no, claro, hay otros factores.. como por ejemplo destinar el dinero a la especulación, en lugar de dejar que llegue a la microeconomía.. o una bajada importante de la producción (si en hispanistán tienen ese problema de la hiperinflación, desde luego no será por ésta causa),
su tiempo cada vez vale menos (película: "In time")
La hiperinflación nunca surge porque un banco central imprima demasiado dinero
“Inflación” es el nombre que recibe el aumento de los precios. Esto es
algo que sucede prácticamente siempre en cualquier economía capitalista,
salvo en períodos particulares (de severa recesión económica) durante
los cuales los precios caen en vez de subir. Sin embargo, lo relevante y
preocupante no es que haya inflación, sino que ésta sea muy elevada.
Una inflación moderada es perfectamente normal, y no desestabiliza las
decisiones de los agentes económicos. Pero cuando hacen aparición etapas
de elevada inflación o hiperinflación en una determinada economía cunde
ciertamente el caos. Los precios de los productos y servicios pueden
aumentar muchísimo en cuestión de meses, días e incluso horas, con lo
cual se produce una situación que es totalmente desastrosa para la
economía. No hace falta detenerse en los efectos tan perjudiciales que
tiene una elevada inflación porque son bien conocidos. Lo que aquí
haremos será tratar el asunto de por qué se originan estos periodos de
inflación descontrolada.
La teoría económica convencional –concretamente la planteada desde los
principios monetaristas– lo tiene claro: los precios aumentan a un ritmo
elevado cuando hay demasiado dinero en circulación. Pero esta
afirmación no es del todo exacta y da pie a grandes malentendidos. Vamos
a ver por qué. En realidad, tal y como se sostiene desde una
perspectiva heterodoxa, la inflación elevada aparece cuando la cantidad
de dinero que existe resulta excesiva en comparación a la cantidad de
bienes y servicios producidos. A primera vista parece que esta
definición no se aleja mucho de la anterior. Pero si se atiende a los
detalles se verá que hay diferencias que cambian notablemente el asunto.
Según la primera acepción, la elevada inflación depende sólo de un
factor: la cantidad de dinero. Según la segunda, depende de dos: la
cantidad de dinero y también la cantidad de bienes y servicios
producidos.
De esta forma, para el economista convencional altos niveles de
inflación se producen porque comienza a circular mucho dinero por la
economía (debido normalmente a la creación de dinero por parte del banco
central). Según su visión, si esto ocurriera, las empresas y
consumidores utilizarían ese dinero para comprar productos y servicios, y
puesto que los vendedores se verían desbordadas por tanta demanda,
pasarían a aumentar los precios de sus productos y servicios para
aprovecharse de la situación. Esto extendido a toda la economía tendría
como resultado un generalizado y notable aumento del nivel de precios.
En cambio, para el economista heterodoxo altos niveles de inflación
pueden aparecer por dos motivos: 1) por precisamente lo comentado en el
párrafo anterior, o 2) porque la cantidad de bienes y servicios se
reduzca debido a cualquier acontecimiento (recesión, guerra, shock
financiero, malas políticas, etc). En este segundo caso la poca
producción existente se intentaría vender al máximo precio posible para
sacarle el mayor partido posible, y como los compradores poseen más
dinero de la cuenta, los vendedores pueden vender sus productos a mayor
precio. La cantidad de dinero total no se vería alterada pero sí
resultaría excesiva para la reducida producción existente, con lo cual
acabaría apareciendo con fuerza la inflación.
Así las cosas, ¿cuántos períodos de inflación elevada acontecidos a lo
largo de la historia y a lo largo del planeta se produjeron debido al
primer factor y cuántos debido al segundo? Ésta es la pregunta que
responde la economista Stephanie Kelton de la Universidad de
Missouri-Kansas utilizando un reciente informe de Cato Institute que
recoge y analiza 56 diferentes casos de hiperinflación (periodos con un
aumento de los precios superior al 50% cada mes). Pues bien, la
conclusión es que en ni un solo caso de los 56 la hiperinflación fue
provocada por algún banco central que se volviese loco creando dinero
nuevo. Es decir, en ningún caso la causa de la hiperinflación se
encuentra en una abundante creación de dinero, sino precisamente en un
descenso fortuito de la producción de bienes y servicios.
Por mencionar los ejemplos más conocidos: la hiperinflación sufrida
en Zimbabwe entre 2007 y 2008 (la segunda más intensa de la historia) se
debió al colapso del sector agrícola, que provocó una escasez de
alimentos muy pronunciada. La hiperinflación registrada en Alemania
entre 1922 y 1923 fue causada por la destrucción del aparato industrial
alemán durante la primera guerra mundial así como la pérdida de buena
parte del mismo debido a la entrega a Francia de los territorios de
Alsacia-Lorena. La hiperinflación que experimentó Rusia en 1992 fue
causada por la estrepitosa caída de la producción como consecuencia del
cambio de sistema socialista a uno capitalista.
En definitiva, la hiperinflación nunca surge porque un banco central
pierda el control e imprima una cantidad excesiva de dinero, sino que
aparece en situaciones extremas (conflictos bélicos, transición
desordenada de sistemas económicos, y por pésimas políticas económicas)
que provocan caídas importantes de la producción.
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