólar pasa de $20.67 a $35 y de 25.8 gramos a 15.23 de
900 milésimas de pureza. Sólo los extranjeros pueden vender a $35…JP
Morgan que compro oro a $20 y lo envío a Londres, lo vende ahora al
gobierno al nuevo precio…Favores, favores…
Bretton Woods resetea de nuevo el sistema: solo el dólar será
convertible a $35 y todas las monedas convertibles en dólares. La FED
seguirá imprimiendo dólares para asegurar el crecimiento y EEUU
continuara con sus déficits, pero los bancos centrales de Europa no
deben cambiarlos por oro…hasta que Francia exige la conversión de sus
dólares. El oro pasa de $35 a $44 y en 1971, el Gobierno de Estados
Unidos elimina la conversión. Fin del patrón oro. El dólar es el nuevo
patrón. Un dólar no vale 0.8 gramos de oro sino la confianza que da la
economía americana.
Se pacta cómo controlar el dólar: a) Smithsonian Agreement para revaluar
las monedas; b) mecanismo de flotación, documento donde Conally explica
a Europa que el “dollar is our currency but your problem”; c)
impidiendo el aumento de precio del oro (el London Gold Pool de Roosa,
los Acuerdos de Jamaica del 76, la venta del 30% de las reservas de oro
del FMI); d) el Tesoro y la Fed con los $50.000 millones del Exchange
Stabilization Fund para alterar el dólar sin tocar la oferta monetaria…
Solo se crece multiplicando el crédito. El crédito da la felicidad. “El
abandono del patrón oro hizo posible que los políticos usaran el sistema
bancario para expandir ilimitadamente el crédito” (Greenspan, Gold and
Economic Freedom).
Del dólar “fuerte” al dólar “débil”.
En 1985 el déficit EEUU alcanza el 3%. El G-5 declara en el Hotel Plaza
que la "appreciation of the non-dollar currencies against the dollar is
desirable”. En 1987, el G-6 compra $87.000 millones para parar la caída
del dólar según los Acuerdos del Louvre.
Pero ¿cómo aunar inflación domestica baja, crecimiento económico mundial
y fin de las crisis? Robert Rubin tiene la solución: se importan
productos básicos baratos pagados con un dólar “fuerte” y el déficit
comercial se compensa con superávit de la balanza de capitales. Las
importaciones primarias baratas permitirán al ciudadano endeudarse en
inmuebles y todo el mundo gana. Las familias felices con sus inmuebles,
los países asiáticos felices vendiendo sus productos y en Wall Street un
tal Cassano empieza a experimentar con derivados en dólares….
En 1999 aparece el euro. El dólar pasa de 0.86 en enero de 1999 a 1.16
en enero de 2002 para depreciarse hasta 0.63 en junio de 2008. La
creación de dólares a través de derivados y su reciclado en la economía
mundial vía déficit provoca su descenso pero los tipos bajos permiten
posponer las deudas. La fiesta debe seguir. Hasta que en septiembre de
2008 Lehman Bros. se declara en bancarrota: bancos y hedge funds
necesitan dólares y deshacen sus posiciones (de julio a diciembre de
2008 los residentes americanos venden $456.000 millones en activos
financieros en el extranjero). El dólar se aprecia un 23% de junio de
2008 a febrero de 2009 frente al euro. El mundo financiero necesita
dólares.
Ahora el objetivo es un dólar “débil” para recuperar el mercado
inmobiliario y ayudar al pago de las deudas. El Sr. Geithner lo confirma
declarando lo contrario. En abril, la Fed incrementa la línea de
intercambio de monedas en $287.000 millones y el BCE vende 35 toneladas
de oro para comprar dólares.
El futuro: los dos candidatos, el euro y el yuan.
Las fluctuaciones del dólar durante estos 100 años han sido fruto de
intervenciones dentro del sistema. Nada ocurre por azar en economía.
A medio plazo el yuan no ocupara el lugar del dólar porque China, Japón y
los países del Golfo necesitan un dólar fuerte para ayudar la
competitividad de sus productos, aunque amenacen con no comprar deuda y
otras banalidades (éste ha sido el artículo de moda esta semana sobre el
particular: The Independent, The demise of the Dollar).
Hay tímidos pasos (convertibilidad limitada, acuerdos de intercambios
con Bancos Centrales, emisión de bonos) pero para sea la moneda de
referencia, el yuan debe enfrentarse con el Sr. Triffin (“El oro y la
crisis del dólar: el futuro de la convertibilidad") e incurrir y
mantener déficits permanentes por cuenta corriente, imprimiendo y/o
emitiendo obligaciones en yuanes. Es imposible tener superávit,
liquidez, crecimiento del comercio mundial y moneda universal a la vez.
¿Asumirá China los déficits por el bien del comercio mundial?
El euro se ha apreciado un 37% desde el 1999 pero la competitividad de
la zona euro sólo lo ha hecho un 17%. Ni a Alemania ni a Francia le
interesan un euro como moneda mundial de reserva con la dependencia
energética exterior de la UE y sus economías basadas en la exportación
como base del crecimiento. El futuro a medio plazo es un dólar “débil”
que permita la recuperación de Estados Unidos.
¿Qué interesa al ciudadano de la zona euro? Entre 1912 y 2001, el dólar
perdió el 94% de su paridad de compra por ser la moneda de referencia.
¿Quiere usted eso para su bolsillo? ¿O prefiere que la moneda de un país
no democrático sea la moneda de referencia? Se abre el telón del
debate.
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